Hay días en el Strip en los que un visitante podría gastar lo mismo en comida rápida que en una habitación de hotel.
Las Vegas se ha caracterizado durante mucho tiempo por ser un destino económico, y eso se hace evidente algunos días, cuando los establecimientos anuncian habitaciones por unos 20 dólares, o aproximadamente el precio de una cerveza fría mediana y un sándwich de desayuno en un Starbucks del Strip a unos 17 dólares, según los recientes precios de los menús en el salón de comidas del Luxor.
A medida que el destino turístico entra en el invierno, muchos operadores de hoteles y casinos lanzan precios especiales de temporada para atraer a los visitantes. Caesars Entertainment anuncia habitaciones en el Flamingo a partir de 21 dólares en una oferta de “escapada invernal”. Por su parte, algunas habitaciones del Rio a principios y mediados de semana costaron 28 dólares en enero y febrero, según su sitio web de reservas. Y MGM Resorts International promocionó en enero algunas habitaciones de 20 dólares en el Excalibur.
Los precios de las habitaciones de hotel son dinámicos, es decir, cambian en función de la oferta y la demanda del mercado, explica Mehmet Erdem, profesor de hostelería de la Universidad de Nevada en Las Vegas. Los hoteles de otros mercados pueden depender en gran medida de los ingresos por habitación, pero las otras fuentes de ingresos de los resorts de Las Vegas pueden suplir las carencias.
“Nos fijamos en los ingresos totales generados por huésped”, dijo Erdem. “Quizá un cliente esté pagando solo 18 dólares por noche más las tasas del resort, pero luego se está dejando mil dólares en las mesas”.
Si ve que anuncian una habitación a un precio de escándalo, es posible que no refleje el costo total de la estancia. Aunque los hoteles y terceros anuncien las tarifas iniciales, una estancia de varias noches puede no mantenerse a ese precio. Algunos hoteles usan una tarifa baja la primera noche para atraer una estancia más larga, en una estrategia que los gestores de ingresos llaman “fencing”, explica Erdem. Los precios basados en atributos, en los que se mercantilizan los servicios y las vistas, también pueden aumentar la factura en el momento de la salida.
Por si fuera poco, el anuncio no incluye los impuestos ni las tasas del resort, que pueden añadir más de 50 dólares a la factura final.
¿Cómo y cuándo pueden los turistas anotar las habitaciones más baratas? Considere la posibilidad de viajar a principios de semana, cuando los precios son más asequibles. Tampoco hay que esperar una factura barata si se viaja en época de grandes eventos, ya que estos aumentan el número de visitantes y las tasas de ocupación.
Erdem también recomienda buscar en internet la habitación o la oferta que mejor se adapte a sus necesidades de viaje. Si se va más allá de los resultados de las búsquedas de pago y de los anuncios en redes sociales, se encontrará mejor el costo real de la reserva.
“Este acceso a la información está poniendo a los consumidores en el asiento del conductor a la hora de reservar”, afirma. “Los hoteles se están volviendo más creativos con diferentes estrategias de ingresos para estar ahí fuera, estar presentes en las redes sociales y en Google, porque no tienen más remedio que estar presentes. Pero, al mismo tiempo, tienen que generar ingresos, porque no son una iglesia. Tienes que obtener beneficios”.