Los cabilderos fueron excluidos del capitolio de Nevada. Fueron de todos modos.

Esta foto de archivo del 2 de febrero de 2019 muestra el Edificio Legislativo en Carson City. ( ...

El edificio legislativo de Nevada, ubicado en la calle Carson de la capital, es el lugar donde se realiza gran parte del trabajo de los grupos de presión en cada sesión.

Es donde los defensores del gobierno se cruzan frecuentemente con los legisladores y otros activistas para interactuar de forma improvisada en los pasillos y durante los descansos de las audiencias de los comités.

Pero debido a la pandemia, este año el edificio estuvo cerrado al público en general, incluidos los grupos de presión, desde el 1º de febrero, fecha en que comenzó la sesión, hasta el 15 de abril, cuando se reabrió con limitaciones.

Aun así, los gobiernos del sur de Nevada pagaron miles de dólares de los contribuyentes para enviar a sus grupos de presión a Carson City a pesar de tener poco o ningún acceso físico a los legisladores, según datos analizados por el Las Vegas Review-Journal.

El gasto gubernamental en viajes y alojamiento ilustra los distintos grados en que los funcionarios creían que sus defensores serían eficaces en la capital.

La ciudad de Henderson envió a cuatro cabilderos a Carson City hasta el 15 de abril y gastó más de 48 mil dólares en viajes y alojamiento, según los datos. Es alrededor de cuatro mil dólares más que la ciudad pagó en esas categorías durante el mismo periodo de la sesión anterior.

“Tener el personal sobre el terreno en Carson City mejora la eficacia y asegura que la voz de la ciudad se escuche cuando se toman decisiones que pueden tener consecuencias duraderas en nuestra comunidad y los que viven, trabajan, aprenden y juegan en Henderson”, dijo la portavoz de la ciudad Kathleen Richards en un comunicado.

Richards dijo que el acceso físico limitado al edificio legislativo “no ha impedido que el equipo de cabildeo de la ciudad haga su trabajo”.

Pese a gastar más en viajes y alojamiento, los gastos generales de cabildeo de la ciudad se redujeron con respecto a 2019 cuando se incorporaron costos como operaciones, contratos y honorarios, muestran los datos.

El gasto de los gobiernos locales también demuestra las dificultades de navegar por una sesión legislativa como ninguna otra en la memoria reciente.

Las Vegas gastó alrededor de 23 mil dólares en alojamiento y viajes hasta el 15 de abril, menos que durante el mismo periodo en 2019, según los datos.

La pandemia alteró el cabildeo típico

Crompton señaló que ninguno de los trabajos de la ciudad de seguimiento de cientos de proyectos de ley y notas fiscales había caído a través de las grietas a pesar de las restricciones de acceso.

Su colega Randy Robison, cabildero de Las Vegas, reconoció, sin embargo, que es difícil decir si los cabilderos han sido tan efectivos como lo habrían sido en un ciclo normal.

La pandemia obligó a los grupos de presión a acudir a cafeterías o restaurantes para charlar con los legisladores y compañeros de profesión, indicaron. En su lugar, hubo que programar docenas de conversaciones diarias improvisadas que normalmente se podrían mantener caminando con un legislador desde la sala de la comisión hasta su despacho, el tipo de interacciones que, según Robison, “realmente impulsan esa defensa”.

Los legisladores han sido complacientes con este tipo de programación, comentaron.

La ciudad suele enviar a sus tres cabilderos a Carson City, dijo Crompton. Pero, al menos hasta el 11 de mayo, solo uno de los miembros del grupo de presión viajaba al norte, mientras que dos se quedaban trabajando a distancia.

La decisión de volar a la capital (los boletos suelen reservarse con un mes de antelación) se basaba en las audiencias programadas de los comités a los que la ciudad quería asistir, según Crompton.

Un enfoque diferente, pensando en el dinero de los impuestos

La ciudad de North Las Vegas pareció adoptar el enfoque más conservador ante las nuevas restricciones: Decidió no enviar al cabildero Jared Luke a la capital mientras el edificio legislativo estuviera cerrado.

La subdirectora de la ciudad, Delen Goldberg, declaró que Luke no fue menos eficaz trabajando a distancia al principio de la sesión. Calificó la decisión de mantenerlo en la ciudad como un uso responsable del dinero de los contribuyentes.

“La única diferencia es que habría estado al otro lado de la calle con el dinero de los contribuyentes en lugar de estar en el Ayuntamiento”, mencionó Luke, el director de asuntos gubernamentales de la ciudad, que solo vino a Carson City por primera vez a principios de mayo.

Pero Luke agregó que incluso si hubiera viajado a la capital antes de este mes, las reuniones fuera de horario eran escasas porque muchos legisladores no estaban completamente vacunados. Ver a uno o dos de ellos en un restaurante, comentó, habría sido “lo mejor de la semana”.

La ciudad reportó que gastó casi siete mil dólares en todos los esfuerzos de cabildeo hasta el 15 de abril. Esos costos se atribuyen al tiempo del personal del equipo de asuntos gubernamentales, según la ciudad. Es mucho menos de lo que gastaría en un año normal.

Los grupos de presión del Condado Clark no estuvieron disponibles para ser entrevistados porque estaban demasiado ocupados durante el tiempo de socialización legislativa ya que la sesión termina el próximo mes, dijo el portavoz Erik Pappa.

Reuniones de zoom no pueden sustituir el cara a cara

Incluso después de la reapertura del edificio legislativo, el cambio no ha sido inmediatamente dramático, con un “poco de acceso”, pero sin la fluidez normal, según Crompton.

El cambio mayor, dijo, es que simplemente había más gente en Carson City. Y sigue habiendo días en los que no necesita entrar.

Después de más de tres meses de cabildeo durante una pandemia, Luke comenta que los elementos virtuales del trabajo son una perspectiva atractiva para las futuras sesiones.

“¿Sustituirá a las sesiones? No”, señaló. “¿Será un componente de la sesión y de las reuniones en el futuro? Creo que sí, porque creo que la gente se ha acostumbrado a ello y ha visto que es una herramienta eficaz”.

Sin embargo, Robison, que comentó que la sesión legislativa virtual había transcurrido con toda la fluidez posible, también tenía claro que se ha echado mucho de menos el contacto personal.

“Ninguna reunión con Zoom puede sustituir un cara a cara y eso es cierto en este trabajo o en el de cualquiera”, aseveró. “Ahora creo que, casi tres meses después, todos nos hemos dado cuenta de cuáles son las deficiencias y hemos hecho todo lo posible por superarlas”.

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