Padres y educadores se preguntan cómo el CCSD financiará los aumentos prometidos

La maestra de cuarto grado de la Escuela Primaria Helen Smith, Sarah Sunnasy, recibe un abrazo ...

Luego de un contrato tentativo entre el Distrito Escolar del Condado de Clark (CCSD) y el sindicato de maestros, muchos educadores y padres se preguntaron el jueves cómo el distrito encontró hasta 20 millones de dólares para pagar los aumentos de desarrollo profesional, terminando con un estancamiento de una semana sobre el tema.

“Hemos batallado, hemos tenido reducciones de maestros en los últimos años”, dijo Shellie Tingey, madre de un estudiante en la primaria Helen Smith. “Veo la escasez, entonces me pregunto, ¿de dónde sacaron ese dinero extra?”

El Sistema de Crecimiento Profesional, diseñado para recompensar a los maestros que mejoran su desarrollo profesional con títulos de maestría u otras oportunidades de desarrollo laboral, fue el punto de conflicto final entre el distrito y la Asociación de Educación del Condado de Clark (CCEA) durante las negociaciones para un contrato de los años escolares 2019-2021.

Según el acuerdo tentativo anunciado el miércoles, los maestros que cumplan con los requisitos recibirán un llamado aumento de avance de columna en cada año del contrato, con una disposición que todas las partes se reunirán para reelaborar el sistema en el futuro.

Pero el superintendente Jesús Jara y otros funcionarios del distrito escolar, proporcionaron pocos detalles sobre cómo financiarían los aumentos.

El acuerdo aún debe ser finalizado, votado por los miembros del sindicato y ratificado por la Junta Escolar antes de que los maestros vean sus aumentos. Jara anunció el miércoles que espera presentar el acuerdo a la junta tan pronto como sea posible, pero que tal vez no se presente para la junta del 12 de septiembre, su límite.

La financiación sigue siendo difusa

En la conferencia de prensa del miércoles, Jara citó tres áreas en las que mencionó que las finanzas del distrito habían estado “mejorando”, incluidas las ganancias de intereses y los ahorros por congelaciones de contratación. Una declaración del distrito también indicó que “reasignará puestos con respecto al presupuesto operativo del distrito en subvenciones estatales/federales”.

Cuando se le preguntó si el distrito siempre tenía el dinero para financiar los aumentos, Jara respondió: “Bajo algunos pronósticos y proyecciones, no”.

El jueves, el director financiero, John Goudie, escribió en un comunicado enviado por correo electrónico que el dinero no fue “encontrado”, sino que se basó en información y estimaciones financieras actualizadas.

“A medida que operamos durante todo el año, monitoreamos continuamente los ingresos reales que recibimos y los gastos reales que tenemos, pero dado que nuestro sistema financiero es extremadamente anticuado, esto requiere muchos procesos manuales”, describió Goudie en el comunicado. “Actualmente pronosticamos/estimamos que nuestros ingresos son más altos que en el presupuesto y nuestros gastos son más bajos que en nuestro presupuesto, lo que creará fondos adicionales disponibles para cubrir parte de este acuerdo”.

Como resultado, recalcó, el distrito no puede asegurar cuánto dinero provendría de cada fuente de financiamiento, pero agregó que la congelación de contrataciones por sí sola ahorraría un estimado de dos millones a cuatro millones de dólares cada año.

La cantidad necesaria estará determinada por cuántos maestros califican para los aumentos de crecimiento profesional, pero se ha estimado entre 15 millones a 20 millones de dólares. Si los dos mil 500 solicitantes fueran elegibles, el monto total del contrato sería de aproximadamente 189 millones de dólares.

Los maestros reaccionan

La percepción de que el dinero estuvo allí todo el tiempo fue frustrante para algunos maestros que expresaron que se sintieron ofendidos por el proceso prolongado.

Nicole Hess, maestra de kindergarten en la Primaria Helen Smith, mencionó que no buscó las llamadas unidades de contacto necesarias para el desarrollo profesional porque no creía que el distrito financiaría los aumentos, pero estaba enojada porque sus compañeros de trabajo que invirtieron el tiempo de sus familias para pasar por los programas de capacitación se les negaron sus pagos.

“No deberíamos tener que luchar por las cosas que hemos ganado y que merecemos y por las que hemos trabajado tan duro cuando todo el tiempo pudieron haber dicho ‘sí, te apreciamos y esto es lo que te has ganado’”, reclamó.

Hess expresó que está satisfecha con los resultados de las negociaciones porque los maestros finalmente están recibiendo lo que merecen, pero indicó que la batalla con el distrito no ha terminado.

“Necesitamos que mantengan su parte del acuerdo para que podamos llenar estas vacantes y conseguir maestros que quieran enseñar en Las Vegas”, sugirió Hess.

La maestra de cuarto grado Sarah Sunnasy subrayó que está contenta de que el CCSD esté cumpliendo con su compromiso, pero que la moral entre los educadores sigue baja.

“Rectificar nuestro salario inadecuado es un paso para mejorar la moral”, enfatizó Sunnasy. Agregó que le gustaría ver un sistema de crecimiento híbrido desarrollado que permita a aquellos en el camino existente ganar sus unidades, al tiempo que ofrece otro camino a otros maestros.

La maestra de kindergarten en Helen Smith, Abigail Peterson, añadió que las negociaciones fueron particularmente frustrantes para los maestros que no habían visto aumentos salariales en mucho tiempo, pero que aún trabajaban diligentemente en sus aulas.

“No obtener ese aumento salarial para nosotros fue muy desmoralizador”, condenó Peterson, refiriéndose al estancamiento anterior. “Se están realizando cambios para mejorar el sistema, para atraer a maestros que se están mejorando a sí mismos. Espero que a medida que avanzamos en el futuro, eso sea más fácil para todos los maestros”.

En redes sociales, los maestros expresaron su preocupación de que un sistema de crecimiento profesional renovado se parezca más al pago por mérito basado en el desempeño de los estudiantes, citando comentarios del Director Ejecutivo de la CCEA, John Vellardita, durante la conferencia de prensa del miércoles.

“La brújula detrás del (Sistema de Crecimiento Profesional) está dirigida a mejorar la práctica del educador en el aula”, detalló Vellardita en la conferencia de prensa. “Tiene que correlacionarse con los resultados del logro del estudiante. Realizaremos mejoras del plan en el futuro”.

Pero Vellardita incluyó el jueves que sus declaraciones eran solo una explicación del propósito detrás del sistema de crecimiento profesional, que está diseñado para mejorar las habilidades de un maestro y, por lo tanto, mejorar los resultados de los estudiantes.

Aseveró que el pago por méritos no está sobre la mesa, y que el sindicato no lo aceptaría si el distrito lo propusiera como un sustituto del sistema de desarrollo profesional o de otra manera.

“Moriría inmediatamente al ser propuesto”, anunció Vellardita.

Los padres apoyan a los maestros

Los padres entrevistados en la Primaria Helen Smith el jueves respondieron que estaban contentos de que los maestros obtengan sus aumentos.

La madre Marianna Alvarado elogió a los maestros que trabajan con su hijo y dijo que una huelga pudo haber interrumpido seriamente su educación.

“Incluso con un día, podría quedarse atrás”, detalló Alvarado.

La madre Anastasia Reveal-White agregó que se necesita una nueva fórmula de financiamiento escolar para evitar que los salones de clase enfrenten recortes futuros.

“Nuestros hijos necesitan una educación tan buena como todos los demás en el país”, exigió.

Derik Francis enunció que se sintió aliviado cuando se enteró de que la amenaza de huelga había concluido, pero quiere que el estado considere dirigir más ingresos de la marihuana a la educación.

“Estos maestros, lo necesitan. Están ahí afuera, manejando nuestro futuro”, aportó Francis. “No podemos darles lo suficiente para asegurarnos de que están haciendo su trabajo de la manera correcta”.

El director de Helen Smith, Robert Hinchliffe, expresó que se siente aliviado de que se haya evitado una huelga después de que el tema divisivo creara una percepción de batalla de los miembros del personal contra otros miembros del personal.

Notificó que su escuela no había invertido mucho tiempo haciendo preparativos para una huelga el 10 de septiembre, ya que creía que el problema se resolvería.

“Es un alivio que ya no tengamos que pensar en eso”, concluyó Hinchliffe. “Podemos volver a enseñarle a los niños”.

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