Una destacada médica del comando contra el coronavirus de la Casa Blanca, le advirtió el miércoles a las autoridades estatales y locales que Las Vegas, entre otras ciudades de Estados Unidos, debería tomar medidas “agresivas” para abordar un número creciente de casos.
La doctora Deborah Birx le hizo la advertencia a los funcionarios durante una llamada telefónica privada según un informe del Centro para la Integridad Pública, una sala de redacción sin fines de lucro de Washington, D.C. Birx nombró otras 10 ciudades importantes de Estados Unidos, cuyos aumentos en el porcentaje de pruebas que dan positivo deberían obligarles a actuar, incluyendo Baltimore, Miami y Nueva Orleans.
El mismo día de la advertencia, Las Vegas anunció planes para aumentar las pruebas e intensificar el control de la ciudad sobre los negocios para asegurar el cumplimiento de las normas de salud pública por temor a que el empeoramiento de la situación del coronavirus en el Condado Clark pueda llevar a otro cierre.
En respuesta al informe, el vocero de la ciudad, Jace Radke, comentó que la llamada era parte de una reunión bimensual nacional sobre COVID-19 por la Oficina de Asuntos Intergubernamentales de la Casa Blanca y difícilmente “privada”.
“Sólo quiero dejar claro que esta es una llamada regular en la que están presentes cientos de jurisdicciones”, indicó.
Con altos funcionarios de la ciudad asistiendo a una reunión del Concejo de la Ciudad, Radke dijo que la cabildera de la ciudad, Vicki Cram, escuchó la llamada. Radke dijo que tenía entendido que Birx había reiterado su preocupación por los estados en la “zona roja” del coronavirus.
Sin embargo, en el audio de la llamada publicada por el Centro para la Integridad Pública, Birx mencionó que ciudades como Las Vegas estaban “rezagadas” en la reducción de la positividad de las pruebas y que era fundamental que esas ciudades fueran “agresivas” en cuanto a los esfuerzos de mitigación, incluyendo el rastreo de contactos.
La aplicación de la ley y las pruebas aumentan
El gerente de la ciudad, Scott Adams, le reveló el miércoles al Concejo Municipal de las medidas planeadas para hacer frente al virus. Indicó que era en respuesta a una petición del estado hecha a todas las jurisdicciones regionales.
Los funcionarios de la ciudad están terminando un plan para que el Cashman Center sea utilizado como un centro de pruebas en interiores hasta finales de 2020, según Adams. Pero el vocero del condado, Erik Pappa, indicó que sería una operación dirigida por el condado y que la ciudad sólo estaba proporcionando el sitio.
Adams agregó que la ciudad también se comprometió a erigir varios lugares “pop-up” en los seis distritos de la ciudad. Anteriormente había reservado un millón de dólares de fondos federales de ayuda para las pruebas.
Y la ciudad enviará 100 empleados para comprobar que los negocios sigan las directrices de salud pública de que los empleados y clientes usen cubrebocas y se mantengan separados por seis pies.
Adams añadió que los empleados, trabajando en equipos de dos, visitarán primero las áreas con altas tasas de infección, con el objetivo de llegar a todos los negocios de cara a la calle en los próximos 30 días.
“Es maravilloso ser preventivo en esto y asegurarse de que todos cumplan”, dijo la alcaldesa Carolyn Goodman, quien previamente había minimizado la gravedad del virus y defendido los derechos de los negocios y los trabajadores a permanecer abiertos.
Nevada en ‘zona roja’
La renovada estrategia de pruebas y control de las empresas viene a raíz de la petición del gobernador Steve Sisolak de intensificar los planes de acción de los gobiernos locales en respuesta a la reciente inclusión de Nevada como “zona roja” del coronavirus en un informe interno de la Casa Blanca.
El informe, que enumeraba otros 17 estados, definía la determinación de la “zona roja” por el número de nuevos casos y pruebas positivas. En particular, se basa en que Nevada informó de más de 100 casos nuevos por cada 100 mil personas hace dos semanas y que más del 10 por ciento de las pruebas de diagnóstico dieron positivo, según el Centro para la Integridad Pública.
El área metropolitana de Las Vegas-Henderson-Paradise y el Condado Clark fueron nombrados como en la “zona roja”, la única área metropolitana y condado del estado que recibió la designación, que viene con recomendaciones para volver a medidas de control más estrictas, algunas de las cuales el estado ya ha impuesto.
El miércoles, Nevada reportó más de mil 100 nuevos casos de coronavirus y 28 muertes, lo que empató el conteo oficial del martes con el mayor aumento de muertes reportadas diariamente desde que comenzó la pandemia.
Ayudando a los buenos actores
Al informar a los legisladores de la ciudad sobre la respuesta de ésta, Adams trató de calificar de positivo el creciente escrutinio de las empresas, sugiriendo que sólo perjudicaría a las empresas que no cumplen las normas y beneficiaría a las que sí las cumplen, al evitar que el Estado adopte medidas de seguridad más estrictas.
“Preferimos tratar con unas cuantas manzanas podridas, por así decirlo, y ocuparnos de ellas, en lugar de ver cómo se cierran agrupaciones empresariales o segmentos industriales enteros a través de otro mandato del gobernador”, destacó Adams.
También subrayó que el mandato del uso de cubrebocas, ordenado por el gobernador el 24 de junio, no ofrecía mucha libertad de acción a diferencia de la orden estatal anterior que cerraba “los negocios no esenciales”.
“Son muy específicas, son blancas o negras”, describió Adams sobre las directrices de salud pública. “No hay ninguna zona gris en estas nuevas reglas”.
Pero el concejal Stavros Anthony dijo que le preocupaba que el aumento del escrutinio pudiera dañar las operaciones de negocios pequeños con pocos empleados para asegurar que se siguieran las reglas.
“Necesitamos equilibrar la aplicación del mandato de cubrebocas con el trabajo con estas pequeñas empresas que sólo tienen un número limitado de recursos para hacer lo mejor que puedan, y no los aplastemos con martillos”, resaltó Anthony.
Los ‘embajadores’ de la ciudad ayudan al esfuerzo
En un comunicado el miércoles, la ciudad declaró que los empleados, llamados “embajadores”, educarán y proporcionarán recursos a los establecimientos. No harán cumplir las reglas, sin embargo, pero pueden reportar las violaciones a los oficiales de licencias de negocios de la ciudad.
Esos oficiales han estado educando a los negocios sobre el mandato del uso de cubrebocas de Sisolak durante todo el mes de julio, según la ciudad. La ciudad ha emitido 28 avisos de corrección y tres sanciones civiles en el curso de más de mil 400 visitas de negocios, señaló.
Los campos deportivos son un área problemática
Hay un área en la que el incumplimiento se ha notado particularmente: los campos de deportes. Adams dijo que la ciudad ha sido testigo de multitudes de padres sin máscaras faciales agrupados en torno a las prácticas deportivas de los jóvenes, que según el Estado, deben estar libres de espectadores.
“Los adultos están creando problemas a los niños y eso no es justo para los niños que realmente quieren entrenar y continuar con sus deportes juveniles”, señaló.
Añadió que el incumplimiento podría dar lugar a que los grupos ya no puedan utilizar los campos propiedad de la ciudad. Acreditó a la Asociación de Fútbol Juvenil de Nevada por su autocontrol después de que le prohibiera el uso de los campos a cuatro de sus equipos.
Sin embargo, el asunto no es tan sencillo, ya que los padres tienen miedo de dejar a sus hijos y abandonar el área del campo, según Goodman. Adams sugirió una “solución”, donde los padres se mantuvieran cerca sin rondar el campo y sin violar las reglas de “no-espectadores”.