El desmontaje del Super Bowl se completará esta semana
Equipos de trabajadores ya están desmontando las instalaciones del primer Super Bowl celebrado en Las Vegas, y si los planes se cumplen, el trabajo terminará antes de lo que uno podría pensar.
Casi inmediatamente después de que los Kansas City Chiefs derrotaran a los San Francisco 49ers por 25-22 el domingo por la noche, empezaron los trabajos para devolver a la normalidad las zonas que rodean el Allegiant Stadium y el corredor turístico, principalmente frente al Bellagio.
El recinto del estadio se transformó en una miniciudad de carpas de hospitalidad donde se celebraron las actividades previas al partido, incluidas las presentaciones de Gwen Stefani y Billy Idol. Se añadieron gráficos y señalización adicionales alrededor del estadio para darle un aire diferente para el Super Bowl.
Ya están en marcha los trabajos para retirar todos esos añadidos temporales al estadio.
Un puñado de vías alrededor del recinto del estadio permanecen cerradas, pero está previsto que todas vuelvan a abrirse a finales de semana.
Las siguientes vías volverán a abrirse al tránsito el jueves.
- Hacienda Avenue, incluido el puente sobre la Interestate 15
- Al Davis Way y Allegiant Stadium Way, vías de acceso cortas ubicadas en el extremo norte del estadio
- Dewey Drive en Polaris Avenue
- Polaris entre Russell Road y Ali Baba Lane
- Dean Martin Drive entre Oquendo Road y cerca de Ali Baba
Además, está previsto que la restricción de carriles en Las Vegas Boulevard frente al Bellagio, donde la CBS construyó un set de televisión, se elimine por completo al final del día del viernes.
“El desmontaje va por buen camino en este momento”, dijo el comisionado del Condado Clark, Michael Naft, en un mensaje de texto. “No preveo ningún retraso”.
Conseguir que la zona vuelva a la normalidad después de un gran evento es importante, dijo el presidente de la Comisión del Condado Clark, Tick Segerblom. Señaló que el montaje y desmontaje de la infraestructura vinculada a la Fórmula Uno Las Vegas Grand Prix tomó varios meses.
“Queremos celebrar los eventos, en eso somos buenos, pero no queremos destruir la ciudad en el proceso”, dijo Segerblom.
