Fontainebleau, el enorme rascacielos azul del norte del Strip que ha sido un símbolo de la Gran Recesión, dio un paso importante hacia la recuperación de los urbanizadores de casino-resort previsto inicialmente con una recomendación unánime de aprobación de la Junta de Control de Juego de Nevada.
Si la Comisión del Juego de Nevada da su visto bueno en su reunión del 16 de noviembre, Fontainebleau y sus principales ejecutivos tendrían licencia para operar tras la votación del miércoles.
Los dueños tienen previsto inaugurar el resort de 3,644 habitaciones y su casino de 173 mil pies cuadrados el 13 de diciembre.
Jeffrey Soffer, director ejecutivo de Fontainebleau Development, propuso por primera vez en 2005 la construcción de este resort de 67 pies y 3,700 millones de dólares, la estructura ocupable más alta del estado, que comenzó dos años más tarde. Pero la crisis financiera que comenzó a finales de 2007 llevó a Soffer a abandonar el proyecto en 2009.
La propiedad del edificio cambió de dueños varias veces, incluido un periodo en el que el asaltante de empresas Carl Icahn lo mantuvo como inversión. La propiedad volvió a Soffer en febrero de 2021 con una asociación con la división inmobiliaria del conglomerado Koch Industries de Kansas.
Soffer y su socio Brett Mufson, presidente de Fontainebleau Development, también fueron recomendados como idóneos para operar el resort.
Mufson dijo a la junta que Fontainebleau contrataría a un total de 7,100 empleados y que ya se ha contratado a 1,850.