El mexicano Manuel Uribe Garza logró conmover a todo el mundo con su historia. El hombre que la mayor parte de su vida estuvo postrado a su cama por su gran peso, que lo situó como el más obeso del mundo, perdió la batalla por la vida en su natal Monterrey, Nuevo León.
Manuel era un hombre que, pese a la extrema gordura que padecía desde muy joven, no se dejaba vencer. Hacía los ejercicios que podía, seguía la dieta que los nutricionistas le indicaban pero sobre todo vivía ilusionado con vencer esa enfermedad que lo invadió sin darse cuenta.
Pero las complicaciones de la obesidad no dejaron nunca de rondar a Manuel y fueron estas mismas la que lo tumbaron en un hospital hasta que murió.
Manuel falleció alrededor de las 10:30 horas. A sus 48 años pesaba 868 libras. Estaba internado desde el 2 de mayo en el Hospital Universitario luego de padecer arritmias cardiacas. Después fueron una cadena de afectaciones en su salud hasta que una falla en el hígado terminó con su corta vida.
El traslado de Manuel al hospital no fue sencillo. Debido a su peso debía siempre trasladarse en una cama con ruedas. Personal de Protección Civil tuvo que ayudarlo desde su casa en San Nicolás, Nuevo León, hasta el Hospital Universitario.
Manuel tenía una vida triste antes de que su historia fuera seguida por todo el mundo. Vivía postrado en una cama fija en una de las habitaciones que compartía con su familia. La luz del sol sólo la veía mediante su ventana y los días se le pasaban eternos, en medio de una frustración que lo deprimía más.
Entonces los reflectores giraron a él y la ayuda llegó. Médicos, nutricionistas y expertos en el manejo de la obesidad comenzaron a cambiarle la vida a Manuel, quien llegó a pesar hasta más de 1,300 libras.
En el 2007 se sometió a una rigurosa dieta para bajar de peso. En los años siguientes logró bajar más de 573 libras.
Los especialistas dijeron a la familia que fue esa pérdida de peso lo que le provocó estragos en su salud. Por la pérdida de líquido en sus piernas, comenzó a sufrir de deshidratación, lo que terminó en una descompensación.