¿Qué causó los problemas con el sitio web de registro de votantes de Nevada?
El secretario de Estado, Cisco Aguilar, se disculpó con los electores el jueves por la mañana por la confusión causada por las discrepancias en el sitio web del registro de votantes de Nevada durante el fin de semana.
Numerosos votantes habían verificado el estado de su registro en vote.nv.gov el domingo y vieron que su voto por correo había sido contado en las primarias presidenciales del 6 de febrero, aun cuando no habían participado en ellas.
“Ningún votante debería consultar el sitio web de la Secretaría de Estado y ver información inexacta”, dijo Aguilar en un comunicado. “Este fue un error técnico que no debería haber ocurrido, resultado de un sistema de registro de votantes ascendente y deficiente que hace tiempo necesita ser reemplazado”.
Las discrepancias, que según dijo la Secretaría de Estado el lunes por la noche se debieron a que algunos condados no tomaron las medidas adecuadas a la hora de cargar los registros de votantes, echaron más leña al fuego para muchos votantes republicanos que llevan tiempo poniendo en duda la seguridad de las elecciones de Nevada.
Aguilar reiteró en el comunicado que el problema no tuvo nada que ver con el conteo de votos ni con los resultados de las primarias del 6 de febrero.
“No hay evidencia de un fraude electoral generalizado en nuestro estado, ni ahora ni nunca”, dijo. “Los votantes deberían tener absoluta confianza en todo el proceso electoral”.
Aguilar afirmó que el nuevo Sistema de Registro de Votantes y Gestión Electoral del Estado ayudará a evitar que se repitan estos problemas. El sistema, una herramienta descendente de registro de votantes y gestión electoral, estará en internet antes de las elecciones primarias de junio de 2024.
“Nevada tiene un largo historial de elecciones seguras, justas y accesibles y estoy orgulloso de continuar ese trabajo”, dijo Aguilar.
Cómo ocurrió
El subsecretario de Estado, Gabriel Di Chiara, y el subsecretario de Elecciones, Mark Wlaschin, prepararon un memorando para Aguilar en el que se explicaba qué había causado los problemas y cómo se habían solucionado.
El domingo, el estado se enteró de posibles discrepancias relacionadas con el registro de votantes de personas que no participaron en las primarias. El personal se reunió esa noche para discutir las posibles causas, pero determinó que no se podía llegar a una conclusión sin la aportación de los secretarios y registradores de los condados con los votantes afectados, según el memorando proporcionado por la Secretaría de Estado.
Personal del estado y de los condados se reunió a las 8 a.m. del lunes y trabajó durante todo el día en el tema, y se enteraron de que el problema técnico que dio lugar a la información inexacta en el sitio web fue un error de comunicación en el código, según el memorando.
Los sistemas de registro de votantes y de gestión electoral se mantienen separados, dijeron los subsecretarios en la nota, por lo que en ningún momento se vieron afectados los resultados de las elecciones o la información personal de los votantes. En ningún momento se produjeron errores en los datos del condado.
La causa principal fue “simple y prevenible en retrospectiva”, escribieron Di Chiara y Wlaschin en el memorando.
La base de datos de votantes del estado estaba programada para interpretar de una manera determinados códigos del registro de votantes antes y después del 16 de febrero, el décimo día después de las primarias, cuando debe realizarse el conteo de los votos.
Antes del décimo día después de las elecciones, los condados marcaban a todos los votantes a los que se había enviado un voto por correo con el código “MB”, que el sistema interpreta como “voto por correo contado”. El código de “recuento” ha estado en vigor desde que el sistema de voto por correo universal de Nevada comenzó en 2020 y se basó en la retroalimentación de los condados.
En elecciones anteriores, los condados trabajaron con el estado y sus proveedores para tomar medidas para garantizar que el código solo se aplicara a las personas apropiadas, pero algunos de esos pasos no sucedieron para las primarias, según Di Chiara y Wlaschin.
Una vez que los condados se enteraron de que el problema estaba en el código “MB”, trabajaron con sus equipos internos y proveedores de gestión electoral para identificar una manera de eliminar ese código de los votantes a los que se les había enviado una boleta por correo pero que no la devolvieron o votaron por otro método.
En el Condado Clark, por ejemplo, dos archivos de códigos posteriores al conteo que los condados enviaron al estado tenían un formato que el sistema estatal no pudo leer correctamente, lo que provocó que se mostrara información inexacta en el sitio del estado. Una vez identificados estos problemas de formato, el Condado Clark pudo realizar un ajuste y envió el archivo actualizado al sistema estatal antes de las 5 p.m. del lunes.
A las 8 p.m. del martes, todos los condados afectados habían corregido sus errores, según el memorando.
Traslado al nuevo sistema
El incidente fue la culminación de varios problemas que los administradores electorales a nivel estatal y local han estado tratando de resolver durante años, según el memorando.
“El clima cada vez más politizado en torno a las elecciones, el número de exigencias impuestas a los secretarios y a su personal, la rotación del personal electoral en todos los niveles, la falta de recursos adecuados para las oficinas electorales locales y la precariedad del sistema ascendente actualmente en vigor pudieran conducir a resultados desafortunados por sí solos”, escribieron Di Chiara y Wlaschin.
Los actuales sistemas “ascendentes” de registro de votantes exigen que el Estado reúna 17 archivos diferentes procedentes de distintos sistemas y los combine en un único archivo estatal, que el Estado pone a disposición del público. Este tipo de sistemas no son la mejor práctica, según Di Chiara y Wlaschin, y menos de seis estados tienen un sistema de registro de votantes ascendente.
El paso al nuevo sistema descendente de registro de votantes y gestión electoral eliminará del proceso los posibles problemas relacionados con la conversión de datos, mientras que permitirá al Estado verificar los datos y ayudar a los condados a solucionar los problemas, según la nota.