Durante la edad escolar de nivel primaria (elemental) es muy común que los pequeños de la casa sean contagiados de piojos, ya sea por amigos de la escuela o familiares. Este problema no se debe a un hábito de mala higiene, sino al contrario; los piojos necesitan que el cuero cabelludo esté seco y limpio para tener un mejor hábitat donde reproducirse.
El síntoma común para detectar esta infección es la comezón en la cabeza, que puede ser confundida con caspa, pero se le recomienda a un adulto revisar minuciosamente en busca de los pequeños insectos o los huevecillos, también llamados liendres, ya que los piojos pueden poner hasta 10 liendres por día, según información de Academia Americana de Pediatría (AAA).
Al respecto de esta problemática, el coordinador de programas para la comunidad del Distrito de Salud del Sur de Nevada (SNHD), comentó que, “A pesar de ser un problema muy normal y que muchas personas durante su niñez lo tuvieron, el Distrito de Salud siempre va a recomendar consultar a un especialista, ya que algún producto puede causar alguna alergia, nunca se sabe cómo reaccionará el niño; una enfermera escolar puede ser la primera con quien acudir”.
“Los primeros que deben estar informados son los padres, para así poder aconsejar a sus hijos, recomendamos no usar remedios caseros, hay muchos productos en el mercado que no requieren receta médica para tratar esta infección”, agregó el coordinador.
Los piojos no son un problema de limpieza o que la gente no se bañe, requieren que el cabello esté limpio, para evitarlos no hay que dejar que los niños compartan un cepillo o peine. Estos insectos no vuelan o brincan, pero cuando uno pega la cabeza por un periodo de tiempo a otra persona como cuando se toman las “selfies” que están de moda, esa es una manera de contraerlos al hacer contacto una cabeza con otra, según Viote.
El Tiempo también acudió a una estética para recoger el testimonio de los clientes del establecimiento como Angélica Pitalua, madre de 2 niños en edad de primaria comentó que, “En Ecuador que es de donde vengo, el remedio de la abuelita era poner gasolina en la cabeza, y sí, cuando te enjuagabas y te pasaban un peine muy finito, salían todos los piojos y huevos ya muertos”.
“Esa ocasión me los pegó mi prima mientras jugaba, cuando entré a la primaria de nuevo me contagié, pero la maestra le explicó a mis papas que ya había productos especializados como un champú o una crema. Me cortaron el pelo un poco para ya no agarrarlos de nuevo cuando regresara a clases luego de usar la crema”, recordó Angélica.
De igual manera se le preguntó a una profesora de nivel primaria del Distrito Escolar del Condado Clark (CCSD), ¿Qué se hace cuando se detecta que un alumno tiene piojos?,
“Es muy común y no hay que alarmarse, las escuelas cuentan con enfermería donde hay personal capacitado para eso y más”, comentó la maestra.
“Si la enfermera confirma que son piojos, se le contacta a los padres para que recoja al niño. Se le pide que con su médico de cabecera apliquen un tratamiento y el niño podrá regresar a clases normalmente. Solucionado el problema, la enfermera volverá a revisar al niño antes de retomar las aulas”, explicó la profesora quien prefirió guardar el anonimato.
El SNDH, recomienda que al terminar el tratamiento anti piojos, que lave las sábanas de la cama del niño, aspire la recámara y el automóvil. Cómo prevención se inspeccione a todos los miembros de la familia.