Era la hora en que los niños salían de la escuela cuando dos coches bomba explotaron cerca de un colegio de la ciudad siria de Homs, en pleno centro. Hoy decenas de personas despiden a 53 víctimas del ataque, 43 de ellas eran niños.
Los funerales por los muertos en el doble ataque de ayer se celebraron con una amplia participación popular y de representantes políticos, señalaron activistas y medios de comunicación oficiales.
El número de fallecidos es dispar, según la fuente consultada, ya que mientras el Observatorio Sirio de Derechos Humanos elevó hoy la cifra a 53 muertos -de ellos 46 menores de edad-; el régimen situó en 33 el número muertos y en 115 el de heridos.
La agencia de noticias estatal siria, Sana, apuntó que durante las exequias los familiares de los difuntos manifestaron su ira por este “crimen indescriptible contra niños inocentes” cometido por aquellos que “quieren disuadir a las generaciones futuras de completar su educación”.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos subrayó que durante los funerales hubo personas que pidieron la dimisión del gobernador de Homs, Talal al Barazi.
En el ocurrió en las proximidades del colegio Akrima Majzumi, en el barrio de mayoría alauí de Akrima -secta a la que pertenece el presidente sirio, Bachar al Asad-.
Un coche bomba estalló y, un cuarto de hora después, un suicida detonó el cinturón de explosivos que llevaba encima en las proximidades de la escuela de primaria Akrima al Majzumi, en el barrio de Akrima Yadide, informó Al Barazi por teléfono.
La ONG no descartó que el número de fallecidos pueda aumentar porque dispone de informaciones no confirmadas de que podrían haber perdido la vida cinco miembros del equipo de investigación que se trasladó al lugar tras la primera explosión y al que tomó por sorpresa la segunda.
Akrima Yadide es un distrito de mayoría alauí, secta a la que pertenece el presidente sirio, Bachar al Asad.
No es la primera vez que se produce un atentado en zonas de predominio alauí de Homs, ya que en el pasado se han registrado ataques que, en ocasiones, han sido reivindicados por el Frente al Nusra, filial de Al Qaeda en Siria.
Fue el primer ataque en meses en Homs, la tercera ciudad más grande de Siria, alguna vez el corazón de la revolución anti-Asad, pero ahora firmemente bajo el control gubernamental.
El saldo de muertos documentados y verificados en el conflicto armado en Siria desde marzo de 2011 hasta abril de este año es de 191,369, casi 9,000 de ellos menores de edad, según la ONU.