A medida que Nevada se prepara para los próximos años de su auge del litio, un nuevo estudio llama la atención sobre lo que está en juego: el agua.
El litio, usado en las baterías de los vehículos eléctricos, se considera un mineral crítico para la transición de los combustibles fósiles a fuentes de energía más verdes. Solo una mina de litio está completamente operativa en el país, en la cordillera de Silver Peak en el Condado Esmeralda de Nevada.
Pero eso podría cambiar rápidamente, ya que se proponen decenas de minas de litio en todo el estado y algunas están pasando por rigurosos procesos federales de permisos que duran décadas.
Publicado este mes, los autores del estudio ponen el dilema del litio de Nevada en un contexto más amplio e internacional, ofreciendo una mirada más profunda al agua que se ha usado en otros países y lo que Estados Unidos podría perder.
Ambientalistas, científicos y legisladores se han hecho la pregunta durante años: ¿Cómo puede Nevada minimizar el daño a su recurso más preciado?
“Se están bombeando y desechando enormes cantidades de agua”, dijo Kate Berry, profesora de geografía de la Universidad de Nevada, Reno, que trabajó en el estudio. “Nevada es conocida por los nevadenses como un estado minero, pero no estoy segura de que todos sepan cuáles son las implicaciones”.
¿Minería a cielo abierto, evaporación de salmuera o DLE?
Hay tres formas conocidas de extraer litio del suelo: minería a cielo abierto, evaporación de salmueras de litio y extracción directa de litio (DEL).
La minería a cielo abierto, que implica perforar grandes agujeros y la producción de desechos, conduce al mayor daño ambiental y a conflictos que han llevado a la muerte de activistas en todo el mundo, escribieron los autores.
La evaporación de salmueras de litio es el método en el que se bombea líquido salado desde el suelo. No hay un consenso científico claro sobre cómo interactúa esta técnica con las aguas subterráneas, pero la salmuera no es renovable y tarda millones de años en formarse.
El DLE elimina la necesidad de estanques de evaporación. Es un término general para un conjunto de enfoques que solo se han usado en Argentina hasta ahora y que aún usan agua dulce, a veces más que la evaporación de salmuera de litio.
Aunque tres de los autores entrevistados no ven que ningún método emerja como el más sostenible en cada contexto, los legisladores de Nevada han propuesto DLE como un posible camino a seguir para usar la menor cantidad de agua. Ser el estado más seco de la nación ha generado preocupación por la intensa disminución de las aguas subterráneas en algunos condados rurales.
“Lo que podría ser un uso sostenible del agua en un lugar no lo sería en otro”, dijo Noel Vineyard, estudiante de doctorado de la UNR y coautor del estudio, añadiendo que las regiones estudiadas ven impactos de numerosas minas que extraen diferentes minerales. “Ignorar eso haría que terminemos con cuencas de aguas subterráneas sobreexplotadas en Nevada”.
Un estudio de caso de minería a cielo abierto explorado en el documento es la controvertida mina de Thacker Pass cerca de la frontera Nevada-Oregón, en el se destaca su uso esperado de 1.6 mil millones de galones de agua subterránea cada año durante los 41 años de vida anticipada de la mina.
Aunque recibió luz verde al final y se está construyendo, la mina se convirtió en un problema tribal, pues fue propuesta en el sitio de una masacre de 1865 con muchas personas preocupadas por la contaminación del agua subterránea.
En el estudio, la producción de litio se muestra como un problema de justicia ambiental, que se centra en cómo la carga ambiental de la minería se distribuye de manera desigual a las personas desatendidas.
David Kreamer, profesor de hidrología de la UNLV quien no participó en el estudio, dijo que ve el litio como un paralelo a la minería de uranio, donde la minería extractiva ha chocado con sitios culturales y recursos ambientales.
Él está de acuerdo en que la producción de litio es un problema emergente para las llamadas comunidades de primera línea y de cercado.
“Estados Unidos tiene una historia de contaminar a los pobres”, dijo Kreamer.
“La justicia ambiental es un aspecto realmente importante de cómo avanzamos como nación”.