El controvertido refugio The Animal Foundation informó a los comisionados del Condado Clark el martes sobre las medidas que está tomando para mejorar las operaciones, y pedir más dinero de los contribuyentes.
El refugio – parcialmente financiado por el condado, la ciudad de Las Vegas y North Las Vegas – ha sufrido un aumento en la recepción de animales, un aumento en las tasas de eutanasia y la insatisfacción del personal.
En abril, el condado les encargó a los directivos del refugio que prepararan una presentación para la comisión. Un esquema de siete páginas fue subido a la agenda de la reunión del martes.
El precio de las nuevas iniciativas asciende a 585 mil dólares anuales, que compartirán los municipios locales, que ya han prometido 50 mil dólares anuales para servicios veterinarios.
Se espera que los ejecutivos de la organización sin fines de lucro lancen un centro de llamadas de “apoyo a mascotas” con sede en Arizona, que proporcionaría asistencia 12 horas cada día de la semana, y estaría atendido por cinco consejeros y dos supervisores, según el esquema.
El refugio también está tratando de cubrir seis puestos adicionales de personal de tiempo completo, reducir los tiempos de espera a 72 horas para las citas de los animales encontrados a finales de agosto, y reducir los dueños que entregan mascotas en un 20 por ciento a finales de año.
También quiere invertir en “modificaciones de oficina” y sistemas de información con una subvención pública única de 20 mil dólares, según el esquema.
Los municipios ya proporcionan alrededor de cinco millones anuales para mantener el refugio a flote, lo que se traduce en alrededor de un tercio del presupuesto total de la fundación, decía el esquema. El Condado Clark financia actualmente alrededor del 43 por ciento de los servicios del refugio.
Funcionarios de Las Vegas y del condado han interrogado a la fundación, han iniciado auditorías sobre el uso de fondos públicos, La ciudad incluso preparó su propio reporte sobre cuánto costaría financiar y operar un nuevo refugio.
Los rescates independientes y los activistas en defensa de los animales llenan regularmente las reuniones públicas en las que se habla de la fundación e inundan de quejas a los legisladores.
La fundación ha rebatido que los problemas del refugio no son diferentes de los que afrontaron instalaciones similares en todo el país tras la pandemia y su recesión económica.
El comisionado Jim Gibson dijo anteriormente que el fracaso del refugio no es una opción.
El comisionado Tick Segerblom, que solicitó el reporte, dijo en abril que estaba abierto a una discusión sobre recursos financieros adicionales.
“Tienen una gran instalación”, dijo. “No son gente mala, aman a los animales tanto como cualquiera”.