BALTIMORE – Era medianoche cuando la advertencia de un despachador se escuchó por la radio: un enorme buque de carga había perdido su capacidad de dirección y se dirigía hacia el puente Francis Scott Key.
En unos 90 segundos, agentes de policía que estaban cerca respondieron que habían conseguido detener el tráfico de vehículos sobre el puente de Baltimore en ambas direcciones.
Uno de ellos se estacionó atravesado a los carriles y planeó conducir hasta el puente para alertar a un equipo de construcción en cuanto llegara otro agente. Pero no tuvo la oportunidad. Sin energía y cargado de enormes contenedores, el buque se estrelló contra un pilar de apoyo.
“Todo el puente se vino abajo”, dijo un agente frenético. “Responda, responda quien sea, todos… todo el puente simplemente colapsó”.
Cuando el portacontenedores Dali chocó contra el pilar alrededor de la 1:30 a.m. del martes, hizo que un largo tramo del puente, un importante eslabón de las redes de transporte de la región, se desplomara sobre el río Patapsco. Se espera que la pérdida del puente paralice el tráfico y cause disrupción en un puerto marítimo vital.
Al menos ocho personas cayeron al agua. Dos fueron rescatadas, pero las otras seis, que formaban parte de un equipo de construcción que había estado rellenando baches en el puente, desaparecieron y fueron dadas por muertas. Según Elena Russo, portavoz de la Policía Estatal de Maryland, el miércoles por la mañana se estaban buscando sus cuerpos.
Entre los desaparecidos había personas de Guatemala, Honduras y México, según diplomáticos de esos países. El hondureño fue identificado como Maynor Yassir Suazo Sandova.
Funcionarios federales y estatales han dicho que el accidente parece haber sido un accidente. El miércoles, investigadores tienen previsto recoger evidencia en el barco, incluidos aparatos electrónicos y documentación, según declaró la presidenta de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) Jennifer Homendy.
La Guardia Costera de Estados Unidos ya abordó el buque, descargó el registrador de datos de la travesía y lo envió a la NTSB, que está elaborando una cronología de lo que condujo al accidente, dijo Homendy. El informe preliminar pudiera estar listo en dos o cuatro semanas.
El tráfico de buques que entran y salen del puerto de Baltimore fue suspendido indefinidamente.
El capitán Michael Burns Jr., del Centro Marítimo para la Energía Responsable, dijo que hacer entrar o salir un barco de puertos en aguas restringidas con un margen de maniobra limitado es “una de las cosas técnicamente más difíciles y exigentes que hacemos”.
Hay “pocas cosas que den más miedo que una pérdida de potencia en aguas restringidas”, afirmó. Y cuando un barco pierde la propulsión y la dirección, “entonces queda realmente a merced del viento y la corriente”.
Un video mostraba al barco desplazándose a una velocidad que, según el gobernador de Maryland, Wes Moore, era de unas 9 mph (15 km/h) hacia el puente de 1.6 millas (2.6 kilómetros). El tráfico seguía moviéndose a través del puente, y algunos vehículos parecieron escapar por solo unos segundos. El choque hizo que el puente se rompiera y cayera al agua en cuestión de segundos, y quedaron restos irregulares sobresaliendo del agua.
La policía declaró que no hay evidencia de que alguien más aparte de los trabajadores se precipitara al agua, aunque no descartan esa posibilidad.
Un alto ejecutivo de la empresa que empleó a la cuadrilla, Brawner Builders, dijo que estaban trabajando en medio del puente cuando se cayó.
“Esto fue completamente imprevisto”, dijo Jeffrey Pritzker, vicepresidente ejecutivo de la empresa. “No sabemos qué más decir. Nos sentimos muy orgullosos de la seguridad, y tenemos conos y señales y luces y barreras y señalizadores”.
Jesús Campos, que ha trabajado en el puente para Brawner Builders y conoce a miembros de la cuadrilla, dijo que le dijeron que estaban en un descanso y algunos estaban sentados en sus camionetas.
“Sé que hace un mes, yo estuve ahí, y sé lo que se siente cuando los remolques pasan”, dijo Campos. “Imagínate saber que está cayendo. Es muy duro. Uno no sabría qué hacer”.
El padre Ako Walker, sacerdote católico del Sagrado Corazón de Jesús, dijo afuera de una vigilia que pasó tiempo con las familias de los trabajadores desaparecidos mientras esperaban noticias de sus seres queridos.
“Puedes ver el dolor grabado en sus rostros”, dijo Walker.
Los equipos de rescate sacaron a dos personas del agua. Una de ellas fue atendida en un hospital y dada de alta horas después.
El accidente se produjo mucho antes del ajetreado trayecto matutino por el puente, por el que el año pasado circularon 12 millones de vehículos.
Entre 1960 y 2015, se produjeron 35 grandes derrumbes de puentes en todo el mundo debido a colisiones de barcos o barcazas, según la Asociación Mundial de Infraestructuras de Transporte Acuático.
El colapso del martes seguramente creará un dolor de cabeza logístico a lo largo de la costa este durante meses, si no más, cerrando el tráfico marítimo en el puerto de Baltimore, un importante centro portuario.
Paul Wiedefeld, secretario de Transporte del estado, dijo que el tráfico de buques que entran y salen del puerto quedaría suspendido hasta nuevo aviso, aunque las instalaciones seguían abiertas a los camiones.
“Perder este puente devastará a toda la zona, así como a toda la costa este”, declaró el senador estatal Johnny Ray Salling.
El secretario de Transporte de Estados Unidos, Pete Buttigieg, dijo que era demasiado pronto para dar un plazo para despejar el canal, de unos 50 pies (15 metros) de profundidad, mientras que el presidente Joe Biden dijo que planeaba viajar pronto a Baltimore y que espera que el gobierno federal pague todo el costo de la reconstrucción.
Synergy Marine Group, que gestiona el barco, dijo que el impacto se produjo mientras estaba bajo el control de uno o más pilotos, que son especialistas locales que ayudan a guiar a los barcos de forma segura al entrar y salir de los puertos. Synergy indicó en un comunicado el miércoles que un miembro de la tripulación fue atendido en un hospital por una herida leve.
El buque es propiedad de Grace Ocean Private Ltd., y el gigante naviero danés Maersk dijo que lo había fletado.
El Dali, de 985 pies (300 metros) de eslora, se dirigía de Baltimore a Colombo, Sri Lanka, y enarbolaba bandera de Singapur, según datos de Marine Traffic.
El buque pasó las inspecciones estatales portuarias en junio y septiembre de 2023. En la inspección de junio de 2023, se rectificó un medidor de presión de combustible defectuoso antes de que el buque zarpara del puerto, según informó el miércoles la autoridad portuaria de Singapur en un comunicado.
Donald Heinbuch, jefe jubilado del departamento de bomberos de Baltimore, dijo que se despertó sobresaltado por un profundo estruendo que sacudió su casa durante varios segundos y “se sintió como un terremoto”.
Condujo hasta el río y no podía creer lo que vio: “El barco estaba allí, y el puente estaba en el agua, como si hubiera volado por los aires”.
El alcalde de Baltimore, Brandon Scott, lo calificó de “tragedia impensable”. El gobernador Moore dijo que “estamos desconsolados por las víctimas y sus familias”, y también elogió a los socorristas por su rápida respuesta.
“Literalmente, al ser capaces de impedir que los vehículos entraran al puente, estas personas son héroes”, dijo Moore. “Anoche salvaron vidas”.
Witte informó desde Dundalk, Maryland. Periodistas de Associated Press de todo el mundo contribuyeron a este artículo, entre ellos Sarah Brumfield, Rebecca Santana, Jake Offenhartz, Joshua Goodman, Ben Finley, Claudia Lauer, Juliet Linderman, David McHugh, John Seewer, Michael Kunzelman, Mike Catalini y Sarah Rankin.