Cuando haces ejercicio, te sientes menos cansado y menos estresado, y más animado. Incluso dar un paseo de 10 minutos es un buen comienzo. No hace falta correr un maratón para aprovechar los beneficios del ejercicio.
¿Cuánto ejercicio necesitas? Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), los adultos deben hacer al menos 150 minutos a la semana de actividad moderada, como caminar, nadar o cortar el césped, o 75 minutos a la semana de actividad intensa, como trotar, correr, entrenar a intervalos de alta intensidad o montar en bicicleta a gran velocidad. Los CDC recomiendan añadir también dos o tres sesiones semanales de entrenamiento de fuerza.
Aunque 150 minutos de actividad física a la semana parecen muchos, no es necesario hacerlo todo de una vez. Distribuya su actividad a lo largo de la semana y divida esos minutos en pequeños periodos de tiempo: por ejemplo, 30 minutos al día, cinco días a la semana.
Aunque para la mayoría de las personas es seguro empezar un programa de ejercicio, si padeces alguna enfermedad crónica, como hipertensión, debes consultar a tu médico de cabecera antes de empezar a hacer ejercicio.
Ejercicios de bajo costo
No hace falta apuntarse a un gimnasio para hacer ejercicio. Algunas opciones baratas o gratuitas son:
Caminar: Pasea por tu vecindario o por el centro comercial. Estaciónate al fondo del estacionamiento en lugar de junto a la puerta. Elige las escaleras.
Barrer: Las tareas domésticas pueden cumplir una doble función si consigues aumentar tu ritmo cardíaco. Cortar el césped, trabajar con una pala y trabajar en el jardín también cuentan.
Juegos con niños: Invita a tus hijos a jugar a las atrapadas, a andar en bici o a bailar después de cenar. Moverse con los niños es un buen ejemplo de actividad saludable para toda la vida.
Lleva el gimnasio a casa
Con una vida tan ajetreada, puede resultar difícil encontrar tiempo para hacer ejercicio con regularidad. El costo de la suscripción al gimnasio también puede ser un inconveniente.
La buena noticia es que estos cinco ejercicios baratos pueden utilizarse en casa para empezar:
Saltar la cuerda: Saltar a la cuerda hace que tu corazón bombee y ofrece un gran entrenamiento cardiovascular. Cuando el tiempo no es el mejor para salir a caminar o correr al aire libre, una cuerda para saltar puede ser una gran opción en interiores. Pueden saltar la cuerda personas de cualquier nivel de forma física.
Tapetes: Los tapetes protegen la espalda y las articulaciones de las superficies duras durante el entrenamiento. Los tapetes de entrenamiento proporcionan una capa de amortiguación para los ejercicios en el suelo, como el yoga, el fortalecimiento del tronco o los estiramientos después del entrenamiento.
Mancuernas: Hay mancuernas de distintos pesos y diseños. Elige las que signifiquen un pequeño reto y tenlas siempre a mano. Puedes curvarlas durante una pausa comercial mientras ves la tele o utilizarlas a primera hora de la mañana.
Bandas elásticas: Utilizar bandas de resistencia puede mejorar tu fuerza y tono muscular. Son ligeras, ocupan poco espacio y pueden viajar fácilmente contigo al trabajo o de vacaciones.
Balón de estabilidad: Este aparato fortalece el tronco, lo que es importante para la salud de la zona lumbar. Unos músculos abdominales y de la espalda más fuertes también mejorarán tu equilibrio y estabilidad para ayudarte a seguir moviéndote con seguridad y confianza a medida que envejeces.
Sea cual sea la forma de ejercicio que elijas, lo más importante es empezar. Recuerda enfocarte en el proceso, no solo en los resultados, y sé paciente contigo mismo mientras te pones en movimiento.