Una madre llora a su hija muerta en accidente por DUI
Marisol Meza no tenía auto y solía usar Uber o el transporte público para desplazarse por la ciudad.
Cuando salía con amigos, era conocida por asegurarse de que solo viajaba en autos conducidos por conductores designados y sobrios, dijo su madre, Eden Ríos López. “Siempre tenía cuidado con eso”.
Ríos López no solo está desolada, sino perpleja por el hecho de que su hija de 24 años, y su novio murieran en un accidente el sábado por la noche que la Nevada Highway Patrol (NHP) atribuyó a un presunto conductor ebrio.
“Ni siquiera sé por qué mi hija se subiría a un vehículo con alguien así”, le dijo Ríos López al Las Vegas Review-Journal el lunes en una llorosa entrevista telefónica. “En primer lugar, él no debió haber conducido”.
Meza y Darren Moore, de 27 años, murieron en un accidente de cinco vehículos en la Interestatal 15, cerca de una rampa de paso elevado de la Autopista U.S. 95, según reportó el lunes la oficina forense del Condado Clark.
Marik Macklin, que conducía un Toyota Camry en el que viajaban la pareja y otros dos pasajeros, fue ingresado en el Centro de Detención del Condado Clark por cargos que incluyen conducción bajo los efectos del alcohol con resultado de muerte y conducción bajo los efectos del alcohol con resultado de daños corporales importantes, declaró la NHP.
Macklin, de 26 años, que sufrió lesiones graves pero que logró sobrevivir, también fue sancionado por tener un recipiente de alcohol abierto, conducir con las placas caducadas y no tener permiso de conducir de Nevada, según los registros del Tribunal de Justicia de Las Vegas.
El domingo se fijó una fianza de 200 mil dólares, y en caso de que pagara la fianza, se le exigió que se sometiera a un arresto domiciliario de alto nivel de monitoreo, y se le prohibió conducir, según los registros del tribunal. No estaba claro de inmediato si había contratado a un abogado que pudiera hablar en su nombre. El lunes no se publicó una copia de su reporte de arresto.
Los agentes dijeron que circulaba a gran velocidad por un carril de vehículos de alta ocupación (HOV) cuando chocó contra un atenuador de impactos, diseñado para amortiguar colisiones.
Meza y Moore, que salieron despedidos del asiento trasero del auto, murieron en el University Medical Center, donde también fueron trasladados los otros dos pasajeros heridos, así como el conductor de otro de los vehículos, que fue atendido por heridas leves.
La afligida madre dijo que se enteró de que el grupo había salido de una piscina y que Meza y Moore se dirigían a su apartamento cerca del centro de Las Vegas.
“Es una tragedia que su vida se haya visto truncada de esta manera”, dijo Ríos López desde su casa en el este de Texas. “Espero que pague”, dijo sobre Macklin.
Cuando Meza tenía 12 años, la familia se mudó a una pequeña ciudad cerca de Houston para escapar de lo que ella describió como el aumento de la delincuencia y el empeoramiento de las escuelas públicas, dijo la madre.
“Pensé que era el momento de salir de allí”, añadió.
Pero hace unos tres años, Meza volvió a Las Vegas para explorar sus “raíces”.
Le gustaba viajar y quería vivir su juventud antes de establecerse. Había planeado estudiar para convertirse en médica, dijo su madre.
“Voy a salir a vivir mi vida”, le dijo Meza a su madre. Aun así, Ríos López la vigilaba constantemente, recordándole que tuviera cuidado.
La repentina muerte de su hija ha conmocionado a Ríos-López, que dijo que aún estaba intentando procesarla. Tener que recaudar fondos para el funeral y las dificultades de planificarlo desde fuera del estado han agravado su dolor, dijo.
Pero Ríos López recordará con cariño a la joven cuya sonrisa era lo primero en lo que se fijaba cualquiera.
“Era una persona preciosa”, dijo. “Es simplemente una tragedia”.
