El multimillonario Elon Musk ya está planteando importantes cambios para Twitter, y se enfrenta a grandes obstáculos al comenzar su primera semana como dueño de la plataforma de red social.
El nuevo dueño de Twitter despidió a la junta directiva de la empresa y se convirtió en el único miembro de la junta, según una presentación de la empresa el lunes ante la Comisión de Bolsa y Valores.
También está tanteando el terreno para pedir a los usuarios que paguen por la verificación. Un inversor de capital riesgo que trabaja con Musk tuiteó una encuesta en la que preguntaba cuánto estarían dispuestos a pagar los usuarios por la marca de verificación azul que Twitter ha usado históricamente para verificar las cuentas de mayor perfil, para que otros usuarios sepan que son realmente ellos.
Musk, cuya cuenta está verificada, respondió: “Interesante”.
How much would you pay to be verified & get a blue check mark on Twitter?
— jason@calacanis.com (@Jason) October 31, 2022
Los críticos han ridiculizado la marca, que a menudo se concede a famosos, políticos, líderes empresariales y periodistas, como un símbolo de estatus de élite.
Pero Twitter también usa la marca de verificación azul para verificar a activistas y personas que de repente aparecen en las noticias, así como a periodistas poco conocidos de pequeñas publicaciones de todo el mundo, como herramienta adicional para frenar la desinformación procedente de cuentas que se hacen pasar por personas.
“Todo el proceso de verificación se está renovando ahora mismo”, tuiteó Musk el domingo en respuesta a un usuario que pidió ayuda para ser verificado.
El viernes, mientras tanto, el multimillonario príncipe saudí Alwaleed bin Talal dijo que él y su Kingdom Holding Company habían invertido un total de 1,890 millones de dólares en acciones de Twitter, lo que los convierte en el mayor accionista de la empresa después de Musk. La noticia suscitó preocupación entre algunos legisladores, como el senador Chris Murphy, demócrata por Connecticut.
Murphy tuiteó que está solicitando al Comité de Inversiones Extranjeras (CFIUS) -que revisa las adquisiciones de empresas estadounidenses por parte de compradores extranjeros- que investigue las implicaciones para la seguridad nacional de la inversión del reino en Twitter
“Debería preocuparnos que los sauditas, que tienen un claro interés en reprimir la expresión política y en influir en la política de Estados Unidos, sean ahora el segundo mayor dueño de una importante plataforma de redes sociales”, tuiteó Murphy. “Hay una clara cuestión de seguridad nacional en juego y el CFIUS debería hacer una revisión”.
Tras asumir la propiedad del servicio de redes sociales, Musk ha invitado a un grupo de amigos e inversores del mundo de la tecnología para que le ayuden a guiar la transformación de la empresa con sede en San Francisco, que probablemente incluya una reorganización de su personal. La semana pasada, Musk despidió al director ejecutivo Parag Agrawal y a otros altos directivos.
Ha habido incertidumbre sobre si podría empezar a realizar despidos a mayor escala y cuándo.
“Creo que habrá muchos despidos”, dijo Matthew Faulkner, profesor adjunto de finanzas en la Universidad Estatal de San José. Faulkner señaló la necesidad de recortar costos después de que Musk comprara Twitter por una prima y de las largas luchas de la plataforma por obtener beneficios. Pero es posible que Musk también quiera eliminar lo antes posible a los empleados que no creen en su misión para que los que se queden se sientan más seguros.
“No quieres tener empleados frenéticamente asustados trabajando para ti”, dijo Faulkner. “Eso no motiva a la gente”.
Entre los que han revelado que están ayudando a Musk se encuentra Sriram Krishnan, socio de la empresa de capital riesgo Andreessen Horowitz, que ya se comprometió en primavera a contribuir al plan de Musk de comprar la empresa y privatizarla.
Krishnan, que también es un antiguo ejecutivo de producto de Twitter, publicó en un tuit que se trata de “una empresa enormemente importante y que puede tener un gran impacto en el mundo, y Elon es la persona adecuada para hacerlo realidad”.
Jason Calacanis, el capitalista de riesgo que tuiteó la encuesta sobre si los usuarios pagarían por la verificación, dijo durante el fin de semana que está “pasando un poco de tiempo en Twitter y simplemente tratando de ser lo más útil posible durante la transición”.
Calacanis dijo que el equipo ya “tiene un plan muy completo para reducir el número (y la visibilidad) de bots, spammers y malos actores en la plataforma”. Y en la encuesta de Twitter, preguntó si los usuarios pagarían entre cinco y 15 dólares mensuales para “ser verificados y obtener una marca de verificación azul” en Twitter. Actualmente, Twitter es gratuito para la mayoría de los usuarios porque sus ingresos dependen de la publicidad.
Musk acordó comprar Twitter por 44 mil millones de dólares en abril, pero no fue hasta el jueves por la noche cuando finalmente cerró el acuerdo, después de que sus intentos de echarse atrás condujeran a una prolongada lucha legal con la empresa. Los abogados de Musk piden ahora al Tribunal de la Cancillería de Delaware que deseche el caso, según una presentación judicial hecha pública el lunes. Se suponía que las dos partes irían a juicio en noviembre si no cerraban el acuerdo a finales de la semana pasada.
Musk ha hecho una serie de declaraciones desde principios de este año sobre cómo arreglar Twitter, y sigue sin estar claro a qué propuestas dará prioridad.
Ha prometido reducir algunas de las restricciones de contenido de Twitter para promover la libertad de expresión, pero dijo el viernes que no se tomarán decisiones importantes sobre el contenido o la restitución de cuentas prohibidas hasta que se establezca un “consejo de moderación de contenidos” con diversos puntos de vista. Más tarde matizó este comentario, tuiteando que “cualquier persona suspendida por razones menores y dudosas será liberada de la cárcel de Twitter”.
El director de una bolsa de criptomonedas que invirtió 500 millones de dólares en la adquisición de Twitter por parte de Musk dijo que tenía varias razones para apoyar el acuerdo, incluida la posibilidad de que Musk convierta Twitter en una empresa que apoye las criptomonedas y el concepto conocido como Web3, que muchos entusiastas de las criptomonedas ven como la próxima generación de internet.
“Queremos asegurarnos de que las criptomonedas tienen un asiento en la mesa cuando se trata de la libertad de expresión”, dijo el director ejecutivo de Binance, Changpeng Zhao, a la CNBC el lunes. “Y hay cosas más tácticas, como que queremos ayudar a que Twitter entre en la Web3 cuando esté preparado”.
Dijo que la criptomoneda podría ser útil para resolver algunos de los retos inmediatos de Musk, como el plan de cobrar una cuota de afiliación premium para más usuarios.
“Eso puede hacerse muy fácilmente, a nivel global, usando la criptodivisa como medio de pago”, dijo.