La osteoporosis afecta aproximadamente a 10 millones de personas en Estados Unidos, de las cuales el 80 por ciento son mujeres, según la Oficina para la Salud de la Mujer.
Hace que los huesos se debiliten y se vuelvan quebradizos, tanto que una caída o incluso esfuerzos leves, como agacharse o toser, pueden provocar una fractura. Las fracturas relacionadas con la osteoporosis suelen producirse en la cadera, la muñeca o la columna vertebral.
La osteoporosis es una de las principales causas de discapacidad en las mujeres mayores. La enfermedad afecta a hombres y mujeres de todas las razas. Pero las mujeres blancas y asiáticas, especialmente las de edad avanzada que ya pasaron la menopausia, son las que corren mayor riesgo.
Una buena nutrición y el ejercicio regular son esenciales para mantener los huesos sanos durante toda la vida. El ejercicio puede ayudarte a fortalecer los huesos y a desacelerar la pérdida ósea. El ejercicio beneficiará a tus huesos independientemente de cuándo empieces, pero obtendrás mayores beneficios si empiezas a hacer ejercicio regularmente cuando eres joven y continúas haciéndolo durante toda tu vida.
Si ya padeces osteoporosis, es posible que pienses que el ejercicio te provocará fracturas. Sin embargo, usar los músculos protege los huesos. Algunos tipos de ejercicio fortalecen los músculos y los huesos, mientras que otros están diseñados para mejorar el equilibrio, lo que puede ayudar a prevenir las caídas.
Entre los tipos de actividades que suelen recomendarse a las personas con osteoporosis se incluyen:
Actividades aeróbicas con carga de peso.
Ejercicios de flexibilidad.
Entrenamiento de fuerza.
Ejercicios de estabilidad y equilibrio.
Debido a los distintos grados de osteoporosis y riesgos de fracturas, tu médico puede desaconsejarte que hagas determinados ejercicios.