Recientemente se llevó a cabo la serie de eventos anuales de ‘Mariachi Vargas Extravaganza’ en la ciudad de San Antonio, Texas, en el cual se premia a los mejores grupos de mariachi escolares que participan en tan importante concurso. El Mariachi Los Gavilanes de Monaco Middle School, perteneciente al Distrito Escolar del Condado de Clark, obtuvo el tercer lugar en el certamen.
Sin embargo, lograr este merecido reconocimiento no ha sido fácil, ya que tanto estudiantes como profesores deben pasar varias horas ensayando después de las actividades escolares, incluso los sábados son días que utilizan para perfeccionar sus dotes musicales.
“Tenemos clases de principiantes, cuando entran a la escuela no saben nada del instrumento, después entran al nivel intermedio, unos van directamente a los avanzados, depende de cuánto estudio le ponen al instrumento y vocales”, comentó la profesora Yvette Sital.
Esta escuela secundaria inició con el taller de mariachi en el 2002. Actualmente son 16 los jóvenes estudiantes que integran Mariachi Los Gavilanes, además de otros 24 alumnos que han iniciado en niveles básicos y cuya meta es integrarse al primer grupo en el futuro cercano.
“Muy orgullosa de ellos, tenemos ensayos después de la escuela todos los días y los sábados de nueve a una. Vinieron mucho tiempo, se esforzaron mucho, también tuvieron que venir a sus clases académicas. Además, tienen que mantener sus grados para poder estar en este grupo, es mucho trabajo para ellos”, acotó Sital.
Además de la profesora Yvette Sital, otros instructores como Daniel Valdéz, Ramiro Benavides y Jhon Vargas han sido los responsables de trabajar con los estudiantes para lograr los éxitos musicales obtenidos, incluso en el sur de Nevada hay otras escuelas y organizadores que frecuentemente les llaman para participar en sus eventos escolares o comunitarios.
Con 14 años de edad y de ascendencia michoacana, Patricia Valencia compartió con El Tiempo que el gusto por la música mexicana viene de familia; “Mi hermana también toca mariachi, yo quería continuar, crecí asistiendo a sus conciertos, quería hacer lo mismo. Estar en el escenario se siente mucha energía, estoy feliz de estar arriba tocando con todos. Nos gusta mucho ir a lugares, salir de la escuela, ir a tocar a otras escuelas, es muy divertido”.
La canción favorita de Patricia es Pajarillo, y aunque ya tiene experiencia interpretando distintos temas aseguró que el día del evento los nervios se hicieron presentes.
“Muchos nervios antes de subir al escenario y hasta cuando estábamos tocando, muy nerviosa pero tratamos de hacerlo bien para impresionar. Estaba muy orgullosa de todos, luchamos para ganar ese lugar, estaba muy contenta”, dijo Valencia.
Fueron los integrantes del reconocido Mariachi Vargas los encargados de calificar a los grupos participantes y premiarlos, situación que motivó aún más a la estudiante Nohemí Lagunas de 13 años, quien aseguró que siempre tuvo claro que serían uno de los ganadores.
“Mi hermano tocaba violín, me gustó y quise intentarlo. Estaba muy feliz cuando ganamos el tercer lugar porque le echamos muchas ganas, no me sorprendí, sí lo esperaba; ahora quiero hacer una carrera de mariachi”, mencionó Lagunas de ascendencia morelense.
Por su parte Gladys Aguilar, comentó que cuando ingresó a la escuela Monaco y vio que entre las clases alternativas estaba la de mariachi, no dudó en inscribirse, ya que canciones como Amor Eterno le motivan a querer inmiscuirse en este popular género musical.
“Es diferente a escucharlo, crecí escuchando mariachi y siempre quise participar y cuando llegué a Monaco mire que era una de las opciones y por eso lo escogí, para que mis padres estén orgullosos de mí, que vean que puedo hacer algo más que tener buenos grados.
Lo que pensé cuando ganamos tercer lugar fue que lo merecíamos, llegamos aquí cada sábado, después de la escuela practicamos, estaba orgullosa y feliz de todos los demás, por todos participamos y ganamos tercer lugar”, comentó Aguilar.
La estudiante de 13 años y de raíces sinaloenses añadió que la música va más allá de simplemente escuchar, bailar o disfrutar una canción, ya que cada tema debe tener un motivo y significado.
“Lo más difícil fue sentir las canciones, siempre he pensado que si una canción no tiene significado, no es una canción, en cada una busco algo. Un consejo que me han dado mis maestros es que siempre siga, que por una canción que no pueda tocar no vaya a parar”, concretó Aguilar.