Las autoridades de salud estatales y federales están investigando los brotes que se están produciendo en hospitales y residencias de ancianos de Nevada de una “superbacteria” resistente a los medicamentos que puede provocar enfermedades graves e incluso la muerte.
Desde mediados de abril, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Nevada ha estado investigando brotes de un hongo llamado Candida auris en hospitales de cuidados intensivos, hospitales de cuidados intensivos de largo plazo y centros de enfermería especializada, según un boletín técnico enviado por el estado a los proveedores de atención a la salud.
El boletín, que aconseja a los centros de atención a la salud que tomen precauciones especiales para el control y la prevención de infecciones, no indica dónde se han producido los brotes, cuántos pacientes se han visto afectados o si alguno de los casos ha sido mortal.
Mark Pandori, director del Laboratorio de Salud Pública del Estado de Nevada, dijo que la gran mayoría de los casos que el laboratorio ha analizado han sido del sur de Nevada. Varios centros de atención a la salud se han visto afectados, dijo.
Candida auris, identificada por primera vez en Japón en el 2009, es una grave amenaza para la salud mundial, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. La infección, que antes era rara, se ha vuelto más común y suele ser resistente a los múltiples fármacos que se suelen usar para tratar las infecciones por Candida. Algunas de sus cepas son resistentes a todos los tipos de antifúngicos.
Las muestras analizadas genéticamente en el laboratorio estatal indican que los casos de Nevada responden en su mayoría a un solo fármaco, dijo Pandori. Los análisis también indican que ha habido varias formas en la que el hongo se introdujo en la comunidad, en lugar de que se propague desde una única fuente.
Pandori remitió otras preguntas sobre los brotes al departamento de salud del estado, las cuales no comentó inmediatamente.
Un representante de los CDC dijo el martes que la agencia federal está “apoyando a los funcionarios locales de salud en Nevada en respuesta a un brote persistente de Candida en varios centros de salud.”
“Los expertos de los CDC están ayudando a identificar casos adicionales, evaluando las prácticas de control de infecciones de las instalaciones y asegurándose de que el personal sea instruido sobre la C. auris y sus estrategias de prevención”, dijo la representante Belsie González en un correo electrónico.
“C. auris es una levadura emergente, a menudo multirresistente, que es altamente transmisible y da lugar a brotes en entornos del área de salud, a menudo en centros de atención a largo plazo”, dijo González en el correo electrónico. “C. auris puede persistir en los pacientes y en el ambiente durante semanas y puede propagarse entre los pacientes a través del contacto con superficies contaminadas”.
Según el sitio web de los CDC, algunas personas llevan el hongo en la piel sin mostrar signos de infección, pero con la posibilidad de contagiar a otras personas.
C. auris puede causar infecciones en el torrente sanguíneo e incluso la muerte, especialmente en pacientes de hospitales y residencias de ancianos con problemas médicos graves. Según los CDC, más de uno de cada tres pacientes que padecen una infección invasiva por C. auris, como la que afecta a la sangre, el corazón o el cerebro, muere.
Los síntomas más comunes de una infección invasiva son fiebre y escalofríos que no mejoran tras el tratamiento con antibióticos de una supuesta infección bacteriana. Una infección por C. auris puede ser difícil de identificar con los métodos de laboratorio estándar, y puede ser mal identificada en laboratorios sin tecnología específica, según el boletín del estado.
En 2021, se reportaron casi 1,300 casos confirmados o probables de C. auris, según los datos de los CDC, con casos que se triplican en California, Florida, Illinois y Nueva York. En Nevada solo se reportaron dos casos el año pasado.
La pandemia propició ciertas condiciones que hicieron más factible su propagación, con brotes en las unidades de COVID-19 de los hospitales de cuidados intensivos, según los CDC. Estos brotes pueden estar relacionados con cambios en las prácticas rutinarias de control de infecciones, como la disponibilidad limitada de guantes y batas, la reutilización o el uso prolongado de estos artículos, y los cambios en las prácticas de limpieza y desinfección.
Este es un reportaje en desarrollo.