José Díaz estaba en el camino equivocado en la escuela pública.
Hubo muchas malas influencias para el estudiante de séptimo grado, que no tuvo el mejor comportamiento.
“Era un ambiente horrible”, admitió. “Me juntaba con las personas equivocadas”.
Ahora, el joven de 15 años es uno de los miles de estudiantes de Nevada inscritos en una escuela privada con dinero del programa de becas Opportunity. Es su segundo año en Mountain View Christian School en Las Vegas, y le encanta.
La beca, lanzada en 2015, permite a las empresas donar dinero para la matrícula de estudiantes de bajos ingresos a cambio de una cancelación de impuestos.
La cantidad de dinero otorgado para la matrícula se ha disparado de $3.2 millones otorgados a 541 estudiantes en el año escolar 2015-16 a aproximadamente $11.8 millones otorgados a 2 mil 306 niños en lo que va del año escolar.
“El programa ha tenido un gran éxito con los estudiantes y las familias, brindando oportunidades a los niños que de otra manera no lo tendrían”, dijo Melissa Schroeder, una profesional del programa de educación para el Departamento de Educación del estado.
Para padres como Rosa Díaz, la madre de José, es un cambio de vida. El cambio en su hijo fue como de la noche a la mañana.
“Estoy muy agradecida porque antes no hacía nada bien, y ahora lo está haciendo todo bien”, dijo Díaz, una madre soltera. “Es como si le hubieran cambiado su mentalidad”.
Crecimiento de oportunidades
Desde 2015, se han otorgado becas a estudiantes en 82 escuelas, la mayoría de las cuales son campus religiosos.
Eso incluye $3.1 millones otorgados a estudiantes en Calvary Chapel Christian School y $1.9 millones otorgados a estudiantes en Saint Anne Catholic School, según datos estatales desde 2015 hasta este año escolar hasta el momento.
Las familias deben tener un ingreso de no más del 300 por ciento del nivel federal de pobreza para calificar, o no más de $75 mil 300 para una familia de cuatro en 2018.
Este año, Mountain View estuvo entre las opciones más populares, recibiendo $808 mil 143 en becas, según los últimos datos estatales disponibles. De los aproximadamente 300 estudiantes allí, 150 están becados, según el director ejecutivo Raymond LeBoeuf.
Eso incluye a José y su hermano menor, Ángel de 8 años, cuya matrícula cuesta $8 mil 899 y $7 mil 200, respectivamente. Eso es más de lo que su gana su madre, alrededor de $28 mil y apoya a tres hijos.
Ahora, dijo José, su educación significa mucho más para él que antes de que asistiera a Mountain View.
“En ese entonces solo quería sobrevivir”, dijo, reflexionando sobre sus años anteriores en la escuela. “Y ahora realmente quiero llegar a la universidad, ya sabes, y tener una oportunidad”.
Otras escuelas están diseñadas para niños con trastornos de aprendizaje. New Horizons Center for Learning es una escuela K-12 que atiende a estudiantes con autismo de alto funcionamiento, trastorno por déficit de atención y dislexia.
La directora Barbara Bidell informó que las becas han ayudado a diversificar la escuela, que tiene un costo de $12 mil a $14 mil 400.
“Los niños pueden venir aquí, de lo contrario no podrían, y eso es realmente útil”, destacó.
¿Cómo funciona?
La Legislatura aprobó inicialmente el programa de becas con un crédito fiscal máximo de $5 millones para 2015-16. Esa cantidad crece un 10 por ciento cada año. Este año, las empresas pueden donar un máximo de alrededor de $6.65 millones cada una.
Solo las empresas que pagan un impuesto comercial modificado pueden hacer donaciones a cualquiera de las tres organizaciones que otorgan becas: el Fondo de Educación del Norte de Nevada, la Fundación de Becas de la AAA o Dinosaurs and Roses.
Esos grupos, que pueden tomar una pequeña porción de las donaciones para gastos administrativos, otorgan becas de hasta $8 mil 132 a cada estudiante que aplique.
Los padres deben pagar por el resto de la matrícula que la beca no cubre. Sin embargo, la familia Díaz pagó a través del fondo de becas de Mountain View.
Esa cantidad ha aumentado de acuerdo con la inflación desde la cantidad máxima original de $7 mil 755 para 2015-16.
Las organizaciones de becas pueden establecer requisitos para determinar cuánto dinero recibe un estudiante y qué debe hacer para mantener la beca.
AAA, por ejemplo, puede quitar una beca debido a la poca asistencia o expulsión. La organización también tiene pautas sobre la cantidad que recibe cada estudiante. Los nuevos solicitantes deben tener un ingreso familiar que no supere el 185 por ciento del nivel federal de pobreza para recibir el máximo de $7 mil 500 que otorga.
En 2017, la Legislatura aumentó la cantidad de dinero disponible con una infusión única de $20 millones en créditos fiscales, un compromiso después del estancamiento político sobre las cuentas de ahorro para la educación, otra forma de elección escolar.
Para fines del año fiscal 2018, las empresas agotaron al máximo ese crédito, donando $20 millones además del máximo de $6.05 millones para ese año, según Schroeder, del Departamento de Educación.
Los grupos de becas no tienen que usar todo ese dinero en un año. Pueden acumular reservas para garantizar que un estudiante pueda continuar yendo al mismo año escolar después del mismo.
Michele Morgan, directora ejecutiva de Dinosaurs and Roses, indicó que las becas son parte del mejor programa de la historia.
“Mi gran petición y mi gran desafío es que estoy rogando a otras compañías que pagan impuestos a las empresas modificadas, por favor, póngase en contacto conmigo y sean parte de este maravilloso programa”, recomendó. “Porque está ahí para ser tomado”.
La organización sin fines de lucro, que comenzó como una tienda de segunda mano, ha ayudado a financiar a más de 450 estudiantes este año escolar.
“Para darles a estos niños la oportunidad de ir a una escuela privada, ya muchos de estos niños que viven en una situación de pobreza tan alta, a que puedan expandir su mente en la escuela y tener éxito en la escuela, creo que les ayuda tremendamente emocionalmente con lo que puede faltarles en casa”, dijo Morgan.