La mayoría de las apoplejías, accidentes cerebrovasculares, pudieran prevenirse, según las nuevas directrices destinadas a ayudar a las personas y a sus médicos a hacer precisamente eso.
El accidente cerebrovascular fue la cuarta causa principal de muerte en Estados Unidos en 2023, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), y más de medio millón de estadounidenses sufren una apoplejía cada año. Pero hasta el 80 % de las apoplejías pueden prevenirse con una mejor nutrición, ejercicio e identificación de factores de riesgo.
Las primeras directrices nuevas sobre la prevención de apoplejías en 10 años de la Asociación Americana de Accidentes Cerebrovasculares, una división de la Asociación Americana de Cardiología (AHA), incluyen recomendaciones para las personas y los médicos que reflejan una mejor comprensión de quién sufre apoplejías y por qué, junto con nuevos medicamentos que pueden ayudar a reducir el riesgo.
La buena noticia es que la mejor manera de reducir el riesgo de una apoplejía es también la mejor manera de reducir el riesgo de una gran cantidad de problemas de salud: comer una dieta saludable, mover el cuerpo y no fumar. La mala noticia es que no siempre es tan fácil de mantener.
El Dr. Sean Duke, médico especialista en accidentes cerebrovasculares del Centro Médico de la Universidad de Mississippi, culpa a las fuerzas de la sociedad, como los teléfonos celulares y la comida barata y poco saludable, que mantienen a las personas sedentarias y comiendo mal. “Nuestro mundo está en nuestra contra”, dijo.
Esto es lo que debes saber sobre el accidente cerebrovascular y las nuevas directrices:
¿Qué es una apoplejía?
Una apoplejía ocurre cuando se bloquea el flujo sanguíneo a una parte del cerebro o si se rompe un vaso sanguíneo en el cerebro. Eso priva al cerebro de oxígeno, lo que puede causar daño cerebral que puede provocar dificultad para pensar, hablar y caminar, o incluso la muerte.
Importancia de la dieta
Comer sano puede ayudar a controlar varios factores que aumentan el riesgo de una apoplejía, como el colesterol alto, el azúcar en sangre alta y la obesidad, según la asociación de cardiología.
El grupo recomienda alimentos de la dieta mediterránea como frutas, verduras, cereales integrales y aceite de oliva, que pueden ayudar a mantener bajos los niveles de colesterol. Sugiere limitar la carne roja y otras fuentes de grasas saturadas. En su lugar, obtenga su proteína de frijoles, nueces, aves, pescado y mariscos.
Limite los alimentos altamente procesados y los alimentos y bebidas con mucha azúcar agregada. Esto también puede reducir la ingesta de calorías, lo que ayuda a mantener el peso bajo control.
Mover el cuerpo
Levantarse y caminar durante al menos 10 minutos al día puede reducir “drásticamente” el riesgo, dijo la Dra. Cheryl Bushnell, neuróloga de la Facultad de Medicina de la Universidad de Wake Forest, que formó parte del grupo que elaboró las nuevas directrices. Entre los muchos beneficios: El ejercicio regular puede ayudar a reducir la presión arterial, un factor de riesgo importante para el accidente cerebrovascular.
Por supuesto, más es mejor: la asociación de cardiología recomienda al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada o 75 minutos de actividad vigorosa, o alguna combinación, por semana. La forma en que lo hagas no importa tanto, dijeron los expertos: ve al gimnasio, sal a caminar o corre en tu vecindario o usa caminadoras o máquinas de step en casa.
Nuevos medicamentos para la obesidad
La dieta y el ejercicio pueden ayudar a controlar el peso, otro factor de riesgo importante para los accidentes cerebrovasculares. Pero los reguladores han aprobado una nueva clase de medicamentos que pueden reducir drásticamente el peso, proporcionando nuevas herramientas para reducir el riesgo de apoplejías desde la última actualización de las directrices.
Las directrices ahora recomiendan que los médicos consideren recetar estos medicamentos, incluidos los que se venden bajo las marcas Ozempic, Wegovy, Mounjaro y Zepbound, a las personas con obesidad o diabetes.
Aunque esos medicamentos pueden ayudar, las personas aún necesitan comer bien y hacer ejercicio, advierte el Dr. Fadi Nahab, experto en apoplejías del Hospital de la Universidad de Emory.
Nuevas directrices sobre las apoplejías
Las nuevas directrices recomiendan por primera vez que los médicos evalúen a los pacientes para detectar otros factores que pudieran aumentar el riesgo de una apoplejía, incluidos el sexo y el género, y factores no médicos como la estabilidad económica, el acceso a la atención médica, la discriminación y el racismo. El riesgo de sufrir un primer accidente cerebrovascular es casi dos veces más alto para los adultos afroamericanos en Estados Unidos que para los adultos blancos, según los CDC.
“Si alguien no tiene seguro o no puede ir al consultorio de un médico debido a problemas de transporte o no puede salir del trabajo para recibir atención médica… todas estas son cosas que pueden afectar a la capacidad de prevenir una apoplejía”, dijo Bushnell.
Es posible que los médicos puedan señalar recursos para la atención médica o alimentos a bajo costo, y pueden dar ideas sobre cómo mantenerse activo sin tener que gastar mucho dinero en una membresía de gimnasio.
Las directrices también recomiendan ahora que los médicos deben detectar padecimientos que pudieran aumentar el riesgo de accidente cerebrovascular de una mujer, como la hipertensión durante el embarazo o la menopausia precoz.
Síntomas del accidente cerebrovascular
Tres de los síntomas más comunes de la apoplejía incluyen debilidad en la cara, debilidad en el brazo y dificultad para hablar. Y el tiempo es importante, porque el daño cerebral puede ocurrir rápidamente y puede limitarse si un accidente cerebrovascular se trata rápidamente. Los expertos en apoplejías han acuñado un acrónimo para ayudarlo a recordar: FAST: F por “face” en inglés o cara, A por “arm” o brazo, S por “speak” o habla y T por “time” o tiempo. Si crees que tú o un ser querido pudiera estar sufriendo una apoplejía o derrame cerebral, llama al 911 de inmediato.