Nueva York. (Notimex).- Los dos consulados de México en el noreste de Estados Unidos registraron un repunte en la cifra de mexicanos que buscan la doble nacionalidad para sus hijos nacidos en territorio estadunidense, el fin es evitar una separación familiar en caso de ser deportados.
El alza en la cifra de solicitudes de pasaportes mexicanos sucede como reacción a las restrictivas políticas de migración implementadas por el presidente estadunidense Donald Trump que consideran a prácticamente a cualquier inmigrante indocumentado en Estados Unidos como una prioridad de deportación.
Un ciudadano estadunidense menor de edad permanece en Estados Unidos en caso de que sus padres sean deportados a sus países de origen. El menor de edad sólo puede acompañar a sus padres deportados si cuenta con los documentos migratorios correspondientes.
El Instituto para las Políticas de Migración indicó que la tercera parte de los cerca de 11 millones de inmigrantes sin documentos en Estados Unidos tiene al menos un hijo estadunidense. Así, los dramas de la separación familiar ocurren a menudo.
El Centro de Innovación para la Justicia Racial informó que en 2011 al menos cinco mil 100 menores estadunidenses, hijos de inmigrantes deportados o detenidos en proceso de deportación, vivían separados de sus padres y mantenidos en albergues.
Ese escenario de separación impulsó a la comunidad mexicana a prepararse. El vocero del Consulado de México en Nueva York, Gerardo Izzo, expresó que las solicitudes para obtener pasaportes en esta sede consular aumentaron 30 por ciento en los últimos dos meses.
En entrevista con Notimex, Izzo afirmó que el Consulado en Nueva York, tanto en su sede en Manhattan como en sus centros de servicios móviles en el área triestatal (que comprende los estados de Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut) procesa unos 50 pasaportes en promedio cada día.
“No sólo tenemos más solicitudes de registros, sino también más interés en obtener información. Algo de lo que más le preocupa a los paisanos es cómo pueden obtener la doble nacionalidad para sus niños”, porque su principal preocupación es una eventual separación familiar, explicó.
Para aliviar estos temores, Izzo señaló que el Consulado mexicano amplió su capacidad tanto de su sede en Manhattan, como en sus centros móviles en los tres estados que abarca esta circunscripción.
Meintras, el Consulado de México en Boston (que atiende los estado de Massachusetts, Rhode Island, Maine, Vermont y Nueva Hampshire) asentó que en febrero de 2017 se realizaron 102 registros de menores mexicanos nacidos en Estados Unidos, así como 26 en enero pasado.
Datos proporcionados por la cónsul de Documentación de esta sede consular, Camila Aviña, mostraron que la cifra acumulada de registros de nacimiento durante los primeros dos meses del presente año es 240 por ciento superior a la del mismo periodo de 2016.
La demanda ha sido tal que las citas para los servicios de registro civil en el Consulado de Boston están agotadas hasta mayo próximo.
Teresa González, quien emigró hace dos años de la ciudad de Toluca, Estado de México, es una de las cientos de mexicanas que todos los días busca la nacionalidad mexicana para su hijo estadunidense. En su caso, es para Jordan Steve, de siete meses de edad, a quien concibió con Richard Gerónimo, de Perú.
“Teníamos previsto a quien dejar al niño en caso de que me deportaran, pero mi preocupación no es con quién se puede quedar él aquí, sino que me separaran de él”, declaró González a Notimex afuera de las instalaciones del Consulado en Nueva York.
Indicó que el temor de que el Estado se haga cargo de su hijo está presente desde el triunfo de Trump.
María de Jesús Garzón, quien hace 11 años emigró del estado de Guerrero a Nueva York, manifestó que comenzó a pensar en obtener la nacionalidad mexicana para su hijo (Juan, de nueve años ) apenas supo que Trump ganó la elección presidencial.
Garzón aseguró que su plan nunca ha sido permanecer de manera definitiva en Estados Unidos, sino ahorrar dinero suficiente para regresar a su estado natal a fin de reunirse con su hija, a quien no ha visto desde hace 11 años que emigró de su comunidad.
“Sí, Trump ha acelerado mis planes. Por lo mismo ya tenemos una casa en mi pueblo. Ahora mi idea es ahorrar un poquito más y regresar. Pero si llegara a pasar algo, si me deportaran antes, ya estoy tranquila de que mi hijo se iría conmigo”, enfatizó Garzón.