Después de que visitantes a un popular sitio de acampada en el Lake Mead National Recreation Area crearan una “telaraña” de caminos ilegales que se adentraban en el parque, el Servicio de Parques Nacionales tomó la decisión de cerrar el sitio en julio.
“A medida que más y más gente sigue conduciendo por esos caminos, empieza a parecer un camino establecido”, dijo el guardaparques en jefe adjunto del Lake Mead National Recreation Area, Mike Garel, señalando las huellas que se extienden por Government Wash. “El suelo del desierto solo se endurece”.
Además de erosionar el paisaje natural, destruir la vegetación y dañar los ecosistemas para la vida silvestre, los caminos ilegales pueden esparcir residuos, basura e incluso delincuencia por el interior del parque, explicó Garel.
El sitio de acampada Government Wash cerró en julio tras una afluencia de “visitantes de tipo residencial”, que provocó daños en los recursos naturales y elevadas tasas de delincuencia, según un comunicado. Garel explicó que en las épocas de mayor afluencia del año podía haber entre 300 y 500 visitantes alojados en Government Wash.
La afluencia de público hizo que la zona registrara elevadas tasas de delincuencia, y que las fuerzas del orden respondieran a más de 500 incidentes entre enero de 2022 y febrero de este año, según el sitio web del parque. Los visitantes también crearon más de 100 millas de caminos ilegales.
Los caminos en sí son perjudiciales, pero también sirven para extender los males del parque a zonas antes inaccesibles. “Ha sido muy difícil de gestionar”, dijo Garel.
Daños al medio ambiente
“En las zonas desérticas, los vehículos todoterreno pueden ser muy destructivos”, dijo Jeff Ruch, director de la Oficina Regional del Pacífico de Empleados Públicos por la Responsabilidad Medioambiental. “Arrancan la vegetación que haya y hacen el terreno inhabitable para la fauna”.
Ruch llamó a este asunto “uno de los mayores retos que enfrentan los terrenos públicos del Oeste”. Explicó que cuando los vehículos circulan por caminos no autorizadas, erosionan el suelo y arrancan flora crítica. A medida que el suelo sigue erosionándose, resulta “difícil, si no imposible”, reemplazar la vegetación que se ha perdido.
Los vehículos que circulan por caminos ilegales también pueden contaminar los cursos de agua, lo que, combinado con la pérdida de vegetación, dificulta la supervivencia de la fauna de la zona, explicó Ruch.
“Aunque el lago Mead es una gran masa de agua, estoy seguro de que no le ayuda el hecho de que la gasolina y otros sedimentos fluyan hacia los arroyos donde de otro modo no lo harían”, dijo Ruch.
Garel señaló que el parque es el hogar de la tortuga del desierto, que hace madrigueras bajo tierra. Los vehículos que circulan por encima del hábitat de la tortuga pueden dañar los sitios de madriguera de esta especie.
Según Garel, una flor amarilla llamada amapola de Las Vegas también se está viendo muy afectada por la presencia de caminos ilegales en el parque. Según el sitio web del Servicio de Parques Nacionales, esta flor crece en los “suelos más áridos y secos del desierto de Mojave” y prefiere los suelos con alto contenido en yeso.
Varios caminos ilegales se extienden por suelos ricos en yeso, explicó Garel, señalando una zona del Wash que contiene depósitos de yeso.
Problemas para las fuerzas del orden
A medida que los visitantes de larga duración introducían la delincuencia en el parque, se producían incidentes en distintos lugares a lo largo de los caminos ilegales, explicó Garel.
“A veces incluso teníamos que pedir que un recurso de aviación nos sobrevolara y nos guiara hasta el lugar donde se había producido el llamado de emergencia”, dijo Garel, que una vez tuvo que hacer él mismo un llamado de este tipo. Para un parque con un solo avión, esto suponía una carga de recursos.
Además de un avión, el parque cuenta con unos 26 guardaparques que patrullan una superficie de 1.5 millones de acres en dos estados, según Garel. “El gran volumen de llamados en una zona del parque nos dificulta responder a las muchas otras necesidades conflictivas que tenemos en los 1.5 millones de acres”, dijo.
Los caminos ilegales ayudan a los visitantes a llegar a zonas remotas, lo que, según Ruch, crea un “persistente problema de aplicación de la ley”.
“Las personas que llegan a estas zonas remotas sienten que han quedado exentas de las reglas de la civilización”, afirmó.
En el parque se registró una tasa de delitos violentos superior a la normal, según Garel, y se reportó un intento de homicidio.
El futuro de Government Wash
El parque espera reabrir Government Wash en 2025. Sin embargo, Garel dijo que aún no se sabe cómo será esta reapertura.
Para asegurarse de que no vuelvan a proliferar los caminos ilegales, el parque podría plantearse introducir medidas como restricciones a la acampada.
Antes de tomar ninguna decisión, guardaparques, biólogos y otros voluntarios están evaluando los daños que ya se han producido en la zona.
Ruch afirma que el único modo de impedir que los visitantes transiten por caminos ilegales es aplicar medidas estrictas, vigilando las “carreteras” y multando quienes los transiten.
Aunque algunos caminos ilegales están tan desarrollados que algunos visitantes pueden no darse cuenta de que no están autorizados por el parque, Ruch dijo que “en muchos casos, a los todoterreno ilegales les da igual”, por lo que la educación puede no servir de nada.
El cierre se debatirá en una reunión trimestral de la comunidad del lago Mead el 19 de septiembre. Garel afirmó que, hasta el momento, la respuesta de las comunidades vecinas y las tribus locales al cierre ha sido muy positiva.
“De nuevo, el objetivo del cierre es solo encontrar la manera de hacerlo manejable y abrirlo de nuevo para que sea un entorno seguro y familiar para los diferentes tipos de grupos recreativos y de visitantes que vienen aquí”, dijo Garel.