WASHINGTON – El presidente Joe Biden, bajo la presión de su izquierda política, lanzó el viernes un nuevo esfuerzo para salvar su plan para ofrecer alivio de préstamos estudiantiles a millones de prestatarios después de que el Tribunal Supremo anuló su primer intento.
El Plan B de Biden se basa en la Ley de Educación Superior de 1965 como mecanismo para permitir al Departamento de Educación “comprometer, renunciar o liberar los préstamos en determinadas circunstancias”, dijo durante un discurso a última hora de la tarde.
“La decisión de hoy ha cerrado una vía”, dijo. “Ahora vamos a buscar otra (opción). …Usaremos todas las herramientas en nuestra disposición para conseguirles el alivio de la deuda estudiantil que necesitan”.
El presidente dijo que su administración se está “moviendo tan rápido como podemos”, pero los funcionarios de la administración que informaron a los reporteros después de sus declaraciones dijeron que el enfoque del Plan B tomará mucho más tiempo que el que el Tribunal Supremo rechazó. Por ello, no pudieron decir cuántas personas podrían acogerse al plan ni cuánto tiempo se tardaría en diseñarlo y aplicarlo en su totalidad.
Los legisladores y activistas progresistas llevan tiempo pidiéndole a Biden usar la Ley de Educación Superior, de casi 60 años de antigüedad, para condonar la deuda. A diferencia de la Ley HEROES de 2003, que fue la base del plan inicial de Biden, la Ley de Educación Superior no requiere una emergencia nacional como la pandemia del COVID-19.
En virtud de la Ley de Educación Superior, el secretario de Educación, Miguel Cardona, está facultado para reglamentar la concesión de préstamos. Este planteamiento fue defendido, entre otros, por la senadora Elizabeth Warren y la representante Ayanna S. Pressley, ambas demócratas de Massachusetts.
Biden culpó a los funcionarios republicanos del fracaso de su plan, desde los funcionarios estatales que presentaron una demanda impugnando su autoridad legal para condonar la deuda hasta los miembros del Congreso que apoyaron la legislación que socavaba el plan, pasando por los jueces nombrados por el Partido Republicano en el Tribunal Supremo.
‘Legalmente sólido’
“Este nuevo camino es legalmente sólido”, dijo. “Tomará más tiempo, pero en mi opinión, es el mejor camino … para (otorgáselos) a tantos prestatarios como sea posible”.
Biden señaló que ya se había aprobado el alivio de la deuda para 16 millones de prestatarios. “El dinero estaba literalmente a punto de salir por la puerta”, dijo. “Y entonces intervinieron funcionarios electos republicanos e intereses especiales… arrebatando literalmente de las manos de millones de estadounidenses miles de dólares en alivio de la deuda estudiantil que estaban a punto de cambiar sus vidas”.
Biden también dijo que el Departamento de Educación no remitirá a las agencias de crédito a los prestatarios que se retrasen en el pago de sus préstamos durante 12 meses, lo que proporcionará un colchón financiero una vez que termine la pausa relacionada con la pandemia. Está previsto que los intereses se reanuden en septiembre y que los pagos venzan en octubre.
Aunque los intereses se acumularán en los préstamos durante ese año de “rampa de salida”, como la denominó el presidente, no se exigirán los pagos. Aun así, Biden dijo que si los prestatarios pueden permitírselo, deberían pagar.
Señalando que tiene intención de hacer campaña sobre este tema, Biden dijo que su plan no solo habría ayudado a los prestatarios individuales, sino que habría reforzado la economía. “Se habrían comprado más casas, se habrían creado más empresas, más parejas habrían tenido la confianza de mantener una familia”, dijo. “Los republicanos bloquearon todo eso”.
Parte clave de la agenda económica
El plan inicial de Biden de alivio de los préstamos estudiantiles, que habría cancelado hasta 20 mil dólares de deuda federal por préstamos estudiantiles a prestatarios con ingresos de hasta 125 mil dólares al año, constituyó una parte clave de su programa económico. Lo anunció el pasado agosto, cumpliendo una promesa electoral y ganándose el aplauso de los progresistas, algunos de los cuales habían solicitado un umbral de reducción de la deuda mucho más elevado. Según la Casa Blanca, la propuesta habría supuesto un alivio para más de 40 millones de prestatarios.
La sentencia del viernes derrumbó esas esperanzas, y algunos activistas dirigieron su molestia inicial hacia la Casa Blanca, no hacia el tribunal. “Los jóvenes, en particular, están realmente frustrados”, dijo Braxton Brewington, portavoz del Debt Collective, un sindicato nacional de deudores.
Debt Collective estaba entre los grupos activistas que apoyaban usar la Ley de Educación Superior. Pero en Twitter, el grupo dijo que exigir a los prestatarios que soliciten el alivio -en lugar de hacer que el proceso sea automático- es un “defecto fatal” del plan de Biden.
Los activistas afirman que el impulso para proporcionar alivio federal a los préstamos estudiantiles ayudará a dar forma al ciclo de la campaña de 2024. Las mujeres, los afroamericanos y los latinos -miembros clave de la base del Partido Demócrata- son más propensos a tener deudas educativas.
“El alivio de la deuda estudiantil atrajo a los votantes jóvenes de tal manera que literalmente frenó la marea de la ola roja en 2022”, dijo Brewington. “Creo que se puede argumentar que si… se ofrece este alivio, realmente va a ayudar a los demócratas en 2024, especialmente. …Las ramificaciones políticas son grandes, especialmente con los votantes jóvenes de color”.
Reanudación de los pagos
Los pagos de los préstamos, que fueron pausados al comienzo de la pandemia en marzo de 2020 por el expresidente Donald Trump, están listos para reanudarse justo cuando la campaña de reelección de Biden en 2024 se intensifica. El presidente demócrata ha estado pregonando su historial económico, que según él se basa en una filosofía de fortalecimiento de la clase media.
El mensaje económico de Biden puede verse socavado por la reanudación de los pagos de préstamos, con millones de prestatarios enfrentándose a un apretón financiero. “Eso va a golpear duramente a la gente… de una forma que podría ser más tangible que la inflación”, dijo Brewington. “Tendrá enormes consecuencias”.
Para los republicanos, el tema ofrece una oportunidad para solidificar el apoyo entre los votantes de clase trabajadora sin títulos universitarios, aunque ese grupo que incluye a millones de estadounidenses de bajos ingresos que asumieron la deuda universitaria a pesar de que no recibieron sus títulos.
La representante Virginia Foxx, republicana por Carolina del Norte que dirige el Comité de Educación y Fuerza Laboral, celebró la sentencia del máximo tribunal. “Con la dictaminación de hoy, los contribuyentes que trabajan duro, incluyendo el 87 por ciento de los estadounidenses que no tienen deuda estudiantil federal, no se verán obligados a pagar el costo de 315 mil millones dólares de Biden en algo que no funcionará”, dijo en un comunicado. “En pocas palabras, es hora de la responsabilidad individual, no de más dependencia gubernamental”.
El líder de la minoría en el Senado, Mitch McConnell, abordó un tema similar, diciendo que el alivio federal de los préstamos estudiantiles beneficiaría a los graduados universitarios ricos “y dejaría en ridículo a las familias trabajadoras que optan por no asumir la deuda estudiantil”.
Biden respondió escuetamente cuando un reportero le preguntó si le había dado a los prestatarios “falsas esperanzas” de que se les perdonaría la deuda. “Los republicanos les arrebataron la esperanza que se les había dado”, replicó.