Mientras las coristas Victoria Cayetano y Maris DiGiovanni trabajaban juntas aquella mañana de jueves en el Strip, la última mañana de la vida de DiGiovanni, posaron para una selfie tomada por Cayetano.
Ambas mujeres sonreían. DiGiovanni sostenía un billete de 100 dólares.
Poco después, ambas serían apuñaladas por un hombre armado con un cuchillo que protagonizó una repentina embestida en el concurrido Strip de Las Vegas, con un total de ocho víctimas, según informó el Departamento de Policía Metropolitana. La policía arrestaría más tarde al hombre y lo identificaría como Yoni Barrios, de 32 años.
Cayetano, apuñalada en el hombro, sobrevivió. DiGiovanni, apuñalada en el pecho, no. Brent Hallett, de 47 años, de Las Vegas, también murió.
El lunes, en una entrevista por Facetime, Cayetano, de 19 años, relató su angustiosa experiencia de aquella mañana, justo antes del mediodía, en el Strip, junto al puente peatonal ubicado frente al complejo turístico Wynn Las Vegas.
“Me sorprendió que esto sucediera, que nos persiguiera alguien con un cuchillo”, dijo Cayetano.
Cheryl Lowthorp es dueña de la empresa que empleaba a DiGiovanni, de 30 años, llamada Best Showgirls in Vegas, y sigue empleando a las coristas supervivientes. Lowthorp está intentando recaudar dinero a través de un GoFundMe para cubrir las facturas médicas y otros gastos de las sobrevivientes.
Ninguna de las cerca de 50 coristas que trabajan para la empresa estaba trabajando el lunes, dijo Lowthorp.
“Estamos cerrados porque las chicas están aterrorizadas”, dijo Lowthorp.
El objetivo de Lowthorp en la página de GoFundMe que creó, llamada “Fondo de recuperación para las coristas de Las Vegas”, es recaudar 250 mil dólares. Hasta la tarde del lunes, la iniciativa había recaudado más de 21 mil dólares.
Otro GoFundMe establecido para ayudar a la familia de DiGiovanni a cubrir los gastos funerarios, de viaje y otros costos había recaudado más de 58 mil dólares hasta el lunes por la tarde.
“Era muy brillante todas las veces que trabajé con ella”, dijo Cayetano sobre DiGiovanni. “Nunca tenía el ceño fruncido”.
Complejo turístico cuestiona
Un portavoz de Wynn Resorts refutó lo que Barrios dijo a la policía sobre su interacción con un guardia de seguridad en el Wynn justo antes de la matanza a puñaladas, cuando Barrios supuestamente le dijo al guardia que estaba intentando vender cuchillos para conseguir suficiente dinero para volver a casa, según el reporte de su arresto en la Policía Metropolitana.
“El guardia de seguridad le dijo a Barrios que saltara delante de un tren”, dice el reporte de arresto.
Wynn, a través de su portavoz, rebatió esa versión.
“El comentario atribuido a nuestro agente de seguridad por el asaltante en el incidente del jueves es falso”, escribió Michael Weaver, director de comunicaciones y marca de Wynn Resorts, en un correo electrónico.
“Tras ser entrevistados tanto por la Policía Metropolitana como por nuestros propios investigadores internos, creemos que nuestro agente respondió de forma responsable al agresor, dada la escasa información que dispuso y una interacción que duró menos de 30 segundos”, dijo Weaver.
Antes de su intercambio con el guardia de seguridad, Barrios también habló con un conserje sobre posibles ofertas de trabajo, y le pidió que se pusiera en contacto con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) para que lo devolvieran a su país.
Lowthorp, Westby y Cayetano también refutaron lo que supuestamente le dijo Barrios a la policía, alegando que Barrios pensaba que las coristas “se reían de él y se burlaban de su ropa”. Las tres dijeron que esas afirmaciones eran ridículas y falsas.
“No hubo ni un solo momento en el que se le provocara”, le dijo Anna Westby, otra corista que fue apuñalada pero sobrevivió, a los reporteros en una videollamada desde su cama de hospital el sábado por la noche. “No, no hubo burlas”.
Apuñalamiento repentino
Cayetano recordaba el incidente de forma muy parecida a la de su compañera sobreviviente del apuñalamiento de las coristas, Anna Westby, en una entrevista que concedió a los reporteros el sábado por la noche: que un hombre se acercó a cuatro coristas y les pidió tomarse una foto con ellas, pero luego sacó un gran cuchillo negro que estaba envuelto en un trozo de tela.
Perplejas y alarmadas, las chicas se miraron con recelo. De repente, el hombre clavó el cuchillo en el pecho de DiGiovanni.
Todas empezaron a correr. DiGiovanni colapsó. El hombre las persiguió. Apuñaló a Westby en la espalda y a Cayetano en el hombro. Otra corista llamada Selina, que según Lowthorp quiere mantener su privacidad y no quiso dar su nombre ni hacer entrevistas a los medios de comunicación, consiguió escapar sin ser apuñalada.
DiGiovanni fue trasladada al University Medical Center, pero murió.
“Era un ser humano increíble”, dijo Lowthorp. “Era un alma increíble”.
Barrios, según la policía, siguió corriendo y apuñalando, acuchillando a otras cinco personas.
Citando la ley estatal, la policía removió los nombres de las víctimas supervivientes en el reporte de arresto. Pero otro GoFundMe identifica a Gabrielle “Gabby” Hewes y a su hermana Cassandra “Cassy” Hewes como dos de las otras víctimas apuñaladas en los ataques.
“La familia se enfrenta ahora a bajas laborales, a los gastos de hotel y a los gastos de viaje para estar con las chicas en Las Vegas”, dice la página de GoFundMe. Hasta el lunes por la noche se habían recaudado casi 13 mil dólares.
Barrios se enfrenta a seis cargos de intento de asesinato y a dos cargos de asesinato, y se le ordenó la prisión sin derecho a fianza en una comparecencia ante el tribunal el viernes. Su próxima comparecencia ante el tribunal está fijada para el martes por la mañana.