Puede que a Bruce, de 4 años, le costara estar quieto, pero su madre, Mona Miller, trabajaba duro.
El cuidado del pequeño era solo una de sus responsabilidades el sábado por la mañana. Arrodillada en la tierra frente a Las Vegas Wash, colocó en el suelo una planta nativa que algún día ayudará a filtrar incontables galones de escorrentía en su camino hacia el Lago Mead.
El voluntariado del sábado dio una lección de responsabilidad para su hijo, dijo Miller, una mujer originaria de Las Vegas de tercera generación que trabaja de mesera en el Mob Museum del centro de la ciudad.
“Es el alma de toda la ciudad”, dijo Miller. “Es la única razón por la que existe Las Vegas”.
Miller fue una de los más de 200 residentes del valle que pasaron la mañana en Las Vegas Wash, sembrando las semillas para una filtración aún mayor a medida que el agua viaja hacia el Lago Mead. Esta fue la edición número 40 del llamado “Green-Up” de la Autoridad del Agua del Sur de Nevada, que se celebra desde hace unos 20 años.
El Mojave vuelve a ser salvaje
En el valle, Las Vegas Wash funciona más como un río urbano que envía más de 200 millones de galones de agua – incluyendo el agua reciclada que se había usado en el interior, las aguas subterráneas y la lluvia – al embalse todos los días.
Para este Green-Up, los voluntarios habrán plantado unos cuatro mil arbustos y hierbas en unas cuatro hectáreas, según los funcionarios.
La agencia regará las plantas durante dos temporadas hasta que sean lo bastante fuertes para sobrevivir por sí solas.
Los arbustos y la vegetación mantienen el agua en el cauce, evitando la erosión de las laderas.
Las plantas nativas fueron algunas de las primeras adquiridas a través de una nueva asociación con viveros de Nevada, como los estatales de lugares como el Área Recreativa Nacional del Lago Mead y tiendas locales como Cactus Joe’s, en el suroeste de Las Vegas.
Anteriormente, la autoridad del agua adquiría sus plantas nativas en un vivero de Arizona, explica Tim Ricks, biólogo medioambiental de la autoridad. Entre las plantas que los biólogos consideran que funcionan bien se encuentran los arbustos de creosota, los arbustos quebradizos y otras que habrían crecido de forma natural en el desierto de Mojave.
“Cuanto mejor gestionemos y mantengamos el agua, menos trabajo habrá y más posibilidades habrá de usarla”, afirma Ricks.
De todas las procedencias
Entre los voluntarios también se encontraba Eric Tewalt, de 51 años, que se tomó un descanso de su trabajo habitual tocando el saxofón en “Jersey Boys” para aportar su granito de arena y ayudar a su hijo a conseguir horas de servicio comunitario para la escuela secundaria.
Tewalt lleva años trayendo a su familia a los senderos del Las Vegas Wash, dijo, pero se enteró de su importancia para el suministro de agua cuando se ofreció como voluntario por primera vez el año pasado.
“Está tan lejos de todo eso”, dijo Tewalt, señalando el Strip en la distancia.
Natalie Wurdemann, estudiante de enfermería de la UNLV de 32 años y residente en Las Vegas, trajo a su hija Anabel, de 7 años, para enseñarle a ayudar.
“Tenemos que crear sostenibilidad para las generaciones”, afirmó Wurdemann.
Cuando se le preguntó qué significaba el evento para ella, Anabel agarró dos piedras y un palo y los colocó en forma de cara sonriente en la tierra, siguiendo las indicaciones previas de un voluntario que le dijo que ayudara a las plantas a tener pensamientos felices.