Una factura médica enorme puede desencadenar una oleada de pánico, pero intenta calmarte.
Esa sorprendente factura que te llegó por correo puede no ser lo que acabes pagando. Los errores o la lentitud en los pagos del seguro pueden haber inflado el total. Incluso si es correcta, la ayuda financiera u otro tipo de asistencia podrían ayudar a recortarla.
A veces una simple llamada telefónica resuelve el problema. Otras veces son necesarios refuerzos.
Los expertos en deudas dicen que los pacientes deben atacar las facturas médicas con un plan. Estos son los pasos clave que hay que dar.
Comprueba las cifras
No escondas la factura en un montón de correo con la esperanza de que desaparezca, pero tampoco te apresures a pagarla sin conocer antes su importe.
“Especialmente si se trata de una factura muy elevada, considérala como una oferta inicial”, dice Caitlin Donovan, portavoz de la organización sin fines de lucro Patient Advocate Foundation, que ayuda a pacientes con enfermedades graves o crónicas a afrontar problemas de deudas y seguros.
Las facturas médicas pueden estar plagadas de errores. También pueden haber sido enviadas antes de que se resolviera la cobertura del seguro.
Donovan recomienda comparar la factura con la explicación de prestaciones de la aseguradora. Se trata de un documento que envía la aseguradora y que explica cómo se aplicará su cobertura a la atención recibida. Puede darte una idea de lo que aún puedes deber en función de tu franquicia o del máximo de desembolso directo del plan.
Si algo te parece extraño, llama a la aseguradora y al hospital para que te lo expliquen.
Es posible que alguien en el hospital haya introducido por error un código erróneo para la atención que recibiste o que la haya duplicado. Pide una factura detallada al hospital para ver si fue así.
Pero ten en cuenta que esas facturas también pueden ser difíciles de interpretar o contener errores que poco tienen que ver con el cargo, dijo Donovan.
Conoce la ley
La Ley Sin Sorpresas se estrenó el año pasado y ofrece una capa de protección. Los pacientes deben asegurarse de que su proveedor de atención médica cumple esta ley.
En muchos casos, impide que los médicos u hospitales facturen tarifas más elevadas a los pacientes asegurados cuando los proveedores de asistencia no forman parte de la red de cobertura de su aseguradora.
La ley ofrece protección para la mayoría de los cuidados de urgencia al exigir básicamente que los pacientes reciban cobertura dentro de la red sin facturación adicional por parte del proveedor. También protege a los pacientes de facturas enormes por análisis de laboratorio o un anestesista fuera de la red cuando el paciente ha sido tratado en un hospital de la red.
Los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid han creado un “Servicio de ayuda sin sorpresas” para quienes tengan dudas sobre si su factura cumple la ley. Pueden llamar al 800-985-3059 o presentar una queja por internet.
Busca ayuda externa
Existen multitud de organizaciones con y sin fines de lucro que pueden ayudar a las personas a navegar por las facturas médicas.
Patient Advocate Foundation ayudó a David White a recuperar más de dos mil dólares que pagó por análisis de laboratorio rutinarios tras su trasplante de riñón.
Una gestora de casos explicó a White que una base de datos gubernamental estaba causando complicaciones con la reclamación y que este tipo de cosas ya había ocurrido antes a personas con su enfermedad. También le ayudó a corregir el error.
“Me devolvieron hasta el último centavo que pagué”, afirma White, de 61 años, miembro voluntario del consejo de la fundación. “Es solo que no hay manera de que pudiera resolver esto por mí mismo”.
La fundación ofrece un directorio en internet de posibles recursos de ayuda para facturas médicas o de medicamentos.
La ayuda externa también puede incluir la oficina del fiscal general del estado, que puede tener una unidad de activistas de la salud o una división de protección del consumidor.
Desconfía de cualquier tipo de tarjeta de crédito médica que pueda ofrecerte un proveedor, afirma John McNamara, director adjunto principal de la Oficina Federal de Protección Financiera del Consumidor. Estas tarjetas pueden tener tasas de interés elevados o condiciones que pueden perjudicar económicamente al paciente si no paga la deuda en un plazo determinado.
Además, los pacientes que aceptan la oferta pueden perderse otras ayudas financieras, o puede que no se facture a su aseguradora, señala McNamara.
Ayuda financiera
Una vez comprobados los errores, solicita ayuda económica. Algunos sistemas hospitalarios pueden ofrecer ayuda a personas con ingresos de hasta seis cifras.
“Muchas veces, la gente asume que no cumplirá los requisitos”, explica Donovan.
Los pacientes deben ser persistentes a la hora de pedir ayuda o averiguar por qué se negó una solicitud. Puede haberse debido a un error. Las solicitudes pueden pedir mucha documentación de apoyo.
Muchos hospitales no hacen un gran trabajo informando a los pacientes sobre la ayuda disponible, dijo Marceline White, directora ejecutiva de Economic Action Maryland, una organización sin fines de lucro que ayuda a las personas en ese estado a solicitar asistencia financiera.
“La responsabilidad de solicitar la ayuda y hacer el trabajo recae en el paciente”, afirma.
Pide un descuento si no dispones de ayuda económica.
Regatear y presupuestar
Ya comprobaste si hay errores y preguntaste por descuentos y ayudas económicas. Ahora puede que tengas que enfrentarte a una factura final.
Pregunta por un plan de pago. Muchos hospitales ofrecen opciones sin intereses o con una tasa muy baja.
Pero antes de comprometerte a ello, revisa tu presupuesto para hacerte una idea del tipo de pago que puedes asumir. Considera la posibilidad de buscar programas basados en los ingresos que puedan ayudarte a pagar la renta o las facturas de los servicios públicos.
Donovan señaló que las personas que aceptan una factura mensual que resulta ser demasiado alta pueden terminar teniendo esa deuda en colecciones si no pueden hacer los pagos.
“Entonces se encuentran con un problema completamente nuevo”, dijo.