El presidente de EEUU, Barack Obama, alertó que negar la existencia del cambio climático o rechazar la adopción de medidas para combatirlo “pone en riesgo” la seguridad nacional e impactará en la capacidad de las Fuerzas Armadas para defender al país.
“La ciencia es indiscutible”, subrayó Obama en New London (Connecticut) durante el discurso de la ceremonia de graduación de la Academia de la Guardia Costera estadounidense.
Ninguna nación “es inmune” al cambio climático, según Obama, quien agregó que el calentamiento global es “una grave amenaza” para la seguridad mundial y también para la de EEUU.
El cambio climático “tendrá un impacto en cómo nuestros militares defienden al país. Así que tenemos que actuar y tenemos que hacerlo ya”, enfatizó el mandatario
Obama precisó que el calentamiento global y en particular el aumento del nivel del mar, amenaza la capacidad de las Fuerzas Armadas para estar listas para defender al país y citó como ejemplo que “muchas” de las instalaciones militares de EEUU están ubicadas en la costa.
De acuerdo con el presidente estadounidense, en Norfolk (Virginia), sede de la base naval más grande del mundo, las altas mareas y tormentas causan inundaciones cada vez con más frecuencia y en Alaska el deshielo está dañando instalaciones militares.
El Pentágono ya está evaluando desde hace un tiempo la vulnerabilidad de las más de 7 mil bases, instalaciones y complejos militares de EEUU ante el cambio climático.
El presidente destacó, asimismo, que se estima que un nuevo aumento del nivel de mar de 30 centímetros hasta finales de siglo “podría costar” a EEUU unos 200 mil millones de dólares.
A nivel global, Obama sostuvo que el cambio climático “aumenta el riesgo de inestabilidad y conflicto”, y cada vez hay más casos de refugiados víctimas de ese problema.
El mandatario de EEUU ha hecho de la lucha contra el cambio climático una de las prioridades de su mandato y critica a menudo a otros políticos, especialmente de la oposición republicana, que siguen siendo escépticos sobre sus efectos.
A finales de marzo, EEUU se comprometió ante la ONU a reducir para 2025 sus emisiones de efecto invernadero entre un 26 y un 28 por ciento respecto de los niveles de 2005, e instó a otros países a fijar compromisos igual de “ambiciosos” de cara a la conferencia sobre el cambio climático que acogerá París en diciembre.
El Gobierno formalizó ese objetivo, marcado por Obama en noviembre pasado en Pekín dentro de un acuerdo con el presidente chino, Xi Jinping, al enviarlo a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).
Asimismo, Obama firmó recientemente una orden ejecutiva para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que produce el Gobierno federal en un 40 % durante la próxima década.