A medida que los estados de la cuenca del río Colorado enfrentan posibles recortes drásticos de su parte de la vía fluvial afectada por la sequía, años de hacer depósitos en su cuenta de ahorro de agua pudieran ayudar a Nevada a capear el temporal.
Desde la década de 1980, el sur de Nevada ha acumulado el agua no usada del río Colorado, almacenando cientos de miles de millones de galones bajo tierra y en el lago Mead. El agua almacenada pudiera ser muy valiosa, ya que Nevada, Arizona y California enfrentan la posibilidad de drásticos recortes en los próximos años si el lago Mead sigue disminuyendo.
El Departamento del Interior presentó recientemente un borrador de propuestas para reducir el consumo de agua en la cuenca baja del río Colorado con el fin de proteger los niveles de agua de los dos principales embalses del río, el lago Mead y el lago Powell.
Dos de las alternativas propuestas por el gobierno federal reducirían significativamente la cuota de 300 mil acres-pies que corresponde a Nevada en el río, lo que pudiera obligar a los gestores del agua locales a acelerar las medidas de conservación y, potencialmente, a recurrir a sus reservas de agua.
Entonces, ¿cuánta agua tiene almacenada Las Vegas para un día lluvioso, o mejor dicho, para un periodo muy poco lluvioso?
Según el gerente general adjunto de la Autoridad del Agua del Sur de Nevada, Colby Pellegrino, el sur de Nevada tiene alrededor de 2.24 millones de acres-pies de agua almacenados en total, o aproximadamente 10 veces la cantidad de agua que Nevada consumió del río Colorado en 2022.
“Piense en esto como una cuenta de ahorros personal o un fondo para los días malos”, añadió Pellegrino. “Son cosas sobre las que no podemos construir un desarrollo permanente. Están pensados para que, en caso de escasez grave, nos ayuden a paliar una reducción temporal del suministro”.
Alrededor de 345 mil acres-pies están almacenados localmente en acuíferos subterráneos; 614 mil acres-pies están almacenados bajo tierra en Arizona a través de un acuerdo con la Autoridad de Bancos de Agua de Arizona; y otros 330 mil acres-pies están almacenados en California en virtud de diversos acuerdos.
Solo con estas reservas, Nevada puede aprovechar anualmente más de 90 mil acres-pies de agua almacenada, lo que equivale a casi un tercio de los 300 mil acres-pies anuales que el Estado recibe normalmente del río Colorado. Con la forma en que Nevada recicla el agua para devolverla al lago Mead a cambio de créditos de caudal de retorno, esa agua puede estirarse aún más.
El sur de Nevada también tiene 950 mil acres-pies de reservas de agua almacenadas en el lago Mead y otros embalses en lo que se llama “excedente creado intencionadamente”. Se trata de agua almacenada en virtud de acuerdos y programas con el Departamento del Interior destinados a incentivar la conservación del agua en el lago Mead con la esperanza de frenar el declive del embalse.
Toda esa agua ha sido ahorrada a lo largo de los años por el sur de Nevada usando menos de su cuota anual del Colorado y almacenando el agua no usada en los distintos bancos.
“Para el sur de Nevada, el agua ahorrada es agua almacenada para nuestro futuro”, dijo Pellegrino.
Pellegrino hizo hincapié en que esas reservas, sin embargo, no están destinadas a ser usadas regularmente para satisfacer las demandas de agua del valle, y que el enfoque sigue estando en los esfuerzos de conservación continua.
“Si cumplimos nuestro objetivo de conservación, nunca agotaremos los recursos almacenados, ni siquiera en caso de aumento de la demanda”, dijo Pellegrino.