Esta semana se hizo una aprobación clave que abre oficialmente la posibilidad de una conexión ferroviaria de alta velocidad entre Los Ángeles y Las Vegas.
La revisión medioambiental y el proceso de obtención de permisos para el tramo de la línea de alta velocidad prevista por Brightline West entre Victor Valley y Rancho Cucamonga, California finalizaron el miércoles.
En ella, la Administración Federal de Ferrocarriles (FRA) no encontró impactos ambientales significativos para la planeada línea de 49 millas que formaría parte del proyecto de tren de alta velocidad de Las Vegas al sur de California. La vía discurriría dentro del derecho de paso de la interestatal 15.
“El dictamen de la FRA sobre la ausencia de impacto significativo confirma las ventajas medioambientales del proyecto, que se extendería hasta el área metropolitana de Los Ángeles, en Rancho Cucamonga”, declaró Sarah Watterson, presidenta de Brightline West. “Contar con los permisos y el derecho de paso suelen ser los mayores obstáculos para el éxito de los desarrollos de infraestructuras a gran escala, y los enormes progresos de Brightline West en este sentido significan por qué estamos avanzando hacia la puesta de la primera piedra a finales de este año”.
Dos estaciones formarían parte de este tramo del sistema Brightline, una en Hesperia y otra en Rancho Cucamonga. La estación de Hesperia recibió previamente la aprobación medioambiental y albergará las instalaciones de mantenimiento del sistema.
Se calcula que la línea ferroviaria Las Vegas-Rancho Cucamonga costará 12 mil millones de dólares y recorrerá 218 millas, con una estación de pasajeros en el sur de Nevada en Las Vegas Boulevard y Blue Diamond Road. La evaluación medioambiental del tramo Las Vegas-Apple Valley se aprobó en 2011 y se revisará en 2020.
La línea ferroviaria se alimentará mediante catenarias eléctricas aéreas con una subestación eléctrica que se construirá cerca de Hesperia. El mes pasado, Brightline recibió una subvención de 25 millones de dólares para construir estaciones de tren de pasajeros en el sur de California.
Está previsto que los trenes circulen con frecuencias diarias de una hora y que el trayecto entre Hesperia y Rancho Cucamonga dure 35 minutos. El servicio de Brightline coincidirá con el de Metrolink en Rancho Cucamonga, lo que permitirá a los viajeros enlazar con la zona de Los Ángeles.
Una vez obtenida la aprobación medioambiental, Brightline sigue con planes de iniciar a finales de año la construcción del largamente rumoreado proyecto, con el objetivo de que empiece a operar en 2027.
Brightline también está a la espera de saber qué cantidad recibirá, si es que recibe alguna, de una subvención de 3,750 millones de dólares que la empresa y el Departamento de Transporte de Nevada solicitaron a principios de año al Programa de Asociación Federal-Estatal.
El dinero que se conceda se destinará a la construcción de la línea de ferrocarril, y el resto de los costos se pagará mediante la asignación de bonos de actividad privada exentos de impuestos, tanto de Nevada como de California, y capital privado.