Desde el año 2008, que empezó la recesión económica en los Estados Unidos, son muchas las familias que se han visto afectadas. Millones de empleos fueron recortados, dejando a cantidad de personas sin trabajo, otros sufrieron el recorte en sus horas laborales, pasando de 40 horas semanales a 20, y sin dudarlo, el presupuesto de las familias estadounidenses se vio altamente afectado por estos recortes en horas, salarios y empleos.
El estado de Nevada fue uno de los mayormente afectados durante la recesión, que aun vivimos, en cierta manera, el desempleo del estado de plata fue uno de los más altos de la nación, alcanzando el 14.9 por ciento en el año 2011. Según el Departamento de Trabajo de los Estados Unidos, de este alto porcentaje de desempleo, los grupos mayormente afectados son las minorías, afroamericanos e hispanos.
Teniendo en cuenta estas altas cifras de desempleo, fueron muchas las familias hispanas que se vieron en la obligación de aplicar a beneficios de desempleo, comida, salud, entre otros. Al enfrentar la cruda realidad de ser despedidos por sus empleadores, millones de familias hispanas buscaron la asistencia del gobierno que les permitía tener una ayuda para llevar comida a sus mesas. Aun cuando esta ayuda, se reducía a un poco más de la mitad del sueldo que ganaban mensualmente, “era algo y por lo menos teníamos la comida de los niños asegurada,” dijo Baltazar Isaza, al periódico El Tiempo.
Baltazar, contaba con un trabajo estable en la construcción. Un sueldo fijo, bien pago que le permitía brindarle a su esposa y dos hijos lo necesario para vivir “e incluso algunos gusticos,” precisó. Todo parecía, estar bien, pagaban su casa propia y según cuenta el patriarca de la familia Isaza, eran lo único que debían.
El hombre de 41 años de edad, que en sus manos narra años de trabajo duro, cuenta que a partir del año 2008, se empezaron a ver recortes de posiciones y en horas de trabajo. “Yo tenía unos ahorros, siempre es bueno ahorrar, pero primero, jamás pensé que fuera a durar tantos años la recesión y segundo jamás pensé que me fuera a tocar a mí y a mi familia,” dijo Isaza. Cuenta que en el año 2010, le fueron recortadas horas laborales, y así estuvo alrededor de 1 año y medio. Aun cuando vivían un poco “ajustados”, nada les hacía falta. Sin embargo, esto cambio en el momento en que fue despedido.
“Fue muy difícil, muy difícil. A mí me gusta trabajar, siempre he trabajado desde muy pequeño, y estar sin oficio es muy duro. Primero utilizamos los ahorros que tenía, mientras trataba de conseguir trabajo. Pero primero se acabaron los ahorros antes que conseguir algo. Por eso nos vimos en la obligación de aplicar para beneficio de desempleo. A veces me salen trabajos pequeños, arreglando algo, o de jardinería, pero nada fijo y cuando se tiene familia, se necesita algo fijo,” concluyó el hombre.
Como Baltazar, actualmente hay muchas familias, que se benefician de la ayuda de desempleo, pero comenzando este año, la misma se verá opacada ya que no podrán acceder a la extensión de emergencia de beneficios del desempleo. El destino de más de 1.3 millones de personas es incierto ya que no podrán extender sus beneficios de desempleo a partir del 1ero de enero del 2014. Esto sin contar otras 3.6 millones de personas que agotarán sus beneficios en el 2014 y no tendrán la oportunidad de aplicar para una extensión el próximo año.
Mediante una teleconferencia realizada en 27 de diciembre del 2013, el Secretario de Trabajo Thomás Pérez, discutió la importancia de mantener los beneficios para millones de personas que como Baltazar se encuentran sin empleo en estos momentos.
Desafortunadamente, el congreso no actuó y millones de familias tendrán problemas para alimentar a sus hijos y brindarles un techo donde vivir durante estas fechas, mencionó el Secretario de Trabajo. Otro de los puntos que quiso destacar fue la falta de conciencia al cortar los beneficios en estos momentos. En el año 2008 bajo la administración del presidente Bush, la tasa de desempleo se encontraba en un 7.2% con una duración promedio de 17 semanas, “es difícil de entender que estos beneficios se corten cuando el desempleo se encuentra en un 7.8% con una duración promedio de 36 semanas, ¿por qué cortar este programa cuando la economía va mejorando continuamente?” dijo Pérez.
El senador Harry Reid indicó que se está trabajando en una legislación que extienda los beneficios de desempleo, la cual se sometió a votación el lunes 6 de enero, en el senado, y pasó con el apoyo de varios representantes republicanos. El extender los beneficios, es una prioridad para los demócratas en el Congreso y para el Presidente Obama, quien está trabajando en la igualdad económica y así fortalecer e impulsar la economía. “Continuaremos trabajando fuerte para que las personas que necesitan estos beneficios tengan el apoyo necesario” destacó Pérez.
Es una situación crítica y que se puede prevenir, existen muchas personas que están viviendo día a día y que tienen que escoger entre comida o medicinas y eso es algo por lo que ninguna persona debería pasar, comentó el Secretario de Trabajo. Las caras del desempleo son bastantes, no solo son padres de familia, madres solteras, veteranos, ex marines, personas con títulos universitarios, son muchísimas caras y las situaciones son distintas en cada caso. Hay personas que han estado desempleadas por un largo plazo y están teniendo muchas dificultades para encontrar un empleo, subrayó el Secretario de Trabajo.
Enfatizó en la importancia de hacer crecer y fortalecer la economía de los Estados Unidos, de esta manera los empleadores podrán tener oportunidad de no solo contratar a personas que han estado desempleadas por un corto tiempo, sino también a quienes han estado desempleadas por un largo plazo. “En estos momentos hay millones de personas que están buscando trabajo, como país les ofrecemos un seguro de desempleo y hacemos esto para evitar la pobreza, en el último año, este seguro apartó de la pobreza de 2.5 millones de personas y debido a que el congreso no actuó antes de irse de vacaciones, 1.3 millones de nuestros amigos y vecinos van a perder esta ayuda. Esto no solo perjudicará a familias, también afecta a nuestra economía. El seguro de desempleo es una de las maneras más eficaces que hay, para estimular la economía,” destacó Pérez.
Al preguntársele sobre las personas que toman ventaja de este programa para no buscar empleo, el Secretario de Trabajo, afirmó que ese tipo de personas ocupan un mínimo porcentaje.
Aun cuando con una mayoría bipartidista del Senado de los Estados Unidos, se logró aprobar una ley para extender los beneficios de desempleo, los republicanos en el Congreso, no están de acuerdo con el proyecto de ley que beneficia a aquellos desempleados.
No obstante, un pequeño grupo de republicanos moderados de la Casa de Representantes, urgieron a sus líderes, para rescatar los beneficios federales de desempleo. El repesentante Chris Gibson (N.Y.) fue el líder del esfuerzo, con la ayuda de los representantes Joe Heck (NV), Peter King (N.Y.) y Jon Runyan (N.J.), mandaron una carta al portavoz de la Casa de Representantes John Boehner (Ohio) y el Líder de la Mayoría Eric Canton (Va).
“Con la llegada del fin de año y mientras el Congreso trabaja en resolver asuntos importantes para las familias americanas, queremos respetuosamente solicitar que la Casa de Representantes considere una extensión temporal de emergencia para los desempleados y proteger un beneficio que ha ayudado a millones de americanos durante una economía débil,” dice la carta.
Aun el Congreso no ha tomado cartas en el asunto, y la portavoz de John Boehner no ha comentado sobre la carta que mandaron sus colegas republicanos.
Hasta la fecha, más de 4 millones de personas han estado desempleadas por al menos seis meses desde el mes de noviembre, de acuerdo por el Departamento de Trabajo. Aun cuando es favorable tener a unos cuantos republicanos apoyando la iniciativa de extender los beneficios, y ciertamente ayuda a los prospectos de pasar una legislación, no es suficiente. Las firmas y petición de siete representantes republicanos no es suficiente contra los otros 224 representantes republicanos, que no han mostrado mucho favoritismo por extender los beneficios de desempleo para 1.3 millones de estadounidenses que como Baltazar ellos y sus familias sobreviven gracias a esta ayuda federal.