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Papa Francisco: “Ser buen católico no implica tener hijos como conejos”

El papa Francisco sostiene con firmeza las enseñanzas de la Iglesia que prohíben la anticoncepción, pero el lunes dijo que los católicos no tienen por qué reproducirse “como conejos” y en cambio deben practicar la “crianza responsable”.

En declaraciones vertidas ante periodistas durante su viaje de regreso a Roma procedente de Filipinas, Francisco dijo que hay muchas maneras aprobadas por la Iglesia para controlar los nacimientos.

Pero lo más importante es que ninguna institución externa imponga sus puntos de vista sobre el tamaño de la familia, dijo el pontífice en una crítica a lo que describió como la “colonización ideológica” del mundo en desarrollo.

Los obispos africanos, particularmente, se han quejado desde hace mucho tiempo de la forma como aumenta la imposición de ideas progresistas occidentales sobre el control de la natalidad y los derechos de las personas homosexuales en el mundo en desarrollo que han sido impuestas por grupos, instituciones o naciones, a menudo como condición para facilitarles asistencia.

“Todos los pueblos tienen el derecho a conservar su identidad sin que sean colonizados ideológicamente”, declaró Francisco.

Estas declaraciones, junto con su defensa de la prohibición que ordena la Iglesia católica contra la anticoncepción artificial, son señal de que el Papa muestra cada vez más su tendencia conservadora, que ha pasado en gran medida desapercibida entre la opinión pública o que está eclipsada por noticias que destacan más el ángulo populista del pontífice.

Durante el viaje, el Papa hizo su defensa más firme a la fecha de la encíclica Humanae Vitae de 1968 que consagra la oposición de la Iglesia al control natal por medios artificiales, y advirtió sobre los “ataques insidiosos” contra la familia, una referencia a las iniciativas para el matrimonio entre parejas del mismo sexo.

Sin embargo, el Papa dijo al mismo tiempo que no es verdad que para ser un buen católico “hay que reproducirse como los conejos”.

Al contrario, la “crianza responsable” obliga a que las parejas controlen los nacimientos de sus hijos, en conformidad con las enseñanzas de la Iglesia, agregó.

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