La American Civil Liberties Union (ACLU) presentó el miércoles una queja contra la Junta Estatal de Masajes Terapéuticos de Nevada alegando discriminación en las prácticas de concesión de licencias de la dependencia.
La ACLU y la ACLU of Nevada presentaron una denuncia ante la Comisión para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo (EEOC) en nombre de Bi Ling Zhu, una mujer china cuya solicitud fue denegada debido a “un arresto no corroborado a pesar de que el cargo fue desestimado”, según un comunicado de prensa.
La Junta Estatal de Masajes Terapéuticos de Nevada no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
La queja ante la EEOC alega que la junta estatal de masajes terapéuticos infringió las leyes federales contra la discriminación cuando rechazó la solicitud de Zhu en 2023. Zhu trabajó como terapeuta de masajes con licencia de 2016 a 2020 antes de ser arrestada en 2019 por un cargo de servicios sexuales, del cual se declaró inocente y finalmente fue desestimado.
La ACLU dice que entre 2020 y 2024, la junta negó rutinariamente solicitudes de licencia basadas en cargos penales previos que luego fueron retirados. Una investigación de la ACLU descubrió que otras 54 mujeres “enfrentaron preguntas similares sobre un historial de arrestos no comprobado”, según la queja ante la EEOC. De ellas, nueve eran caucásicas y a seis se les concedieron licencias temporales o permanentes. Cuarenta y un mujeres asiáticas con antecedentes penales similares presentaron solicitudes durante el mismo periodo, y a 11 de ellas se les concedieron licencias temporales o definitivas, según la ACLU.
La denuncia afirma que la política de concesión de licencias de la junta está causando un “impacto dispar injustificado en la capacidad de las mujeres asiáticas para obtener empleo como masajistas”.
Chris Peterson, director jurídico de la ACLU of Nevada, dijo que la junta estatal estaba ignorando un “principio estadounidense sagrado” de inocencia hasta que se demuestre la culpabilidad.
“El arresto de la Sra. Zhu se había desestimado casi cuatro años antes; no había evidencia que corroborara las acusaciones, pero la junta de concesión de licencias concluyó que era culpable de los cargos. A la Sra. Zhu y a docenas de otras mujeres asiáticas se les ha prohibido ejercer la profesión para la que se han capacitado con éxito y han ejercido anteriormente, restringiendo sus oportunidades económicas en un momento en que tantos nevadenses ya están pasando apuros para llegar a fin de mes”.
Zhu, en un comunicado emitido a través de la ACLU, instó a la junta a cambiar su política, diciendo que ha tenido un “grave impacto en mi estabilidad financiera y bienestar”.
“Anteriormente obtenía unos ingresos estables como terapeuta de masajes con licencia, pero desde que se me prohibió ejercer debido a esta política discriminatoria, mi capacidad para mantenerme a mí misma y a mi familia se ha visto gravemente comprometida”, dijo.
Alejandro Agustín Ortiz, abogado sénior del Programa de Justicia Racial de la ACLU, dijo que la situación de Zhu “subraya la necesidad de que los organismos reguladores garanticen que sus políticas no perpetúan la discriminación racial o de género, asegurando que todas las personas tengan igual acceso a la libertad económica y a las oportunidades profesionales”.