Este año, la celebración del Día de los Muertos en Springs Preserve atrajo a cientos de personas para disfrutar y apreciar la rica tradición cultural mexicana que honra a los antepasados y seres queridos que han fallecido.
Altares con velas, fotos y, por supuesto, comida, se apoderaron de la reserva natural y cada uno contaba la historia única de la familia u organización que lo creó.
El altar más intrincado de todos fue una impresionante recreación de una capilla mexicana que fue ideada por el artista Isais Urrabazo y le llevó a él y a su familia tres días para montar y crear. Su familia participa desde hace años en el evento y se ha convertido en la atracción más grande e intrincada.
La capilla estaba delineada con vitrales adornados con mariposas monarca, símbolo del renacimiento y flores de cempasúchil, símbolo de memoria y celebración, ambas originarias de México. Velas a lo largo de la base del altar se abrieron paso hasta una gran estatua de la Virgen de Guadalupe y una cruz formada por docenas de cempasúchiles.
“Es una iglesia al aire libre, sin paredes, sin techo, por lo que se abrió al cielo”, dijo Isais Urrabazo.
El altar, titulado Luz Sagrada, estaba dedicado a su madre, María Urrabazo, quien falleció en 2020 debido al COVID-19. “Ella llegó a los Estados Unidos de México cuando era una niña de 8 años y sus hijos, nietos y bisnietos están viviendo el sueño americano”.
Antes de su muerte, ayudó a crear el altar en Springs Preserve y ahora su familia continúa con su legado. La foto de su madre no se colocó en el altar porque su presencia lo abarca todo, dijo Urrabazo.
Docenas de miembros de la comunidad también participaron en el concurso del altar para honrar a sus seres queridos.
Christina Vela, ha participado en el concurso durante 9 años y ha incluido elementos en el diseño de su altar, como el sombrero morado favorito de su difunta madre y el chocolate caliente de Ibarra, así como diseños de calaveras de azúcar pintadas a mano.
“La peor muerte es ser olvidado”, dijo Vela, “para que recordemos”.
Las organizaciones comunitarias también utilizaron el evento como una oportunidad para enseñar a los asistentes sobre sus prácticas culturales o las causas que los afectan.
ChispaNV, una organización local de justicia climática, usó su altar para honrar a los activistas climáticos y arrojar luz sobre los problemas que afectan a la comunidad latina en Nevada, como el alto costo de los servicios públicos.
La Asociación Cultural Boliviana, utilizó su altar para promover las prácticas culturales indígenas del Día de los Muertos.
“En la cultura andina precolombiana, la muerte no existe. El alma continúa viviendo después de la muerte”, decía el altar de la asociación.
Compartieron información sobre los tres niveles del más allá que son las creencias de los Incas: Uku Pacha, Kay Pacha y Hanan Pacha o el Plano Inferior, Plano Intermedio y Plano Superior.
El evento se completó con un cartel completo de bailarines folclóricos, mariachis, músicos y más. Los artistas locales vendían arte y los camiones de comida vendían de todo, desde tamales y tacos hasta champurrado y pan de muerto.