Henrietta Peterson sintió alivio cuando se puso su rompevientos sobre su curita en el hombro derecho.
Era el miércoles por la mañana en North Las Vegas, y esta residente de 72 años acababa de recibir su primera dosis de la codiciada vacuna contra COVID-19. Ella y su marido, Ernest Conner, habían pasado semanas buscando una cita antes de recibir una invitación a una clínica de la ciudad en el Martin Luther King Jr. Senior Center.
“No había ningún sitio dónde registrarnos”, recuerda Peterson. “Debieron haber venido aquí primero, porque esta es la zona más afectada”.
La clínica de dos días fue uno de los primeros eventos de vacunación preferencial de la región, ofreciendo cientos de vacunas a la lista de miembros del centro de ancianos, en su mayoría afroamericanos y latinos, antes de invitar al público en general. Funcionarios afirman que no será la última.
Datos recientes muestran que un número relativamente pequeño de vacunas se destina a los residentes de los vecindarios afroamericanos y latinos locales donde han proliferado los casos de COVID-19. En todo el sur de Nevada, los dos grupos minoritarios han sido vacunados en tasas desproporcionadamente bajas en comparación con sus homólogos blancos y asiáticos.
El gobernador Steve Sisolak declaró la semana pasada que el sur de Nevada se enfrentaba a una “crisis de equidad” y pidió a los líderes locales que tomaran medidas como parte de una Iniciativa de Equidad e Imparcialidad. La oficina de Sisolak también creó un comando de equidad para abordar los problemas en todo el estado que debe comenzar a reunirse este mes.
“Sé que los condados son conscientes de ello, sé que los líderes locales son conscientes de ello, sé que los distritos sanitarios son conscientes de ello”, dijo Sisolak durante una conferencia de prensa el jueves. “Y les corresponde a ellos tomar esa información y, con suerte, lidiar con ella”.
Las disparidades han despertado alarmas entre los funcionarios, que señalan los datos nacionales que muestran que los grupos minoritarios tienen más probabilidades que los blancos de ser hospitalizados o morir a causa de COVID-19. Los datos locales muestran que los residentes asiáticos y de las islas del Pacífico son los que más mueren aquí, seguidos por los blancos.
El doctor Fermín Leguen, jefe de salud del Distrito de Salud del Sur de Nevada, afirma que no está de acuerdo con la sombría evaluación del gobernador. La administración de vacunas a dos vías de prioridad (trabajadores esenciales y el público en general) ha sesgado hasta ahora los datos sobre los receptores, dijo.
Sin embargo, el distrito sanitario ya está modificando su estrategia de vacunación para administrar más vacunas a diversas comunidades.
“No podemos quedarnos sentados y esperar a que las desigualdades se solucionen por sí solas”, sugirió Leguen.
Líderes: La confianza es la clave
En el sur de Nevada, los líderes de la comunidad afroamericana y latina se han convertido en socios cruciales en la difusión de información sobre la vacuna.
Esta semana, ellos y los médicos locales organizaron un seminario web de una hora de duración sobre la vacuna “mitos contra hechos” para el público y respondieron a preguntas sobre el contenido de la vacuna y su funcionamiento.
Los residentes afroamericanos que desconfían de la vacuna suelen hacer referencia al “experimento Tuskegee”, que duró décadas y no fue ético, dijo la presidenta de la sucursal de la NAACP en Las Vegas, Roxann McCoy. Desde los años 30 hasta principios de los 70, los investigadores federales mintieron a cientos de hombres afroamericanos de Alabama sobre la posibilidad de darles asistencia sanitaria, y en su lugar estudiaron el efecto de la sífilis no tratada en ellos.
“No creemos todo lo que dicen los blancos, y hay una historia que dice por qué no podemos”, aseveró.
Jacqueline Perkins-Denmark, una enfermera jubilada afroamericana, dijo que los miembros de su familia sacan a relucir el experimento de Tuskegee cuando les pregunta sobre la posibilidad de tomar la vacuna contra COVID-19.
“Creen que están tratando de meternos algo”, mencionó Perkins-Denmark, que recibió su primera dosis el miércoles. “Intento hablar con ellos, pero la gente es muy desafiante. Tengo que dejarles hacer lo que van a hacer”.
Los latinos también desconfían
Muchos latinos también desconfían del proceso de vacunación, afirman los líderes de la comunidad.
Temen que su información personal pueda ser entregada a las autoridades de inmigración, lo que ha llevado a los funcionarios a discutir la apertura de una clínica en el Consulado de México en el centro de Las Vegas.
“El idioma, la cultura y ver a alguien conocido crea un buen ambiente para que pregunten sobre su salud, cuestiones de empleo, asuntos legales y cómo vacunarse”, sugirió el cónsul, Julián Escutia Rodríguez.
Para conectar con más latinos, los funcionarios están llegando a las emisoras de radio y televisión en español. La campaña de divulgación COVID-19 “Está en tus manos” incluye ahora información sobre la vacuna y anima a los jóvenes latinos de hogares multigeneracionales a ayudar a sus mayores a inscribirse en las citas.
“Ha sido un paso muy natural”, comentó Rodríguez sobre la ampliación de la campaña. “Ya tenemos las asociaciones, la red, los medios de comunicación y los mensajes en redes sociales”.
Según McCoy, los líderes comunitarios de los distintos grupos raciales y étnicos están ayudando a generar confianza con el simple hecho de vacunarse y estar disponibles para responder a las preguntas que se les plantean.
Otra faceta de la estrategia consiste en ir al encuentro de los residentes allí donde están. La ciudad está inscribiendo a las personas para la vacunación en iglesias y supermercados.
Los centros de vacunación emergentes complementarán el centro de vacunación permanente de la ciudad en la Preparatoria Canyon Springs, que está abierto al público en general.
El sitio permanente sirve a los residentes de la ciudad en general, pero los datos de registro muestran que miles de personas que viven fuera de North Las Vegas se han registrado allí también.
“Estábamos recibiendo gente de todo el valle, y queríamos empezar a dirigirnos a nuestras comunidades en North Las Vegas”, dijo el director de la ciudad, Ryann Juden. “Cada vez que intentas crear equidad, debes ser intencional”.