Trump tiene planes amplios para segunda administración. Esto es lo que ha propuesto

En esta foto de archivo del 23 de junio de 2020, el presidente Donald Trump recorre una secció ...

WASHINGTON (AP) – Donald Trump ha prometido tomar medidas radicales en una segunda administración.

El expresidente y ahora presidente electo a menudo omitió detalles, pero a lo largo de más de un año de pronunciamientos políticos y declaraciones escritas esbozó una agenda de amplio alcance que combina enfoques conservadores tradicionales sobre impuestos, regulaciones y temas culturales con una inclinación más populista en el comercio y un cambio en el papel internacional de Estados Unidos.

La agenda de Trump también reduciría los esfuerzos del gobierno federal en materia de derechos civiles y ampliaría los poderes presidenciales.

Un vistazo a lo que Trump ha propuesto:

Inmigración

“¡Construyan el muro!” de su campaña de 2016 se ha convertido en la creación del “programa de deportación masiva más grande de la historia”. Trump ha pedido el uso de la Guardia Nacional y el empoderamiento de las fuerzas policiales nacionales en el esfuerzo. Sin embargo, Trump ha sido parco en los detalles de cómo sería el programa y cómo se aseguraría de que se dirigiera solo a las personas que están ilegalmente en Estados Unidos. Ha propuesto un “control ideológico” para los posibles ingresantes, poniendo fin a la ciudadanía por nacimiento (que casi con certeza requeriría un cambio constitucional), y dijo que restablecería políticas de su primer mandato como el “Permanecer en México”, limitando a los migrantes por motivos de salud pública y limitando o prohibiendo severamente los ingresos de ciertas naciones de mayoría musulmana. En conjunto, el enfoque no solo adoptaría medidas enérgicas contra la migración ilegal, sino que restringiría la inmigración en general.

Aborto

Trump minimizó el aborto como una prioridad en su segundo mandato, incluso cuando se atribuyó el mérito de que la Corte Suprema pusiera fin al derecho federal de una mujer a interrumpir un embarazo y devolviera la regulación del aborto a los gobiernos estatales. Ante la insistencia de Trump, la plataforma del Partido Republicano, por primera vez en décadas, no pidió una prohibición nacional del aborto. Trump sostiene que la anulación de Roe vs. Wade es suficiente a nivel federal. Trump dijo el mes pasado en su plataforma de redes sociales Truth Social que vetaría una prohibición federal del aborto si la legislación llegaba a su escritorio.

Pero, en un ejemplo de cómo el movimiento conservador podría proceder con o sin Trump, activistas antiaborto señalan que la plataforma del Partido Republicano sigue afirmando que un feto debe tener protecciones del debido proceso bajo la cláusula de protección igualitaria de la 14ª Enmienda. Ese argumento constitucional es una hoja de ruta para que los conservadores busquen una prohibición nacional del aborto a través de los tribunales federales.

Impuestos

Las políticas fiscales de Trump se inclinan ampliamente hacia las corporaciones y los estadounidenses más ricos. Eso se debe principalmente a su promesa de extender su reforma fiscal de 2017, con algunos cambios notables que incluyen la reducción de la tasa del impuesto sobre los ingresos corporativos al 15 % respecto del 21 % actual. Eso también implica revertir los aumentos del impuesto sobre los ingresos del presidente demócrata Joe Biden a los estadounidenses más ricos y eliminar los gravámenes de la Ley de Reducción de la Inflación que financian medidas energéticas destinadas a combatir el cambio climático.

A pesar de esas políticas, Trump ha puesto más énfasis en nuevas propuestas dirigidas a los estadounidenses de clase media y trabajadora: eximir de los impuestos sobre los ingresos a las propinas devengadas, los salarios del Seguro Social y los salarios de horas extras. Es digno de mención, sin embargo, que su propuesta sobre propinas, dependiendo de cómo el Congreso la redacte, pudiera dar una exención fiscal por la puerta trasera a los mejores asalariados al permitirles reclasificar parte de su pago como ingresos por propinas, una perspectiva que en su forma más extrema vería a los administradores de fondos de cobertura o abogados de alto nivel aprovechando una política que Trump enmarca como diseñada para los camareros de restaurantes, cantineros y otros trabajadores de servicios.

Aranceles y comercio

La postura de Trump sobre el comercio internacional es desconfiar de los mercados mundiales por considerarlos perjudiciales para los intereses estadounidenses. Propone aranceles del 10 % al 20 % sobre los productos extranjeros, y en algunos discursos ha mencionado porcentajes aún más altos. Promete restablecer una orden ejecutiva de agosto de 2020 que requiere que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) compre medicamentos “esenciales” solo de empresas estadounidenses. Se compromete a bloquear las compras de “cualquier infraestructura vital” en Estados Unidos por parte de compradores chinos.

DEI, LGBTQ y derechos civiles

Trump ha pedido que se revierta el énfasis de la sociedad en la diversidad y que se protejan legalmente a los ciudadanos LGBTQ. Trump ha pedido poner fin a los programas de diversidad, equidad e inclusión (DEI) en las instituciones gubernamentales, utilizando fondos federales como palanca.

En cuanto a los derechos de las personas transgénero, Trump promete en general poner fin a los “niños en los deportes femeniles”, una práctica que, insiste, sin evidencia, está muy extendida. Pero sus políticas van mucho más allá de las líneas de aplausos estándares de sus discursos en los mítines. Entre otras ideas, Trump revertiría la política de la administración Biden de extender las protecciones de los derechos civiles del Título IX a los estudiantes transgénero, y pediría al Congreso que exija que solo se reconozcan dos géneros al nacer.

Regulación, burocracia federal y poder presidencial

El presidente electo busca reducir el papel de los burócratas federales y las regulaciones en todos los sectores económicos. Trump enmarca todos los recortes regulatorios como una varita mágica económica. Promete caídas precipitadas en las facturas de servicios públicos de los hogares estadounidenses al eliminar los obstáculos a la producción de combustibles fósiles, incluida la apertura de todas las tierras federales para la exploración, a pesar de que la producción de energía de Estados Unidos ya está en niveles récord. Trump promete dar rienda suelta a la construcción de viviendas mediante la reducción de las regulaciones, aunque la mayoría de las reglas de construcción provienen de los gobiernos estatales y locales. También dice que pondría fin a “los litigios frívolos de los extremistas ambientales”.

En muchos sentidos, el enfoque fortalecería la influencia del poder ejecutivo. Ese poder vendría más directamente de la Casa Blanca.

Facilitaría el despido de trabajadores federales al clasificar a miles de ellos como fuera de las protecciones de la administración pública. Eso pudiera debilitar el poder del gobierno para hacer cumplir los estatutos y las normas al reducir el número de empleados involucrados en la tarea y, potencialmente, imponer un efecto escalofriante sobre los que quedan.

Trump también afirma que los presidentes tienen el poder exclusivo de controlar el gasto federal incluso después de que el Congreso haya asignado el dinero. Trump argumenta que las acciones presupuestarias de los legisladores “establecen un techo” al gasto, pero no un piso, lo que significa que el deber constitucional del presidente de “ejecutar fielmente las leyes” incluye la discreción sobre si gastar el dinero. Esta interpretación pudiera desencadenar una batalla judicial con el Congreso.

Como candidato, también sugirió que la Reserva Federal, una entidad independiente que fija las tasas de interés, debería estar sujeta a más poder presidencial. Aunque no ha ofrecido detalles, cualquier medida de este tipo representaría un cambio trascendental en la forma en que funcionan los sistemas económico y monetario de Estados Unidos.

Educación

El Departamento de Educación federal sería objeto de eliminación en una segunda administración de Trump. Eso no significa que Trump quiera que Washington esté fuera de las aulas. Todavía propone, entre otras maniobras, utilizar los fondos federales como palanca para presionar a los sistemas escolares de educación básica para que eliminen la titularidad y adopten el pago por mérito para los maestros y para que eliminen los programas de diversidad en todos los niveles de educación. Pide que se retiren los fondos federales “para cualquier escuela o programa que promueva la Teoría Crítica de la Raza, la ideología de género u otro contenido racial, sexual o político inapropiado para nuestros hijos”.

En la educación superior, Trump propone hacerse cargo de los procesos de acreditación de las universidades, una medida que describe como su “arma secreta” contra los “maníacos y lunáticos marxistas” que, según él, controlan la educación superior. Trump apunta a las dotaciones de educación superior, diciendo que recaudará “miles y miles de millones de dólares” de las escuelas a través de “impuestos, multas y demandas excesivamente grandes a las donaciones de universidades privadas” en las escuelas que no cumplan con sus edictos. Es casi seguro que eso terminaría en prolongadas peleas legales.

Al igual que en otras áreas de política, Trump en realidad no está proponiendo limitar el poder federal en la educación superior, sino fortalecerlo. Pide que se redirija el dinero de la dotación confiscado a una “Academia Americana” en línea que ofrezca credenciales universitarias a todos los estadounidenses sin cargos de colegiatura. “Será estrictamente apolítico, y no se permitirá el progresismo ni el yihadismo, nada de eso se va a permitir”, dijo Trump el 1 de noviembre de 2023.

Seguro Social, Medicare y Medicaid

Trump insiste en que protegerá el Seguro Social y Medicare, programas populares dirigidos a los estadounidenses mayores y que se encuentran entre las piezas más grandes del pastel del gasto federal cada año. Hay preguntas sobre cómo su propuesta de no gravar los salarios de propinas y horas extras podría afectar al Seguro Social y Medicare. Si tales planes eventualmente involucraran solo impuestos sobre los ingresos, los programas de prestaciones sociales no se verían afectados. Pero eximir a esos salarios de los impuestos sobre la nómina reduciría el flujo de fondos para los desembolsos del Seguro Social y Medicare. Trump ha hablado poco sobre Medicaid, pero su primera administración, en general, aprobó por defecto las solicitudes estatales de exenciones de varias reglas federales y respaldó ampliamente los requisitos de trabajo a nivel estatal para los beneficiarios.

Ley de Atención Médica Asequible y Cuidado de la Salud

Como lo ha hecho desde 2015, Trump pide derogar la Ley de Atención Médica Asequible y sus mercados de seguros médicos subsidiados. Pero todavía no ha propuesto un reemplazo: en un debate en septiembre, insistió en que tenía los “conceptos de un plan”. En las últimas etapas de la campaña, Trump destacó su alianza con el excandidato presidencial Robert F. Kennedy Jr., un antiguo crítico de las vacunas y los pesticidas utilizados en la agricultura estadounidense. Trump dijo en repetidas ocasiones a las multitudes que pondría a Kennedy a cargo de “hacer que Estados Unidos vuelva a estar saludable”.

Clima y energía

Trump, quien afirma falsamente que el cambio climático es un “engaño”, arremete contra el gasto de la era Biden en energía más limpia diseñada para reducir la dependencia de Estados Unidos de los combustibles fósiles. Propone una política energética –y un gasto en infraestructura de transporte– anclado a los combustibles fósiles: carreteras, puentes y vehículos con motor de combustión. “¡Perforar, bebé, perforar!” era un cántico habitual en los mítines de Trump. Trump dice que no se opone a los vehículos eléctricos, pero promete poner fin a todos los incentivos de Biden para fomentar el desarrollo del mercado de vehículos eléctricos. Trump también promete revertir los estándares de eficiencia de combustible de la era Biden.

Derechos de los trabajadores

Trump y el vicepresidente electo JD Vance enmarcaron su candidatura como favorable a los trabajadores de Estados Unidos. Pero Trump podría dificultar la sindicalización de los trabajadores. Al hablar de los trabajadores automotrices, Trump se centró casi exclusivamente en el impulso de Biden hacia los vehículos eléctricos. Cuando mencionaba a los sindicatos, a menudo era para agrupar a “los jefes sindicales y los directores ejecutivos” como cómplices de “este desastroso plan de automóviles eléctricos”. En una declaración del 23 de octubre de 2023, Trump dijo sobre United Auto Workers: “Les digo que no deberían pagar esas cuotas”.

Defensa nacional y el papel de Estados Unidos en el mundo

La retórica y el enfoque político de Trump en los asuntos mundiales es más aislacionista en lo diplomático, no intervencionista en lo militar y más proteccionista en lo económico de lo que ha sido Estados Unidos desde la Segunda Guerra Mundial. Pero los detalles son más complicados. Promete la expansión de las fuerzas armadas, promete proteger el gasto del Pentágono de los esfuerzos de austeridad y propone un nuevo escudo de defensa antimisiles, una vieja idea de la era de Reagan durante la Guerra Fría. Trump insiste en que puede poner fin a la guerra de Rusia en Ucrania y a la guerra entre Israel y Hamas, sin explicar cómo. Trump resume su enfoque a través de otra frase de Reagan: “La paz a través de la fuerza”. Pero sigue siendo crítico de la OTAN y de los altos mandos militares estadounidenses. “No los considero líderes”, dijo Trump sobre los funcionarios del Pentágono que los estadounidenses “ven en la televisión”. Elogió repetidamente a autoritarios como el húngaro Viktor Orban y el ruso Vladimir Putin.

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