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Biden les dice a los demócratas del Congreso que ‘declina’ apartarse

WASHINGTON - El presidente Joe Biden, en una carta a los demócratas del Congreso, se mantuvo firme contra las solicitudes a que abandone su candidatura y pidió poner fin al drama intrapartidario que ha desgarrado a los demócratas desde su pésimo desempeño en el debate público.

Los esfuerzos de Biden por apuntalar a un Partido Demócrata profundamente angustiado se produjeron el lunes, cuando los legisladores regresaban a Washington enfrentados a una disyuntiva: Decidir si trabajar para reactivar su campaña o tratar de superar al líder del partido, un momento decisivo para su reelección y sus propios futuros políticos.

Biden escribió en la carta de dos páginas que “la cuestión de cómo avanzar ha estado bien ventilada durante más de una semana. Y ya es hora de que termine”. Subrayó que el partido tiene “un solo trabajo”, que es derrotar al presunto candidato presidencial republicano Donald Trump en noviembre.

“Tenemos 42 días para la Convención Demócrata y 119 días para las elecciones generales”, dijo Biden en la carta, distribuida por su campaña de reelección. “Cualquier debilitamiento de la determinación o falta de claridad sobre la tarea que tenemos por delante solo ayuda a Trump y nos perjudica a nosotros. Es hora de unirnos, avanzar como un partido unificado y derrotar a Donald Trump”.

La ansiedad crece a medida que legisladores demócratas de alto rango se unen a los llamados para que Biden se haga a un lado a pesar de su desafío. Al mismo tiempo, algunos de los partidarios más acérrimos del presidente están redoblando la lucha por la presidencia de Biden, insistiendo en que no hay nadie mejor para derrotar a Trump en lo que muchos ven como una de las elecciones más importantes de su vida.

Biden siguió la carta con una entrevista telefónica con el programa “Morning Joe” de MSNBC, en la que insistió en que “los demócratas promedio” quieren que siga en la contienda y dijo que estaba “frustrado” por los llamados de funcionarios del partido para que se haga a un lado.

“Son grandes nombres, pero no me importa lo que piensen esos grandes nombres”, dijo Biden.

Lanzó el guante a sus críticos, diciendo que si van en serio deberían “anunciarse para presidente, desafiarme en la convención” o unirse a él contra Trump.

Los votantes demócratas están divididos sobre si Biden debe seguir siendo el candidato del Partido Demócrata a la presidencia, o si debe haber un candidato demócrata diferente, según una encuesta del New York Times/Siena College.

Mientras los legisladores sopesan si Biden debe quedarse o irse, no parece haber respuestas fáciles.

Es una coyuntura tenue y muy volátil para el partido del presidente. Los demócratas que han trabajado junto a Biden durante años -si no décadas- y han apreciado el trabajo de su vida en las prioridades políticas se plantean ahora preguntas incómodas sobre su futuro político. Y todo ello mientras Biden recibe a los líderes mundiales en la cumbre de la OTAN que se celebra esta semana en Washington.

El tiempo no está de su lado, a casi un mes de la Convención Nacional Demócrata y solo una semana antes de que los republicanos se reúnan en Milwaukee para volver a nominar a Trump como su candidato presidencial. Muchos demócratas argumentan que la atención no debe centrarse en Biden, sino en la condena por delito grave del expresidente en el caso del dinero de silencio y los cargos federales pendientes en su esfuerzo por anular las elecciones de 2020.

Es lo que el propio Biden podría llamar un punto de inflexión. Mientras dice desafiantemente que solo se hará a un lado si el Señor todopoderoso viene y se lo ordena, los demócratas de la Cámara de Representantes y el Senado están decidiendo con qué fuerza quieren luchar contra el presidente para que cambie de rumbo, o si quieren cambiar de rumbo en absoluto.

En un esfuerzo por “ponerse de acuerdo”, el líder demócrata en la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, está convocando a los legisladores a reuniones privadas antes de mostrar su propia preferencia, según una persona familiarizada con la situación y a la que se concedió el anonimato para hablar de ello. Tenía previsto reunir el lunes a algunos demócratas cuyas candidaturas a la reelección son más vulnerables.

El domingo, una llamada privada en la que participaron unos 15 miembros del comité de la Cámara de Representantes puso de manifiesto la creciente división, ya que al menos otros cuatro demócratas -el representante Jerrold Nadler, de Nueva York, el representante Jim Himes, de Connecticut, el representante Adam Smith, del estado de Washington, y el representante Mark Takano, de California- dijeron en privado que Biden debería hacerse a un lado.

Nadler, como uno de los miembros más veteranos de la llamada, fue el primero en decir que Biden debería apartarse, según una persona familiarizada con la llamada a la que se le concedió el anonimato para discutirlo. Lo hizo consciente de su grado sénior y de que eso permitiría a otros unirse a él.

Muchos otros participantes en la llamada expresaron su preocupación por la capacidad de Biden y sus posibilidades de ganar la reelección, aunque no llegaron a decir que Biden debería abandonar la contienda.

Otros miembros, como la representante Maxine Waters, de California, y el representante Bobby Scott, de Virginia, ambos líderes del Black Caucus del Congreso, apoyaron enérgicamente a Biden, al igual que el representante Richard Neal, de Massachusetts, el principal demócrata del poderoso Comité de Medios y Arbitrios.

Y varios legisladores parecían frustrados de que el liderazgo no estaba proporcionando dirección o un camino a seguir, de acuerdo con personas familiarizadas con el llamado. Un legislador demócrata dijo que independientemente de la decisión, la situación tiene que “terminar ahora”, dijo una de las personas.

Neal dijo después que la conclusión es que Biden venció a Trump en 2020 y “volverá a hacerlo en noviembre”.

La agitación también está poniendo a prueba a una nueva generación de líderes, encabezada por Jeffries y el líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer. Ambos neoyorquinos se han abstenido de dirigir públicamente a los legisladores sobre un camino a seguir mientras equilibran diversas opiniones en sus filas.

Entre bastidores se encuentra la presidenta emérita del Senado, Nancy Pelosi, que sigue atendiendo los llamados de los legisladores en busca de asesoramiento sobre la situación, y que es considerada como la persona a tener en cuenta para cualquier decisión definitiva sobre el futuro de Biden, debido a su proximidad al presidente y a su capacidad para contar votos en la política del partido.

Pelosi se pronunció la semana pasada, afirmando que la actuación de Biden en el debate planteaba cuestiones “legítimas” a las que debía responder, pero ha seguido apoyando al presidente. Y Biden la llamó la semana pasada cuando se puso en contacto con otros líderes del partido.

Cuando la entrevista de Biden en el horario de máxima audiencia de la ABC el viernes pareció hacer poco para calmar a los preocupados demócratas, y algunos dijeron que empeoró la situación, Pelosi dio un paso al frente para elogiar públicamente a Biden en las redes sociales como un “gran presidente que sigue cumpliendo para la mesa de la cocina de Estados Unidos”. Y añadió: “¡Y aún no hemos terminado!”.

Schumer ha mantenido un perfil más bajo durante todo el calvario, pero convocará a los senadores demócratas el martes para su almuerzo semanal, en el que los senadores seguramente expresarán muchas opiniones.

Uno de los demócratas, el senador Mark Warner de Virginia, tenía la intención de reunir a los senadores el lunes para hablar de Biden en privado, pero una persona familiarizada con su pensamiento dijo que esas conversaciones se llevarán a cabo en el almuerzo regular del caucus del martes con todos los senadores demócratas.

Otro demócrata, el senador Alex Padilla, de California, dijo que era “hora de dejar de lamentarse y volver a llamar a las puertas”.

Padilla habló con Biden durante el fin de semana, y le pidió a su campaña a “dejar a Joe ser Joe”.

“Dado el debate, creo que la campaña no tiene otra opción”, dijo Padilla el domingo, explicando que Biden necesita celebrar juntas y eventos sin guion para mostrar a los votantes “al Joe Biden que conozco, y que la mayoría de la gente en Estados Unidos ha llegado a conocer y amar”.

Mientras que algunos donantes con mucho dinero pueden estar mostrando incomodidad, los estrategas que trabajan en las contiendas de la Cámara y el Senado dijeron que registraron una recaudación de fondos récord ya que los donantes ven a los demócratas del Congreso como un “cortafuegos” y la última fila de defensa contra Trump.

Los demócratas de la Cámara de Representantes han tenido algunos de sus mejores días de recaudación de fondos hasta el momento, incluyendo un botín de tres millones de dólares el viernes pasado por la noche después del debate en un evento con el expresidente Barack Obama y Jeffries en la Ciudad de Nueva York. Esto se suma a los 1.3 millones de dólares que ingresó el Comité de Campaña Demócrata del Congreso durante el debate e inmediatamente después.

Los demócratas del Senado también están experimentando una “oleada” de apoyo, según un demócrata nacional con conocimiento de las elecciones al Senado.

Mientras los candidatos demócratas hacen campaña junto a Biden, el consejo ha sido centrarse en construir sus propias marcas y amplificar la forma en que el trabajo que se hace en el Congreso afecta a sus distritos locales.

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