Más de 100 personas permanecieron en silencio el miércoles 31 de julio por la noche frente a un edificio de apartamentos recubierto con tablones en el centro de Las Vegas para una vigilia en memoria de dos jóvenes que murieron trágicamente en un incendio el 28 de julio.
La gente depositó ramos de flores y fotos enmarcadas de los hombres, Kameron Moore, de 24 años, y Vincent Herrera, de 23, contra el tronco de un pino alto en un jardín flanqueado por vallas Cyclone para bloquear el acceso al carbonizado edificio 22, donde vivían, de Riverbend Village Apartments en 3937 Spencer St. al norte de East Flamingo Road.
“Era muy artístico, muy creativo, elegante”, dijo entre lágrimas Mike Quezada, de 20 años, antes de la vigilia mientras describía a Herrera, con quien trabajó durante dos años en la librería Barnes &Noble de Henderson. “Era muy bueno dibujando”.
El Departamento de Bomberos del Condado Clark recibió un reporte del incendio a las 7:36 p.m., y después de que llegaron los bomberos, el incendio se elevó a una segunda alarma con múltiples unidades de vivienda dañadas por las llamas, reportó el departamento.
Cuatro personas fueron trasladadas a un hospital para ser tratadas por quemaduras y otras lesiones, según el departamento.
La Cruz Roja Americana del Sur de Nevada declaró que 30 habitantes habían sido desplazados de sus unidades debido al incendio.
El complejo no tenía aspersores automáticos, según un portavoz del Condado Clark, pero un funcionario de bomberos dijo que “habrían salvado vidas”.
“Creemos que los aspersores contra incendios, de haber estado instalados, habrían salvado vidas”, dijo el jefe adjunto de Bomberos Danny Horvat, del Departamento de Bomberos del Condado Clark.
Horvat, que trabaja en la división de prevención de incendios, dijo esta semana que el complejo no estaba obligado a tener aspersores con base en su antigüedad y las regulaciones del código cuando fue construido en 1978. Si se hubiera construido después del año 2000, habría tenido que tener aspersores.
La causa del incendio es aún indeterminada, según Stephanie Wheatley, la portavoz del condado.
Tony DiAngelo, de 49 años, primo segundo de Moore, dijo que el era “impresionante, extrovertido, es decir, un gran corazón. Hacía cualquier cosa por cualquiera. Solo le gustaba estar con su familia. Le encantaba jugar Yahtzee, cualquier tipo de juego de mesa. Hablar con la abuela todo el tiempo. Nuestra familia está en Ohio, ellos viven allí, yo vivo aquí”.
DiAngelo refirió al sitio de recaudación de fondos GoFundMe creado para Moore, en el que se dice que Moore trabajaba como jefe de desarrollo de pacientes en Giving Home Health Care, un centro de atención asistida de Summerlin que atiende a personas que sufren padecimientos contraídas mientras trabajaban en programas de energía nuclear para el Departamento de Energía de Estados Unidos.
Los bomberos informaron en un primer momento de que no había víctimas mortales antes de que Moore y Herrera fueran localizados, dijeron funcionarios de bomberos del condado.
Cuatro personas fueron trasladadas a un hospital para ser tratadas por quemaduras y otras lesiones, según el departamento.