CIUDAD DE MÉXICO.- Un alto funcionario de derechos humanos del gobierno dijo el 23 de diciembre que el 90% de los crímenes contra activistas y periodistas quedan impunes en México.
El subsecretario de Gobernación encargado de derechos humanos dijo que en los casos en que se ha identificado a los culpables, casi la mitad son funcionarios locales.
Los funcionarios locales en México a menudo se enojan por las acusaciones de corrupción en su contra, pero en algunos casos también están aliados con intereses criminales o comerciales.
Alejandro Encinas dijo que se necesitan nuevas leyes para proteger a los activistas y reporteros.
México cuenta actualmente con un mecanismo de protección de alarmas o guardias que a octubre cubría a 495 periodistas y 1,011 activistas. Pero los críticos han dicho que las medidas son insuficientes. Nueve personas amparadas por las medidas de protección han sido asesinadas desde el 1 de diciembre de 2018, cuando asumió el cargo el presidente Andrés Manuel López Obrador.
México es uno de los lugares más peligrosos del mundo para los reporteros fuera de las zonas de guerra activa.
Cifras oficiales muestran que en los primeros tres años de la administración de López Obrador han sido asesinados en México 96 activistas comunitarios, ambientales o de derechos y 47 periodistas o trabajadores de los medios de comunicación.
Encinas también comentó sobre los resultados bastante limitados de una ley de amnistía para los pueblos indígenas, los delincuentes ancianos no violentos y aquellos que no obtuvieron un juicio justo. Bajo ese programa, solo 44 personas fueron liberadas de las 1,798 que se postularon. Muchos casos aún están en estudio.