El consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello, señaló que las redes sociales representan nuevos desafíos a los procesos democráticos, pero aunque democratizan las formas de interactuar y comunicarse no generan per se democracia.
“Las redes sociales, si bien democratizan los medios de interactuar y comunicarse, horizontalizan estas manera de comunicarse, no generan democracia per se, democracia no es igual a redes”, dijo.
Al exponer su reflexión al moderar el Conversatorio sobre Nuevas Tecnologías de la Información en la Forma de Entender y hacer Política, en el marco del IX Foro de la Democracia Latinoamericana “Desafíos de la política y la democracia en la era digital”, apuntó que las redes sociales logran una conexión de todos los ciudadanos a Internet.
Expuso que ejemplo de que las redes sociales no generan democracia es lo ocurrido en los países de la primavera árabe, que eran regímenes autoritarios y cayeron en buena medida por la interacción de ciudadanos en redes sociales.
Sin embargo, señaló, “hoy ninguno de los países de la primavera árabe son democracias consolidadas, es decir las redes no son sinónimo de democracia”.
En el panel se recordó que en México existen 79.1 millones de usuarios de Internet, el 36 por ciento es de nivel socioeconómico medio-bajo y las personas permanecen ocho horas y 12 minutos conectados en promedio.
Lo anterior principalmente mediante el uso de sus teléfonos inteligentes, y el 90 por ciento consulta redes sociales como Facebook, WhatsApp y Twitter.
Durante la inauguración del foro -en donde estuvo la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero- Gianni Buquicchio, de la Comisión de Venecia, advirtió sobre la presencia de noticas falsas en la era digital.
Inidcó que el sensacionalismo siempre ha vendido bien y la desinformación no es un fenómeno nuevo, ha existido desde que la noticia se convirtió en un concepto con la invención de la prensa impresa, y es una cuestión de influencia política.
“No es sólo una cuestión de negocio y beneficio, también es una cuestión de influencia política”, subrayó.
Puso como ejemplo que en la campaña presidencial de Estados Unidos las 20 noticias falsas más populares fueron objeto de más acciones y comentarios que las 20 reales más populares, lo que quiere decir que hay noticias falsas que la gente está dispuesta a creer y reales que resultan muy difíciles de hacerlo.
“Cuando la gente cree noticias falsas sus votos se ven afectados, y cuando las elecciones están ajustadas las noticias falsas pueden terminar decidiendo en última instancia quién gana o quién pierde”, alertó.
Francisco Guerrero, secretario para el Fortalecimiento de la Democracia de la Organización de Estados Americanos (OEA), enfatizó que el uso de Internet y las tecnologías digitales también ha dado lugar a una serie de desafíos y complejidades con las que se debe lidiar en las democracias y en las instituciones democráticas.
Mencionó que el Foro de la Democracia Latinoamericana que se desarrollará hasta este viernes en el Palacio de Minería permitirá escuchar a expertos en la materia que discutirán sobre diversos desafíos.
Entre ellos están la capacidad de los actores extranjeros para influir en las elecciones o fomentar la polarización a través de anuncios y contenidos específicos; y la velocidad de la comunicación que permite que la noticia falsa, dañina o polarizadora se propague rápidamente.
Además las burbujas de filtro y las eco-cámaras que aíslan a las personas de los puntos de vista de la competencia, y que tienen el riesgo de exacerbar la polarización, así como las posibles acciones a tomar ante estos retos.