Un juez dictaminó el miércoles que la exconcejal de Las Vegas Michele Fiore no puede alegar que el gobierno la ha procesado “vengativa o selectivamente” y que la viuda del oficial de policía cuya estatua está en el centro de los cargos de fraude electrónico que enfrenta Fiore podrá testificar en su juicio.
Fiore, de 53 años y residente en Pahrump, fue imputada en julio por un jurado de instrucción federal por cargos de fraude electrónico y conspiración. Fiscales la acusan de recaudar decenas de miles de dólares para una estatua del agente caído del Departamento de Policía Metropolitana Alyn Beck, pero gastárselos en ella misma y en la boda de su hija.
Se ha declarado inocente y está previsto que el juicio comience el 24 de septiembre.
Testimonio de Nicole Beck
El abogado de Fiore, Michael Sanft, dijo anteriormente en documentos judiciales que no debería permitirse testificar a Nicole Beck, la viuda de Alyn Beck, porque no tiene información sobre las acusaciones contra Fiore. Argumentó que “su inclusión solo sirve para incitar la reacción emocional del jurado”.
La jueza federal de distrito Jennifer Dorsey no estuvo de acuerdo.
“El esquema de fraude del que se acusa a Fiore se presta naturalmente a algún testimonio emocional”, escribió Dorsey. “Dado que Fiore eligió este telón de fondo para su presunto fraude, no se puede decir que el perjuicio de esos detalles que inducen a la simpatía sea injusto, y mucho menos sustancial”.
Dorsey también dijo que Beck puede “aportar evidencia circunstancial de la intención de Fiore de defraudar a sus donantes”.
Sanft y el Departamento de Justicia no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios. El Review-Journal no ha podido ponerse en contacto con Beck para que hiciera comentarios.
Fiore remitió los comentarios a Sanft.
Fiscales dijeron anteriormente que Fiore y Nicole Beck nunca se conocieron antes de que Fiore propusiera la estatua en la ceremonia de inauguración del parque. Fiore tampoco informó a Beck de sus esfuerzos para recaudar fondos.
“El hecho de que Fiore nunca consultara a la señora Beck sobre sus sentimientos acerca de la estatua, y el hecho de que rara vez interactuara con ella durante todo el proceso, proporciona evidencia circunstancial de que el verdadero motivo de Fiore no era honrar al esposo de Beck”, han alegado los fiscales.
Acusaciones vengativas
Fiore ha llamado anteriormente “corruptos” a los fiscales federales, apoyó a la familia Bundy en su conflicto de 2014 con el gobierno federal y argumentó que el gobierno la designó terrorista nacional, una afirmación que los fiscales dijeron que se basaba en una lectura errónea de los documentos del FBI.
Los fiscales dijeron previamente que los argumentos de la defensa sobre los procesos federales contra la familia Bundy y las afirmaciones de que Fiore “fue procesada selectiva o vengativamente sobre la base de sus creencias políticas o sus puntos de vista sobre la aplicación de la ley federal” no serían relevantes o admisibles.
Los cargos contra los Bundy fueron desestimados por mala conducta del fiscal.
Sanft argumentó que Fiore tenía derecho a presentar evidencia sobre la “venganza de los fiscales”.
Dorsey ordenó que Fiore no presente evidencia o argumentos sobre una teoría de enjuiciamiento vengativo o selectivo, su relación con los Bundy o su alegación de que el gobierno la etiquetó como terrorista nacional. Según Dorsey, Fiore debería haber presentado sus alegaciones de acusación vengativa en una petición previa al juicio, pero no lo hizo.
Pero Dorsey dijo que su sentencia “no impide” que Fiore haga preguntas a los testigos del gobierno para demostrar su parcialidad contra ella.
“La afiliación de Fiore con la familia Bundy y su creencia de que fue clasificada como terrorista nacional y perseguida selectivamente son irrelevantes para el interrogante que este juicio intentará responder: si Fiore defraudó a los donantes del proyecto de la estatua de Alyn Beck”, escribió la jueza.