Un presunto asesino de Las Vegas que estuvo prófugo durante 10 años murió de COVID-19 antes de ser juzgado por la muerte de su esposa.
Jesús Munguía, de 44 años, murió en el University Medical Center (UMC) en junio, según la oficina forense del Condado Clark. Munguia también padecía una enfermedad cardiovascular hipertensiva, obesidad y un historial de carcinoma de tiroides, declaró la oficina forense.
Su muerte fue declarada natural.
Munguia era uno de los diez fugitivos más buscados por el FBI en relación con la muerte de Sherryl Sacueza. El cuerpo de la mujer fue encontrado en la entrada de su casa en julio de 2008. Había sido atada al asiento trasero de su coche con una cuerda, una sudadera y cables de arranque alrededor del cuello, según un comunicado del FBI.
El FBI reportó que Munguía era miembro de la banda TEPA 13. Fue arrestado en 2018 en México y llevado a Las Vegas para enfrentar cargos de asesinato y secuestro.
Después de múltiples retrasos, se fijó un juicio con jurado para el 15 de noviembre, según los registros judiciales. Pero el caso de Munguia fue desestimado el 11 de junio, citando su muerte.
La defensora pública adjunta, Anna Clark, dijo que Munguia fue transferido a arresto domiciliario en abril mientras estaba en la Unidad de Cuidados Intensivos del UMC. Permaneció en arresto domiciliario hasta su muerte.