Un instructor de natación de Las Vegas recibió una citación penal después de que fue acusado de arrojar una botella de agua Stanley de metal a la cabeza de una niña.
Juan Morales, de 24 años, enfrenta citaciones por agresión y destrucción maliciosa de propiedad privada.
El entrenador en jefe y director ejecutivo de Sandpipers of Nevada, Ronald Aitken, envió un comunicado por correo electrónico al Las Vegas Review-Journal el lunes en respuesta a la citación.
“Cualquier acusación de comportamiento inapropiado por parte de cualquier entrenador se toma muy en serio y se investiga a fondo”, se lee en el comunicado. “Sin embargo, no podemos comentar sobre ningún asunto de personal en particular, ya que esta información implica el derecho a la privacidad del empleado y es estrictamente confidencial”.
Agentes del Departamento de Seguridad Pública de Las Vegas respondieron a la YMCA de Durango Hills el 3 de octubre después de un reporte de que un instructor de natación gritó y arrojó una Hydro Flask a los estudiantes.
La niña le dijo a la policía que “había salpicado a Morales con agua ya que él le había puesto el pie en la cara en broma el día anterior”, según un informe. Luego, Morales comenzó a arrojarle sus pertenencias, dijo, pateó su taza Stanley y se la arrojó a la cabeza.
La policía dijo que la niña rechazó recibir atención médica y dijo que la botella solo golpeó su cabello. Pero su padre dijo a los agentes que quería presentar cargos y dijo que un “incidente similar” había ocurrido anteriormente.
Otro niño le dijo a la policía que la niña “salpicó en broma” a Morales y él se volvió “loco”, pateando sus pertenencias hacia la víctima y arrojándole su botella Stanley, sin alcanzar por poco a otro estudiante, según el informe.
Los nombres de los menores están tachados en el informe, pero una declaración que dio el testigo parece contradecir la versión policial de lo que dijo. La copa Stanley golpeó a otro niño, según su declaración.
Morales le dijo a un agente que sus estudiantes no estaban siguiendo las instrucciones y admitió haber arrojado sus pertenencias, según el informe policial. Negó haber arrojado algo, dijo la policía, pero dijo que había pateado una taza Stanley.
Un agente le preguntó si sentía que estuvo “fuera de lugar” y la policía dijo que él respondió: “Sí, lo estuve, señor”.