“Vas a decir que soy paranoica, pero no quiero que aparezca mi nombre o mi foto”, dijo Estela N., originaria de Pinar del Rio, Cuba, quien vive hace 10 meses en Las Vegas, bajo la ley de ajuste. Esta fue la reacción después de haber vivido 27 años sin conocer la libertad de expresión y que teme alguna represalia a sus hijos y padres que dejó en la isla, por dar su opinión.
Estela trabaja en la cocina de un mercado hispano, está consciente que prácticamente fue de las últimas en entrar a Estados Unidos bajo la protección de la ley conocida como “pies secos, pies mojados”, que hasta el 12 de enero de este año, otorgó legalidad de permanencia en el país a los cubanos, para trabajar, así como beneficios monetarios, sociales y médicos.
“Cuando en Cuba se escuchaba de lo mal que el candidato Trump hablaba de los migrantes y además la visita de Obama a mi país, la muerte de Fidel Castro, algo tenía que suceder, un cambio de cualquiera de los 2 gobiernos. Estados Unidos no tenía por qué ayudarnos, sin embargo lo hacía y quien pudo aprovechar esta en una mejor situación”, confesó Estela N.
La oriunda del Pinar del Rio, dejó en su tierra a sus 2 hijos de 5 y 7 años. Su esposo recientemente pudo llegar a Estados Unidos, esperan cumplir 1 año con 1 día, tiempo que necesitan para poder solicitar la residencia y mandar a traer a sus hijos de forma segura.
Estela, planeó un viaje a Venezuela, desde la Habana, con escala en la Ciudad de México. Fue en México, donde se “escapó” del aeropuerto Benito Juárez, por ser cubana, no le permiten viajar con sus documentos. Así que se quedó sin su identificación, ni equipaje, que le retuvo un oficial cubano a bordo del avión y le sería devuelto en Venezuela.
“En México, con un amigo, me consiguieron un pasaporte mexicano falso (costó $2000 dólares), viajé a Tamaulipas, por mi acento un oficial me pasó por una segunda revisión, me apresaron dentro del aeropuerto, pero le ofrecí $200 dólares a ese policía para que me dejara, estaba decidida a llegar a tierra de la libertad (Estados Unidos)”, relató la cubana.
A las 4 de la mañana cruzó el puente fronterizo del lado de territorio mexicano, entregó su pasaporte falso y esta ocasión no habló, por miedo a que su acento la delatara de nuevo.
“Al dar los primeros pasos del puente, el oficial me gritó, ¡deténgase, no puede pasar con botellas de agua!, se me fue el alma del cuerpo, pero ya había cruzado”, recordó.
La familia Ortega, originaria de La Habana, se compone de los padres y 3 hijas. Ellos participaron en “el bombo”, como se le conoce en Cuba a una lotería de visas del gobierno de Estados Unidos para ciudadanos cubanos que residan en la isla. Sus amistades arriesgaban la vida al partir en lancha, pero por sus 3 hijas, los Ortega mandaron su petición para la visa.
Era 1997 cuando recibieron la carta de parte del gobierno de Estados Unidos, autorizándoles viajar al país, por acuerdo, quien tenga ese permiso, puede salir libremente de la isla, bajo sus propios medios, “a pesar de tener el permiso, nos tardamos 10 años en juntar $800 dólares que costó el pasaje, hasta vendimos la casa”, relató Yuneisy Ortega, la hija menor.
Un sueldo en Cuba es de $10 a $20 dólares mensuales, acorde con Yuneisy, “imagínate, yo $10 dólares los gasto en McDonalds, por decir un ejemplo. Por fin llegamos a Miami, y te dan todo, comida, ropa, papeles y comienzas un proceso, elegimos venir a Nevada, a un departamento del gobierno, en 3 meses mis papás ya tenían su permiso de trabajo”.
Yuneisy, quien actualmente tiene 24 años, estudió la secundaria y preparatoria en Las Vegas, el cambio fue radical para toda la familia con esa oportunidad.
“Todavía yo percibo las diferencias a pesar de que llegué de 14 años, como vives, como comes, como te vistes, allá (Cuba) para conseguir comida, ni teniendo dinero, la situación está grave y más ahora”, manifestó la joven.
“Nos tocó la suerte del permiso desde Cuba, hay quien se lanzan en balsa y si llegas también es suerte, mal tiempo, se hunde la balsa, cosas así, mi familia prefería mantenerse en Cuba, en los 90as Fidel Castro, abrió una playa para poder salir de la isla, la gente se volvió loca por salir y muchos murieron en el mar”, explicó Yuneisy.
Respecto a la anulación de la ley “pies secos, pies mojados”, considera que los cubanos van a seguir viniendo a Estados Unidos, pero arriesgándose más todavía, y ahora ser deportados aunque pisen suelo americano.
“Está bien en Cuba no pagas por salud o por educación, pero tienes que vender tus cosas, para conseguir dinero y alimentar a tus hijos, ¿y la comida, qué?”.
Por su parte, Karenia Yánez, que se dedica a cuidar adultos mayores, es clienta de la pizzería cubana Sylvain, donde se reúnen muchos miembros de esta comunidad en Las Vegas, “a los cubanos nos gusta hablar de béisbol y de política. En este país si podemos juntarnos a platicar y expresar lo que sentimos y pensamos”.
En relación a la medida tomada por Barack Obama declaró que, “Yo no me esperaba lo que el gobierno de Estados Unidos hizo, eliminar la ley de ajuste cubano, me he quedado impactada. Tengo familia en Cuba, Barack Obama se debería de ir a vivir a cuba unos 2 meses para que vea como es pasar una vida dura y se dé cuenta de cómo viven los cubanos en la isla”, consideró Yánez.
Actualmente hay gente que se lanzó en balsa, que están en México o en otros países esperando pasar, y la ley se eliminó de una día para otro.
“Debió de anunciarse una fecha o prorroga para que esas personas aún pudieran entrar a Estados Unidos”.
La abogada especializada en temas de migración Jocelyn Cortez explicó las consecuencias de la medida tomada por Obama.
“Los cubanos perdieron a partir del 12 de enero, la habilidad de llegar a la frontera y de identificarse como cubanos, los dejaban entrar con un “parole” (libertad condicional). Era bastante fácil, les daban beneficios especiales y tenían que cumplir 1 año y 1 día para que pudieran procesar la solicitud para la residencia”.
Cortez, destacó que todos los cubanos que se encuentran bajo el “parole”, no deben de tener ningún temor ya que al tiempo de cumplir 1 año y 1 día, podrán seguir el camino a la residencia permanente, los que inclusive entraron este año, antes del 12 de enero, aún son elegibles.
De acuerdo con US Protección Fronteriza, el número de cubanos que recibieron el beneficio de la ley “pies secos, pies mojados”:
• 2014 Cubanos que entraron a Estados Unidos y recibieron beneficios 23,740
• 2015 Cubanos que entraron a Estados Unidos y recibieron beneficios 43,159
• 2016 Cubanos que entraron a Estados Unidos y recibieron beneficios 54,000