Hay una epidemia creciente de la que el país debe preocuparse, y solo empeorará si no tomamos medidas, dice el cirujano general de Estados Unidos.
La soledad y el aislamiento están aumentando en Estados Unidos, y se están convirtiendo rápidamente en una crisis, ya que aproximadamente la mitad de los adultos afirman haber experimentado recientemente la soledad, según el aviso del cirujano general Vivek H. Murthy publicado este mes.
“Cuando asumí por primera vez el cargo de cirujano general en 2014, no veía la soledad como un problema de salud pública”, escribió.
No fue hasta que viajó por todo el país para escuchar a los estadounidenses compartir sus historias de sentirse “aislados, invisibles e insignificantes” que se dio cuenta de que la desconexión social estaba mucho más extendida, dijo Murthy.
La ‘crisis’ de la soledad
Aunque la pandemia del COVID-19 hizo aflorar en muchos sentimientos de aislamiento y soledad, estos ya estaban en aumento.
Los dos conforman este problema nacional de desconexión y, aunque están relacionados, no significan exactamente lo mismo. El aislamiento social se define por tener pocas relaciones y falta de interacción social, mientras que la soledad es un “estado interno”.
Un estudio de 2022 citado por la asesoría mostraba que solo el 39 por ciento de los estadounidenses se sentían conectados emocionalmente con los demás. El estudio demostró que con este aumento de la falta de conexión social con los demás, también aumentaba la soledad.
Ambos factores están “más extendidos que muchos de los principales problemas de salud actuales, como el tabaquismo, la diabetes y la obesidad”, según el aviso.
El aumento del uso de la tecnología, la falta de participación en la comunidad y la disminución de la participación personal en la interacción social pueden achacarse en parte al aumento de la soledad.
Porqué es importante la conexión social
Es muy sencillo. Las personas que se sienten conectadas con otras parecen vivir más tiempo. Datos recientes que abarcan 148 estudios han demostrado que los individuos con un mayor nivel de conexión social han aumentado sus “probabilidades de supervivencia en un 50 por ciento”.
La conexión social influye en la salud a través de tres vías principales: la biología (es decir, las hormonas, los genes, la inflamación), la psicología (es decir, tener un propósito y esperanza) y el comportamiento (es decir, el ejercicio, el sueño, la nutrición).
Entonces, ¿cómo puede una interacción social adecuada ayudar a una persona con estos tres factores de salud?
La conexión social afecta a la vía biológica apareciendo en las primeras etapas de la vida y “contribuyendo al riesgo y a la protección frente a la enfermedad” a lo largo del camino.
La vía psicológica se ve afectada por las relaciones sociales y por dar a una persona motivación en su vida.
El comportamiento puede verse afectado directamente por la influencia social, mediante palabras de ánimo de los seres queridos o siguiendo el ejemplo, como ser más activo físicamente si tus amigos hacen ejercicio.
La falta de conexión social, por otra parte, es un factor de riesgo de muerte por enfermedad, dice la recomendación. Enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión, depresión, enfermedades infecciosas, ansiedad y reducción de la función cognitiva son posibles consecuencias.
Un sistema inmunitario debilitado por una menor interacción social puede aumentar las probabilidades de contraer una enfermedad infecciosa. Un estudio realizado durante la pandemia del COVID-19 demostró que “la falta de conexión social con los vecinos y la soledad resultante se asociaron con respuestas más débiles de los anticuerpos a la vacuna”.
Formas de mejorar la conexión social
La asesoría sugiere diseñar un entorno comunitario que ayude a construir la conexión social a través de programas e institutos que reúnan a la gente.
Desde el punto de vista gubernamental, deberían establecerse políticas para “minimizar los daños derivados de la desconexión”, afirma Murthy. Además, afirma que los profesionales de la atención a la salud deben recibir una formación exhaustiva sobre el tema y aumentar el seguimiento de la desconexión en las comunidades.
El cirujano general también aconseja que, dado que los entornos digitales pueden ser una de las causas de la soledad y la falta de conexión social, las empresas deben proporcionar más transparencia de datos para que las autoridades puedan comprender mejor cómo afecta la tecnología a la desconexión. También afirma que esas empresas deben aumentar los estándares de seguridad para proteger a los usuarios.
Según Murthy, para que el país pueda combatir esta epidemia es necesaria una mayor concienciación pública y más financiación de la investigación sobre el tema. Sugiere reunir a investigadores, profesionales de la salud y responsables políticos para elaborar una agenda nacional que aborde el problema.
En general, afirma que lo más importante es cultivar algo que la gente pueda hacer en su vida cotidiana. Afirma que los individuos necesitan un nuevo sentido de la conexión social y construir “una cultura de la conexión” mediante actos de servicio, siendo amables, respetándose unos a otros y manteniendo estas conversaciones en escuelas y lugares de trabajo.
El cirujano general le pide al público actuar ahora porque “nuestro futuro depende de lo que hagamos hoy”.
“Responde a esa llamada telefónica de un amigo. Date el tiempo para compartir una comida. Escucha sin la distracción de su teléfono”, dijo. “Preséntate a un acto de servicio. Exprésate con autenticidad. Las claves de la conexión humana son sencillas, pero extraordinariamente poderosas”.
Si tú o alguien que conoces necesita ayuda, llama o envía un mensaje de texto a la red Crisis Lifeline 24 horas al día, siete días a la semana, al 988. El chat en vivo está disponible en 988lifeline.org.