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Químico en el agua potable de Nevada no será regulado pese a su oscuro pasado

Un producto químico con un notorio legado en Nevada no será regulado en el agua potable, pero la decisión de la U.S. Environmental Protection Agency (EPA) no debe resultar en ninguna disminución de los estándares de agua potable para los habitantes del sur de Nevada, indican funcionarios estatales.

La decisión del jueves de la EPA de no regular los percloratos (que pueden perjudicar la función tiroidea y dañar los cerebros de los bebés) se produjo mucho después de que la sustancia química se convirtiera en un problema en el sur de Nevada.

Los percloratos fueron producidos para explosivos y combustible de cohetes en Henderson desde los años 50 hasta los 90. En 1988, una explosión masiva en la planta de PEPCON que fabricaba el producto químico sacudió el valle de Las Vegas, matando a dos personas e hiriendo a cientos.

Décadas de acumulación en el nivel freático fueron detectadas en el Las Vegas Wash en 1997, cuando esfuerzos de limpieza fueron aplicados tanto por las compañías que habían producido perclorato de amonio como por el estado. En los años posteriores, los investigadores han encontrado que las concentraciones de perclorato en la fuente de agua del Valle de Las Vegas estaban por debajo de los niveles peligrosos para los seres humanos.

La limpieza fue una historia de éxito

Los últimos 20 años de esfuerzos de limpieza han sido un gran éxito, según Greg Lovato, administrador de la División de Protección Ambiental de Nevada, y ahora la contaminación por perclorato está muy por debajo del estándar de agua potable de cualquier estado. La concentración de percloratos en el Lago Mead ha disminuido de 15 partes por billón (ppb) en 1997 a 0.4 ppb en 2020. Un ppb equivale a una gota de agua en una piscina de tamaño olímpico.

Lovato dijo que la decisión de la EPA probablemente no afectará a la limpieza del perclorato en el estado. Los esfuerzos de limpieza de Nevada están bien apoyados y son exitosos, especialmente después de 2014, cuando el estado recibió mil 100 millones de dólares en un acuerdo de bancarrota.

“Tenemos nuestros propios objetivos y normas de limpieza para Nevada”, señaló Lovato. Cualquier norma adicional establecida por la EPA no habría cambiado los planes del estado, agregó.

Antes de la decisión, la EPA estaba considerando un límite máximo de contaminantes de 56 ppb, muy por encima de los niveles de Nevada, incluso en 1997, de 15 ppb. La decisión de la semana pasada es un retroceso en la posición de la administración Obama de que la sustancia química representa un riesgo para la salud humana y se encuentra en el agua potable a niveles que justifican la preocupación pública.

La EPA emitió un aviso de salud sobre el agua potable en 2008 de 15 ppb, que no se puede hacer cumplir por ley. El organismo determinó que la exposición a los percloratos a ese nivel durante más de 30 días no causaría efectos perjudiciales. Las regulaciones estatales van desde 6 ppb en California hasta 2 ppb en Massachusetts.

Debido a que el río Colorado proporciona agua potable a partes de California y Arizona, la agencia de Nevada toma en serio su impacto en otros estados. “No sólo estamos tratando de proteger el Lago Mead”, afirmó Lovato, “también estamos tratando de proteger a los usuarios de aguas abajo”.

El agua potable disponible en el Valle de Las Vegas se considera segura para beber, según Bronson Mack, vocero de la Southern Nevada Water Authority (SNWA).

El Lago Mead cumple con todos los estándares de agua potable de la Ley Federal de Agua Potable Segura, comentó Mack. La SNWA monitorea independientemente los contaminantes del agua potable y recientemente ha reportado 0.6 ppb de perclorato en el Lago Mead.

Riesgos posibles en otros lugares

Levi Kamolnick, director estatal de Medio Ambiente de Nevada, dijo que la falta de regulación es preocupante, ya que encaja con un patrón de desregulación en la administración de Trump.

“En un mundo ideal, la EPA debería estar constantemente buscando nuevos hallazgos y buscando nuevas formas de proteger a la gente de los productos químicos tóxicos”, mencionó. “Ese es técnicamente su trabajo”.

Kamolnick agregó que le preocupa algo más que los nevadenses, los niveles de perclorato se están manejando en Nevada, pero puede que no en otros estados.

Lovato expresó preocupaciones similares, aunque señala que no está al tanto de otras áreas que podrían estar en riesgo particular. “Puede haber situaciones en las que (otros estados) no tengan el nivel de recursos que nosotros tenemos”, apuntó. “Si el perclorato amenaza una fuente vulnerable de agua potable o un pozo, el hecho de no tener una reglamentación para el perclorato podría poner a ese sistema de agua potable y a todos los que lo rodean en una situación algo difícil”.

Aunque el estado ha logrado reducir 100 veces los niveles de perclorato en el agua potable de Nevada, la División de Protección Ambiental está planificando el tratamiento y la gestión del perclorato en el futuro.

J.D. Dotchin, jefe de la Oficina de Limpieza de Sitios Industriales de la división, aclaró que los últimos 20 años de limpieza han sido en respuesta a una acción de emergencia y que todavía están en la fase de investigación del esfuerzo de limpieza. Dotchin supervisa gran parte de los esfuerzos de recuperación del perclorato del estado.

La división sigue investigando el alcance del problema y evaluando los riesgos de contaminación por perclorato y otros contaminantes. Dotchin dijo que espera que esos esfuerzos se completen en 2021, cuando planearán los esfuerzos para correciones a largo plazo. El proceso implicará la exploración de nuevos métodos y tecnología para el tratamiento y la gestión. Añadió que la agencia probablemente instalará nuevos sistemas de gestión de contaminantes en 2025.

“Es un proceso largo, pero queremos asegurarnos de que lo hacemos bien”, concluyó Dotchin. “Puedes sacar el 95 por ciento del perclorato del Lago Mead, pero ese último cinco por ciento es la parte difícil”.

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