Comenzó como suele terminar.
Por lo general, la oleada de gente fanática de la tecnología que acude a CES, la feria comercial más grande de Las Vegas, tiene la vibra de una aglomeración del “Black Friday” en Walmart, con hordas de asistentes presionando a través de las puertas del Centro de Convenciones de Las Vegas tan pronto cuando abren con el celo de los cazadores de “gangas” listos para arrancar globos oculares y golpear gargantas por un microondas a mitad de precio.
Pero el miércoles 5 de enero, el primer día de CES se parecía más a los últimos años, con menos gente, menos vendedores y más espacio para mirar “embobados” las baterías robóticas, los artilugios submarinos con forma de langosta y un coche de carreras totalmente automatizado y digno de las 500 millas de Indianápolis.
“Definitivamente está más vacío, no hay tanta gente, es menos extravagante”, observó Connor Reathaford, de la organización de ventas y mercadotecnia ADW Acosta, con sede en Issaquah, Washington, que ya había estado en el CES tres veces. “Como el espacio en el que estamos ahora mismo”, continuó desde uno de los voluminosos pabellones del centro de convenciones, “esto estaba lleno la última vez”.
Reathaford estaba disfrutando de CES con su compañero de trabajo Tony D’Alessio, que asistía a la convención por primera vez.
“Creo que mucha gente probablemente diga: ‘Lo haremos en un solo día y con eso estará bien’”, dijo D’Alessio sobre la reducida oferta de CES, pero aún así el ambiente es bullicioso. “Los stands parecen estar ocupados por la cantidad de gente que hay aquí. La esperanza es que estas personas estén cara a cara, tengan buenas discusiones y al menos saquen algunas buenas conversaciones de negocios”, agregó.
Por supuesto, algo de esto era de esperarse teniendo en cuenta la actual pandemia, que hizo que CES se volviera totalmente virtual en 2021.
CES redujo la convención de este año de sus cuatro días habituales a tres.
Además, varias grandes empresas como Microsoft, Google, General Motors, Amazon y otras se retiraron de la feria presencial de este año debido a la preocupación por el coronavirus.
Sin embargo, el hecho de que CES 2022 no sea tan grande como sus últimas ediciones no significa que no siga siendo una enorme fantasía de “frikis” de la tecnología, con un laberinto de televisores láser, visores con Wi-Fi y correas para celulares adornadas con banderas estadounidenses.
“Mucha innovación”
Varias grandes empresas, entre ellas Samsung, Sony y Panasonic, presentaron enormes pantallas de video que parpadeaban con la potencia de Times Square.
“Pese a las publicitadas cancelaciones, hay mucha innovación aquí”, dijo Steve Koenig, vicepresidente de investigación de la Consumer Technology Association (CTA), que organiza CES, durante una charla sobre las tendencias tecnológicas en la conferencia.
El sector automotriz, en particular, siguió teniendo una de las presencias más fuertes en CES, con la atención puesta en más modelos eléctricos de marcas como Jeep y Fiat y un énfasis en los vehículos automatizados, desde los vehículos de 18 ruedas hasta el vehículo de transporte Evocargo impulsado por hidrógeno, pasando por los tractores Bobcat del Doosan Group, cuya exposición presentaba una de las atracciones más extravagantes del día: una batería equipada con brazos robóticos que se balanceaban y platillos que se movían en el aire como platillos voladores, listos para ofrecer una carga de rock ‘n’ roll en lugar de pequeños hombres verdes.
Aunque los pabellones de la convención tenían más espacio abierto de lo habitual, con la ausencia de algunos de los grandes, esto podría considerarse una mayor oportunidad para algunas empresas que aún no se han convertido en nombres conocidos.
“Creo que la ausencia de muchos de los grandes da a los stands más pequeños un poco más de atención y una oportunidad, que es lo que buscamos”, señaló Reathaford. “Si ves el stand de Sony que ocupa la mitad de la sala y tienes a estos otros pequeños, ahora puedes mirar más a los pequeños”.
“Necesitamos estar aquí”
Una de esas empresas es UGO, nacida en Minnesota, que crea fundas impermeables para teléfonos móviles, tabletas y demás.
Cuando se le preguntó a su cofundadora, Vicky DeRouchey, si creía que su empresa podría beneficiarse de un CES menos congestionado con otros vendedores, respondió con entusiasmo de forma afirmativa.
“¡Absolutamente!”, dijo DeRouchey mientras lanzaba sus productos en tinas de agua. “La gente no sabe que existimos, así que tenemos que estar aquí. Es nuestro trabajo estar aquí”.
Agregó que “me gusta porque es un lugar donde se puede hacer algo. Me gusta porque no es una locura, la verdad”.
Para otras empresas que intentan construir su marca en estas costas, retirarse de CES simplemente no era una opción.
“No nos importa si alguien quiere cancelar por culpa de COVID”, dijo Pavel Sakvarelidze, director de proyectos de Evocargo, “solo queríamos estar aquí para mostrar lo que hemos desarrollado, lo que hemos producido. Por eso estamos aquí, sin importar el COVID”.
Continuó diciendo que “tenemos una oportunidad y la aprovechamos. Estamos preparados para mostrar lo que hacemos. Y lo hicimos”.
En las entradas de la sala había varios eslóganes estampados en las paredes.
“Eres el primero en la fila del futuro”, rezaba uno de ellos.
Resulta que esa fila es un poco más corta este año, eso es todo.