Mientras que varios dueños de restaurantes del sur de Nevada expresaron su alivio (incluso alegría) por el anuncio del jueves por la tarde del Gobernador Steve Sisolak, despejando el camino para la reapertura de la Fase Uno el sábado, el breve plazo de tiempo los tomó por sorpresa.
“Estoy muy emocionado”, expresó Marcello Mauro, gerente general de Nora’s Italian Cuisine ubicado en 5780 W. Flamingo Road. “Estamos emocionados de poder abrir para el Día de las Madres. Tendremos algunos salones privados abiertos, con las mesas desplegadas. Tenemos un equipo muy fuerte, la mitad de mi personal ha estado preguntando, ‘¿Cuándo podremos volver? ¿Cuándo podemos volver?’. Hemos estado abiertos para servir comida para llevar, así que tenemos mucha comida”.
El Día de la Madre es tradicionalmente el día más concurrido del año para la industria, pero el rápido giro que requiere el día y medio que transcurre entre el anuncio y el lanzamiento de la primera fase planteó algunos desafíos.
“Tenemos que hacer algunas construcciones la semana que viene, porque pensamos que estaríamos cerrados hasta el día 15”, comentó Mauro.
“Vamos a intentar” abrir el sábado, comentó el socio de Omelet House, Fred Ostertag, refiriéndose a su sucursal en 316 N. Boulder Highway en Henderson. “Es todo lo que puedo hacer. Habrá escasez de comida y de todo tipo de suministros, pero presionaremos para conseguirlo”.
La ubicación del restaurante en 6520 Boulder Highway puede estar lista para abrir el domingo, agregó Ostertag, explicando que la dirección ha cambiado los suministros al restaurante Henderson, que ha estado ofreciendo comida para llevar.
Pero las cosas son diferentes para Omelet House de 2160 W. Charleston Blvd.
“No estamos ni siquiera cerca de poder abrir el sábado”, subrayó el socio Kevin Mills. “Estamos a 10 días, no esperaba que entrara en línea tan rápido. Es una gran noticia para la gente que puede hacerlo; estoy a punto de poner un nuevo piso y terminar la remodelación de los baños. Nos esforzaremos por limpiar el polvo. Creo que el 15 es una buena fecha de apertura para mí”.
En el local de Summerlin de Lola’s: Una cocina de Louisiana ubicada en 1220 N. Town Center Drive, la dueña Lola Pokorny dijo que la noticia del anuncio de Sisolak la había “emocionado y puesto nerviosa”.
“Tan sólo para asegurarnos de que todo esté en su lugar”, dijo Pokorny. “Ya hemos estado trabajando en (procedimientos operativos estándar) y procedimientos de otro tipo y señalización, como maneras de comunicarse con el cliente. Estas cosas tienen que estar claras, no se pueden apresurar”.
Para ello, el restaurante estará abierto para el servicio para llevar de 3 a 9 p.m. el viernes, sábado y domingo y estará cerrado el lunes.
“El martes a las 3 p.m., abriremos nuestras puertas a las reservaciones al 50 por ciento” de la capacidad, señaló. Como acaba de empezar el servicio del viernes, comentó que tiene lo que necesita, lo que no hubiera sido el caso hace unas semanas. Pokorny añadió que esperará un poco antes de reabrir su restaurante en 241 W. Charleston Blvd.
“Necesitamos ver qué negocios están abriendo en el centro”, dijo. “Abriremos nuestras puertas lentamente allí abajo. Los empleados del centro trabajarán con nosotros aquí arriba”.
Liam Dwyer, chef/propietario de 7th & Carson en el centro, apuntó que también tiene cierta ventaja porque ha estado haciendo comida para llevar.
“Vamos a apretar el gatillo y vamos a darle la vuelta a este barco”, comentó Dwyer con un poco de alegría. “Voy a hablar con mi equipo esta noche. El hecho de que tengamos los patios exteriores nos da una ventaja. Nos concentraremos en el Día de las Madres para el brunch del sábado y el domingo y la cena del domingo”.
Juan Vázquez, dueño de Juan’s Flaming Fajitas en 9640 W. Tropicana Ave. y 16 S. Water St. en Henderson, comentó que no pensaba reabrir sus comedores hasta el lunes.
“Sería un desastre abrir nuestro comedor al 50 por ciento de capacidad”, argumentó. Añadió que estaba un poco preocupado por las cadenas de suministro, señalando que la carne de vacuno que estaba a 5.85 dólares la libra al por mayor el lunes había saltado a 7.12 dólares el jueves. En cuanto a los empleados, dijo que cree que podrá encontrar suficientes.
“Vamos a ayudar a los que nos ayudaron cuando realmente lo necesitábamos”, aseveró. “Definitivamente vamos a ponerlos al frente”.
Al igual que Ostertag, dijo que le complacía que el límite de capacidad se hubiera fijado en el 50 por ciento, en lugar del 20 o 25 por ciento que se había estado discutiendo, pero que aún no estaba seguro de que fuera suficiente.
“Es algo por lo que al menos podemos empezar, y avanzar a partir de ahí”, mencionó Vázquez.
Pero en Pamplemousse de 400 E. Sahara Ave., “por primera vez en 44 años, estamos temporalmente cerrados”, la propietaria Diana Maisondieu-LaForge se echó a reír cuando le preguntaron cuándo reabriría.
“Tengo un buen sentido del humor”, expresó. “Debes tenerlo”.
Con las consideraciones adicionales necesarias para un restaurante de lujo, dijo que necesitaría al menos un mes para reabrir. “No se puede simplemente apretar el interruptor el sábado o el domingo e ir a toda máquina”.
“¿Personal en sus esmóquines sirviendo vino y champaña con cubrebocas?” En cierto modo se siente como una comedia”.
Dijo que quiere reabrir pronto por el bien de su personal, pero también tiene que ser práctica. Con una gran dependencia de los visitantes y el comercio de convenciones, se pregunta si tendrá suficientes clientes para justificar la apertura durante el verano.
“Sin visitas, será muy muy difícil”, concluyó. “No se cierra una economía mundial y se espera que la gente vuelva a aparecer en un momento dado. Todos vamos a enfrentar súper desafíos”.