Sin signos de que la pandemia COVID-19 retroceda pronto, se pueden ver más dificultades en el horizonte con la aproximación de la temporada de gripe.
¿Qué sucederá cuando los hospitales, ya estresados por el alto número de pacientes con coronavirus, tengan que lidiar también con la afluencia de casos de gripe? En el punto álgido de la temporada de gripe, los recursos de los hospitales suelen agotarse, incluso sin la confluencia de las dos enfermedades.
“Anticipamos una gran tensión en los hospitales a medida que la gripe converge con el COVID-19”, señaló Amy Shogren de la Asociación de Hospitales de Nevada. “Ya estamos escuchando casos de gripe en nuestros hospitales”.
Sin embargo, pese a la preocupación muy real que rodea esta convergencia, hay algunas razones para el optimismo de que esta temporada de gripe podría ser más suave de lo habitual, lo que si se confirma, sería un resquicio de esperanza para la crisis del coronavirus.
Dos pájaros, una piedra
Un factor atenuante para la próxima temporada de gripe es que las medidas que se están adoptando para frenar el coronavirus (el uso de cubrebocas, el distanciamiento social y la permanencia en el hogar) también funcionan para protegerse contra la gripe.
“Esta va a ser una temporada de gripe fascinante porque las cosas que le decimos a la gente que haga también los protegerán contra la gripe”, señaló Brian Labus, profesor asistente de la Facultad de Salud Pública de la UNLV.
“Es realmente difícil decir cómo se va a ver esto porque nuestros comportamientos han cambiado completamente”, mencionó Labus, un epidemiólogo y bioestadístico que es miembro del equipo asesor médico del gobernador.
“Así que no esperaría una temporada de gripe típica porque nuestro comportamiento no es típico”.
Si la actividad en la parte inferior del globo es un indicio, podría tratarse en realidad de una temporada de gripe muy inusual en Estados Unidos, donde la mayoría de los casos de gripe suelen ocurrir entre octubre y mayo.
La temporada de gripe en el hemisferio sur (que normalmente va de abril a septiembre) ha sido muy suave, especialmente en comparación con la temporada anterior. Una razón clave es que muchas áreas han estado bloqueadas debido al coronavirus, reduciendo las oportunidades de transmisión de la enfermedad.
“Vemos cómo ha habido una tremenda diferencia entre una de las peores temporadas de gripe del hemisferio sur y una que es prácticamente inexistente”, comentó el doctor David Weismiller, profesor de la Facultad de Medicina de la UNLV.
Australia informó 185 casos de gripe confirmados en laboratorio en la última semana de julio, en comparación con casi 71 mil en la misma semana del año anterior, según el Sistema Nacional de Vigilancia de Enfermedades Notificables de Australia.
“El único cambio significativo es el distanciamiento social y los cubrebocas”, comentó Weismiller, señalando que los cierres en Australia han sido más estrictos que los que están en vigor en Estados Unidos. Aún así, añadió, “potencialmente podríamos ver una mejor temporada de gripe secundaria en Estados Unidos si seguimos con las medidas actuales”.
“Un respeto muy saludable”
Otra variable para determinar la gravedad de la temporada de gripe aquí en Nevada y en Estados Unidos será la cantidad de personas que se vacunen contra ella, indican las autoridades sanitarias. El porcentaje de nevadenses mayores de seis meses que se vacunaron contra la gripe fue del 39 por ciento, según datos de la temporada de gripe 2017-2018 del grupo sin fines de lucro Immunize Nevada. El promedio nacional fue del 42 por ciento.
Pero hay cierta esperanza de que el temor que rodea al COVID-19 pueda estimular el interés en vacunarse contra la gripe.
“Tengo mucha esperanza de que la gente se ponga la vacuna contra la gripe porque el miedo que rodea al COVID se traducirá en un respeto muy saludable por la gripe”, comentó la doctora Judith Ford, directora médica de Intermountain Healthcare.
Una encuesta reciente sugiere que este podría ser el caso. En medio de las preocupaciones sobre el virus, el 30 por ciento de los adultos comentó que era más probable que se vacunaran contra la gripe este año, según una encuesta realizada por United Healthcare a mil adultos de Estados Unidos.
Durante la última temporada de gripe, hubo unas mil 400 hospitalizaciones por gripe y 54 muertes en el Condado Clark, según datos del Distrito de Salud del Sur de Nevada. Hasta el viernes, hubo cerca de tres mil 100 hospitalizaciones por COVID-19 y 770 muertes reportadas en el condado.
“No hay nada que podamos hacer ahora mismo para el COVID. No hay ninguna vacuna disponible”, agregó Ford. “Tengo la esperanza de que la gente al menos se vacune por las cosas que pueden prevenir”.
El desarrollo y las pruebas de las vacunas para COVID-19 se están llevando a cabo a un ritmo sin precedentes, con la esperanza de que al menos una vacuna eficaz pueda estar disponible para los que corren mayor riesgo tan pronto como a finales de este año, pero la distribución de una vacuna a tiempo para la temporada de gripe está lejos de ser una certeza.
Protección imperfecta
Mientras tanto, la vacuna contra la gripe es imperfecta. Los científicos deben predecir meses antes de la temporada de gripe qué cepas del virus circularán. El éxito de las predicciones varía de año en año, y en algunas temporadas, la vacuna no se adapta bien a las cepas.
Pero incluso cuando una persona que fue vacunada se enferma, la enfermedad probablemente será menos grave, comentó Karen Duus, profesora asociada de microbiología e inmunología de la Universidad de Touro Nevada en Henderson. Esa es la “ventaja tácita de la vacuna”.
“De todos modos te sentirás mal por una semana o dos, pero no terminas yendo al hospital”, subrayó Duus. Lo que la gente no quiere que ocurra es que se contagien de gripe encima del COVID-19, lo que describió como un “pensamiento horripilante”.
“Si tienes un COVID leve y encima te da gripe, ¿qué te provoca eso? No lo sabemos”, cuestionó Duus.
Desde el punto de vista de la salud pública, podría ser más importante que nunca vacunarse contra la gripe.
“Cuantas más personas se vacunen contra la gripe, menos enfermedades de ese tipo tendremos en la población, y por lo tanto, ayudará a mitigar cualquier impacto en nuestro sistema de salud”, mencionó el doctor Cortland Lohff, jefe médico en funciones del Distrito de Salud del Sur de Nevada.
“Si podemos mantener la influenza a raya, entonces podemos realmente centrar nuestros esfuerzos en responder a la actual pandemia de COVID”, dijo.
El Distrito de Salud planea comenzar a dar las vacunas contra la gripe en septiembre. Muchos médicos aconsejan vacunarse en septiembre u octubre para tener protección durante toda la temporada.
Weismiller está instando a sus pacientes a pensar estratégicamente en vacunarse. Con algunas empresas cerradas o con sus empleados trabajando desde casa, menos ofrecerán vacunas en el lugar a sus empleados. Así que aconseja a los pacientes que van a la farmacia, por ejemplo, que consideren vacunarse contra la gripe mientras están allí.
Es especialmente importante que las personas mayores y las que tienen problemas de salud subyacentes se vacunen contra la gripe, afirman las autoridades sanitarias. Tienen un mayor riesgo de tener complicaciones no sólo por la gripe, sino también por COVID-19.
Escuela virtual
Los estudiantes también corren el riesgo de enfermarse gravemente de gripe, más que de COVID-19, según las pruebas actuales.
Según los Centros para la Prevención y Control de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés), en Estados Unidos, 166 niños murieron de gripe en la última temporada. Durante la pandemia de influenza H1N1 de 2009-2010, se reportaron 358 muertes de niños por gripe en todo el país. En contraste, hasta el 21 de julio, 64 niños en Estados Unidos habían muerto a causa de COVID-19.
Pero el hecho de que las escuelas públicas del Condado Clark comenzarán el semestre enseñando en línea en lugar de en las aulas, debería ayudar a mitigar la propagación de la gripe, comentó Ford.
“Esperamos que todas las enfermedades respiratorias no sean tan graves porque los pequeños no se mezclarán entre ellos”, señaló.
La circulación en el otoño y el invierno de múltiples virus respiratorios (incluyendo los que causan resfriados) complicará el diagnóstico de las infecciones respiratorias.
“Como proveedores, debemos averiguar si el paciente tiene gripe, si tiene COVID o si tiene ambos”, destacó Ford.
Pero una consecuencia de la pandemia ha sido el aumento del uso de la telemedicina, que ha permitido a los pacientes consultar con sus médicos por teléfono o videoconferencia.
“Ahora más que nunca, estamos muy capacitados y entrenados para utilizar la tecnología de la mejor manera posible”, comentó el doctor Neil Gokal, un médico de familia de Southwest Medical Associates. “Y también tenemos la capacidad de conectarnos con los pacientes en la seguridad y comodidad de sus hogares para mantenerlos a salvo de ser expuestos innecesariamente o de exponer a otras personas”.
Prueba “combo”
Para satisfacer las demandas de la convergencia de la gripe y el coronavirus, los CDC han diseñado una nueva prueba “combo” que analizará tanto la gripe como el nuevo coronavirus, que causa el COVID-19, explicó Mark Pandori, director del Laboratorio de Salud Pública del Estado de Nevada en Reno.
El laboratorio estatal pronto evaluará la prueba para su uso en Nevada en esta temporada de gripe.
“La prueba será extremadamente útil cuando entremos en la temporada de gripe”, comentó el director del laboratorio. “Dado que la manifestación de la influenza y el COVID-19 pueden ser tan similares, será importante poder diferenciar estas infecciones en las personas”.