Una jueza de Las Vegas se negó el martes a reducir la fianza de un millón de dólares para Stephen Parshall, uno de los tres presuntos miembros del movimiento extremista “boogaloo”, acusado de conspirar para bombardear una central eléctrica y causar violencia en las protestas de “Black Lives Matter”.
“En esta etapa, las pruebas en su contra son abrumadoras”, comentó la Jueza de Paz, Diana Sullivan, quien consideró que Parshall era un peligro para la comunidad.
Durante la audiencia de 45 minutos, el fiscal adjunto Michael Dickerson calificó a Parshall, de 35 años, de “amenaza extrema”, que merece permanecer en custodia.
La audiencia se produjo cuando un informe de arresto obtenido por el Review-Journal muestra que los hombres también tenían planes para “destruir” edificios federales, incluyendo una estación de tarifas del Área Recreativa del Lake Mead.
Se espera que “se enfrenten a cargos criminales adicionales” a medida que la investigación avance y se revisen las pruebas digitales, según el informe.
Los miembros del grupo “participaron en entrenamiento físico, tácticas de armas de fuego y reconocimiento de varios lugares de destino”, según el informe.
Los coacusados de Parshall (Andrew Lyman, de 23 años, y William L. Loomis, de 40) se enfrentan a cargos de terrorismo, explosivos y a delitos federales separados derivados de la conspiración descubierta por los agentes del FBI que se habían infiltrado en el grupo de extrema derecha. Los tres hombres, que tienen antecedentes militares, llamaron la atención de las autoridades durante las manifestaciones de abril y mayo contra el cierre de las empresas estatales por el COVID-19.
El juez del caso decidió no permitir la transmisión en vivo del proceso judicial del martes.
Sus arrestos son los primeros en el país de extremistas de extrema derecha acusados de planear causar daño en las protestas de “Black Lives Matter”, según Joanna Mendelson, directora asociada del Centro de Extremismo de la Liga Antidifamación.
“La supuesta trama de este trío ilustra nuestras preocupaciones sobre los extremistas que utilizan el impulso y la agitación social para llevar a cabo sus planes”, le destacó Mendelson al Review-Journal la semana pasada.
El abogado defensor de Parshall, Robert Draskovich, quien presentó la petición de reducción de la fianza, comentó a finales de la semana pasada que su cliente niega haber hecho algo malo y no tiene ninguna afiliación con ningún grupo de derecha.
Esta es una historia en desarrollo.